MARTES, 26 DE NOV

La leve estabilidad del dólar y un proceso inflacionario que no permite crecer a la Argentina

El periodista especializado en temas económicos, Alejandro Bonalumi, dialogó con Conclusión sobre la realidad de la divisa extranjera y cómo incide el movimiento de la esta moneda en el bolsillo de los argentinos.

Argentina vive un proceso de congelamiento de precios que se encuentra íntimamente relacionado al movimiento del dólar e, indefectiblemente, pone a la sociedad en su conjunto, en un estado de alerta constante, con el fin de escaparle a la inflación, en una carrera que, pareciera, no termina nunca.

«La divisa está muy tranquila en lo que tiene que ver con el dólar oficial, en las casas de cambios, si le sumas el impuesto solidario llega a casi 82, y después, hay otros dolares que tienen que ver con saltar el cepo por ejemplo, los del mercado conocidos como LEP o Contados con liquidación, que subió mucho en enero y que ya tienen una brecha con el oficial superior cómodamente al 30%, lo que no es un dato menor», explicó Alejandro Bonalumi, periodista especializado en economía, en diálogo con Conclusión.

«Y después tenemos el Blue, que es un mercado chico, un mercado ilegal, pero cuando uno vive en un país que tiene cepo, con impuestos a la compra de dolares, comienzan a proliferar otros para intentar saltar eso, y el Blue siempre fue un ejemplo claro de un mercado que se fortalece cuando restricciones, cepos y condiciones especiales», agregó Bonalumi.

 

Particularmente sobre el dólar Blue, el especialista en temas económicos explicó que «llama la atención es que el Blue es el dólar que menor brecha tiene con el oficial, hoy estamos en un 27, 28%, al ser un mercado ilegal uno no tiene un parámetro claro«, y que en otro momento «existía una diferencia abismal entre el Blue y el dólar oficial. En algunos casos se duplicaban valores, se fomentaba el famoso ‘puré’, donde comprabas el oficial y lo vendías en Blue y se hacía una diferencia grande».

El acento de la cuestión sobre este dólar ilegal, es porque se lo toma en cuenta dentro de un marco regulado desde el Estado. El periodista aclaró que «en el último período del año pasado, hubo una dolarización de cartera por diferentes motivos, por el proceso electoral, por la incertidumbre, por lo que fuere. Esa sobredolarización hizo que todo el mundo comprara dólares para pasar el momento. Hoy, ante la necesidad de pesos que tienen algunos sectores, salen a vender los dolares, y ya sea una dolarización en blanco o negro, no se iba al oficial donde se paga 58, 60 pesos, entonces, se van al Blue a venderlo a 73, 74 pesos. Eso genera una oferta adicional en el mercado en negro que hace que esa oferta y demanda mantenga un dólar tranquilo«.

Según Bonalumi, este sistema fuera de los parámetros de la ley, es para aquellos que «tienen pesos en negro. Es un mercado en negro para la economía en negro. Lo puede hacer un empresario, una persona común o aquellos que tienen dinero en efectivo. Generalmente, en los países que te prohíben cosas, prolifera lo ilegal», y lo buscan «por dos motivos: porque tenes plata en negro o aquel que tiene un pesitos y quiere comprar poca cantidad y sacar una ventaja. Esto es ilegal absolutamente, pero en Argentina existe».

Sobre la estabilidad actual del dólar, el analista explicó: «Hace tres meses que el dólar está casi inamovible y esto genera pro y contras. A favor es que debería mejorar la expectativa de movimiento cambiario brusco y eso, en el tiempo debería frenar la inflación, pero por otro lado perdemos competitividad para salir a competir al mundo. Entonces insisto, hay un pro y un contra de utilizar un dólar como ancla de precios».

Las tarifas, en relación a esta cuestión, no dejan de preocupar. «Cuando va a calcular combustibles, tarifas, en el componente en la ecuación existe el dólar. Por eso con un dólar tranquilo como este, el gobierno nacional como provincial, ha decidido congelar tarifas. Es preocupante que aún congelando precios, tarifas, dolares, la inflación sea del 3% como se habla en enero, y eso quiere decir que, si esas variables se mueven, vamos a sufrir nuevamente la inflación. Ese es el gran debate y el gran desafío del gobierno».

Con un dólar tranquilo como este, el gobierno nacional como provincial, ha decidido congelar tarifas

Vieja conocida inflación

La inflación es un tema que, generalmente, muchos no se explican las causas de su incesante aumento. Bonalumi mencionó al respecto que «es un grave problema que tiene la Argentina y que la mayoría de los países ya lo eliminó. Algunos países como Venezuela, Sudán, Zimbawe, nuestro país. Estamos hablando de países que tienen graves crisis o que no tienen un sistema económico coherente».

«Argentina sufre de la inflación por un problema estructural, por un problema impositivo debido a la elevada presión tributaria, por ejemplo la nafta tiene un 54% de impuesto, de un auto el 50% es impuesto, entonces cuando hay un proceso inflacionario se potencia, y además, hay una expectativa inflacionaria, todos creemos que la inflación de este año llega al 40%, entonces nos cubrimos, por ejemplo, no aumento la nafta pero va a aumentar, entonces se aumenta el precio del producto, o al comerciante le están subiendo los impuestos, entonces carga al precio», continuó explicando el periodista.

Al consultarle sobre cómo podría combatirse este flagelo, sostuvo que «con un plan integral a largo plazo donde participen todos. Hoy, la Argentina, no tiene plan económico, simplemente hay medidas individuales que no alcanzan a compensar. Por ejemplo, Precios Cuidados, es un buena medida, es un patrón de precios para la góndola, pero no es un proceso o una medida antinflacionaria. Hasta que no tengamos un plan integral económico donde participen todos, que dé seriedad, previsibilidad y que sea creíble, la inflación va a estar así, que es menor a lo que supimos ver, pero es muy alta para un país normal».

Y concluyó: «Mereceremos y debemos tener un plan económico que lleve la inflación a un dígito, que es el peor problema de todos, especialmente de los que menos tienen. Un jubilado que cobra la mínima, corre siempre detrás de los precios. Yo siempre digo que la inflación corre por el ascensor y el ingreso de la gente por las escaleras, es una carrera que nunca vamos a ganar. Cuando podamos controlar eso, Argentina tiene potencialmente, muchísimo para darle a todos».

 

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