VIERNES, 29 DE NOV

Los bancos aprovecharon el bono a los jubilados y se cobraron sus deudas

A contramano de la decisión de la ANSES de eximir el pago de cuotas por tres meses para sus deudores, el sector privado aprovechó la liquidez para capturar fondos. La decisión impactará sobre el consumo y la actividad.

Por Alfonso de Villalobos – Tiempo Argentino

A río revuelto ganancia de pescador. Las entidades bancarias no dudaron y aprovecharon el bono de $5.000 que el Gobierno Nacional otorgó a una parte de los jubilados para saldar, unilateralmente, cuentas pendientes con sus acreedores.

Es que aquellos jubilados que cobraron el bono de $5000 (los que perciben la mínima y no se benefician con otra prestación de la ANSES) o el diferencial hasta los $19.048 de tope y que, a su vez, arrastraran cuotas de créditos personales pendientes con alguna entidad financiera, a horas de la celebración del año nuevo, tuvieron que soportar el sinsabor de encontrar que ese beneficio había sido absorbido en forma unilateral, y sin mediar notificación alguna, por la entidad bancaria acreedora.

El pago del bono limitado a esos jubilados que representan poco más del 55% del universo, y que forma parte de la Ley de Emergencia junto con la suspensión de la fórmula de actualización de haberes previsionales vigente para todo el sistema previsional, para el gobierno apunta a mejorar circunstancialmente la situación de los sectores más relegados y, al mismo tiempo, impulsar el consumo para traccionar la actividad.

Para el gobierno, al recaer en los sectores más agobiados por la crisis, ese monto de dinero, estimado según un informe del Observatorio de Políticas Publicas de la UNDAV en alrededor de $45 mil millones, se direccionaría en forma inmediata al consumo. En especial durante las fiestas de fin de año.

En “muchos casos” no ocurrirá ni una cosa ni la otra puesto que las entidades financieras que se hicieron de esa liquidez, a lo sumo, podrían reorientar ese flujo al consumo a través de nuevos créditos que, de todas maneras, ya estaban en condiciones de financiar.

En diálogo con Tiempo Argentino, el abogado especialista en sistema previsional Christian D’ Alessandro explicó que “los bancos cobran la deuda con el haber normal pero, como hay más plata consignada en las cuentas, también se descuentan posibles deudas que hayan quedado como remanente.”

El especialista agregó que “fueron los créditos tomados en los bancos particulares donde ellos perciben los haberes que, en general, son entidades especializadas en centros de jubilados”.

Ocurre que durante los últimos cuatro años, los haberes jubilatorios retrocedieron alrededor de un 20% en su poder adquisitivo como resultado de, por un lado, la reforma promovida por el gobierno de Mauricio Macri que pasó por alto un trimestre de actualización con la fórmula anterior y, por el otro, por la fuerte escalada de precios. Gran parte de esa pérdida debía recuperarse hacia adelante con la aplicación de la nueva fórmula que, finalmente, quedó suspendida por la Ley de Emergencia aprobada por el Congreso Nacional.

Ese fuerte retroceso en sus ingresos en términos reales (agravado se se analiza con relación a la denominada “Canasta de la Tercera Edad”), se tradujo en un fuerte endeudamiento por parte de los jubilados, muchas veces con el sólo propósito de afrontar el consumo de medicamentos u otros bienes de primera necesidad.

Esto ocurrió tanto con relación a los créditos ofrecidos por la ANSES como así también con los ofrecidos por la banca privada. En el primer caso, según el mismo informe de la UNDAV, existen 1,8 millones de jubilados y pensionados con deudas pendientes a tasas del 42% así como 2,7 millones de beneficiarios de asignaciones familiares en las mismas condiciones pero con tasas del 48%.

Por ese motivo la propia ANSES resolvió el 23 de diciembre reducir las tasas de interés de sus créditos en diez puntos porcentuales y, a la vez, eximir el pago de las cuotas de los meses de enero, febrero y marzo.

“Las cuotas de los créditos de ANSES están topeados hasta un 30% del ingreso y ahora van a bajarlo al 20%. Pero los créditos que toman los jubilados en forma particular no figuran por recibo de haberes y, por lo tanto, al no tener ese recibo, los bancos absorben directamente lo que entra en la cuenta”, completó Christian D’ Alessandro

Con todo, para el especialista, “no es ni ilegítimo, ni ilegal. Es inmoral. Porque los bancos han hecho distintos arreglos con los jubilados. Los hacen firmar papeles y los jubilados no saben que después le van a dar un bono y se lo van a descontar”.

Consultado sobre si las entidades debieran haber actuado de otra manera, explicó que “los bancos no van a hacer una excepción. Tendría que haber una disposición del Banco Central para que en el mes de enero ese bono no sea retenido bajo ningún tipo de descuento. Además, es necesario que se suspendan cuotas por tres meses como se hizo con el ANSES (que son a tasas muy inferiores a las de las entidades privadas) y se reestructuren las deudas a una tasa de interés más baja”.

Otro ejemplo de las dificultades que se le presentan a todo gobierno que decide destinar fondos millonarios en el desarrollo de políticas públicas sin asumir, a la vez, un férreo control del sistema financiero.

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