La FIFA quiere que el Mundial femenino se dispute cada dos años
El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, reveló que el "tremendo éxito" de Francia 2019 derivó en "algunas propuestas" en las que "ya se encuentran trabajando".
- Deportes
- Dic 23, 2019
La FIFA aspira a que los mundiales de fútbol femenino se disputen cada dos años, según reveló su presidente, Gianni Infantino, en Doha.
«En Francia 2019 tuvimos más de mil millones de espectadores en todo el mundo y cifras increíbles en países en los que normalmente el fútbol femenino ni se acerca al masculino, como Italia, Brasil o Inglaterra», analizó el dirigente en Qatar, a donde viajó para presenciar el Mundial de Clubes masculino, que finalmente quedó en manos del Liverpool.
Infantino reveló que este «tremendo éxito» derivó en «algunas propuestas» en las que la FIFA «ya se encuentra trabajando».
Uno de estos proyectos -que según el propio mandatario «pasó algo inadvertido»- es el que le acercó Noël Le Graët, presidente de la Federación de Fútbol Francesa, para organizar el Mundial femenino cada dos años.
«Esto generaría beneficios y daría el impulso justo que necesita la disciplina de mujeres en este momento. Es algo que pondremos a discusión», declaró.
De esta manera, la FIFA extendió la lista de proyectos en torno al fútbol femenino, señala Infobae.com.
Ya al finalizar la cita de Francia 2019 se había anunciado un paquete de cinco medidas a desarrollar en un breve lapso:
-La creación de un Mundial de Clubes femenino (a realizarse lo antes posible)
-La creación de una Liga Mundial femenina (que se jugaría con torneos en todo el planeta)
-Aumentar la cantidad de equipos en Mundiales de 24 a 32 de cara a la próxima edición, que será en el 2023 (Australia/Nueva Zelanda -en conjunto-, Japón, Brasil y Colombia son las posibles sedes).
-Duplicar los premios económicos en el próximo Mundial.
-Duplicar la inversión comprometida para el fútbol femenino en el próximo ciclo de cuatro años, que pasaría así de USD 500 millones a 1000 millones (direccionando la inyección de dinero hacia aquellos mercados más desfavorecidos, con la meta de reducir la brecha de desarrollo, sobre todo entre Europa y el resto de los continentes). .