MARTES, 26 DE NOV

“No queremos que nos dejen a los trabajadores tirados”; preocupa la situación del sector gastronómico rosarino

Poco tienen para celebrar en este 1 de mayo los trabajadores de la gastronomía de la ciudad. Bares que cierran, denuncias de intentos de reducciones salariales o renuncias forzadas son algunos de los flagelos que salieron a la luz en este período de suma dificultad para el sector. Desde el gremio piden por un registro para empleadores que ayude a regular la situación.

Por Santiago Fraga

En este nuevo 1 de mayo, Día Internacional de los Trabajadores y las Trabajadoras, se cumplen 42 días desde que se decretó el aislamiento social, preventivo y obligatorio en el territorio argentino a causa de la pandemia del coronavirus. La semana previa a la inédita medida nacional, los bares rosarinos debieron funcionar con una restricción del 50% de su capacidad, y desde aquel 20 de marzo hasta la fecha ninguno puede abrir sus puertas, teniendo la posibilidad de funcionar únicamente como delivery.

Esta situación golpeó duramente a un sector que ya venía afectado en los últimos años, como es la gastronomía. En todo este tiempo de cuarentena, hubo por lo menos cuatro lugares cuyos casos salieron a la luz en los que hubo cierre de locales o irregularidades en el pago de salarios, siendo en todos los casos los máximos perjudicados los trabajadores, que hoy conmemoran su día, quedando en la calle o con sus sueldos afectados.

Los primeros casos en aparecer en la ciudad fueron a principios de abril los del bar Paradiso, ubicado en la Rambla Catalunya y perteneciente a la empresa municipal Costanera Rosario, en donde los trabajadores denunciaron numerosos despidos de trabajadores formales (en blanco) e informales (en negro), y El Club de la Milanesa, ubicado en Presidente Roca y Pellegrini, donde también se reportaron ceses laborales y hasta reducciones del 25% del salario de los empleados.

En la última semana, casos que han trascendido en los medios son el de la cervecería Buho Beer Market (Pellegrini y España), que cerró intempestivamente y dejó a quince trabajadores en la calle, y el del tradicional bar La Maltería (Presidente Roca y Santa Fe), que también cerró sus puertas, dejando sin trabajo a 24 empleados, de los cuales a 21 se les propuso y aceptaron una suma de dinero a cambio de renunciar muy inferior a la que les correspondería como indemnización.

Cabe recordar y resaltar que el martes 31 de marzo se publicó en un suplemento al Boletín Oficial el Decreto de Necesidad y Urgencia que prohíbe los despidos y suspensiones por 60 días en todo el territorio nacional, y que todos los episodios mencionados tuvieron lugar posteriormente, en el mes de abril.

>> También te puede interesar: Gastronómicos en riesgo: despidos en bares durante la pandemia

No queremos que nos dejen a los trabajadores tirados”

En diálogo con Conclusión, el secretario gremial de la Unión Trabajadores Hoteleros y Gastronómicos de Rosario (Uthgra), Sergio Ricupero, recordó que “desde hace 20 o 30 días a esta parte” vienen “denunciando que esto podía pasar”, en una advertencia que también se hizo a nivel nacional.

El 80% de nuestra actividad son pymes, y la pyme cuando está cerrada no tiene el lomo para aguantar ni la espalda que tiene otro tipo de empresas, con lo cual se hace bravo. Estamos luchando, gestionando todo el tiempo y viendo cómo emparchamos. Ahora el Estado les va a dar a los dueños el 50% de los sueldos -que muchas empresas me confirmaron que ya les llegó la aprobación-, se acabó de firmar anteayer que los suspendidos van a cobrar el 75% no remunerativo, desde el gremio se salió a ponerle el pecho”, detalló Ricupero respecto de las distintas medidas llevadas adelante por gobiernos y sindicatos para hacer sostenible la actividad y que no haya ningún despido. “Esperemos ahora que no les tengamos que dar plata a los empresarios… porque ya demasiado ha puesto el trabajador”, ironizó.

Licencias y un Registro con premio y castigo para los empleadores

Varios son los casos a lo largo del tiempo de dueños de negocios que cierran sus puertas y poco tiempo después vuelven a abrirlas con otro nombre u otra razón social, librándose de muchas de las consecuencias que deberían pagar por jugar con el trabajo y el sueldo de las personas a las que emplearon.

Para evitar este tipo de casos y que en esta dura época de pandemia no haya empresarios que cierren las puertas de sus locales y vuelvan a abrirlas o a abrir otro negocio cuando todo vuelva a la normalidad, desde el sindicato de hoteleros y gastronómicos se encuentran ideando un proyecto para la creación de un registro de empleadores en el cual se premien y se castiguen las actitudes que tomen, como así también la idea de crear licencias para poder ejercer la actividad, buscando así generar una responsabilidad de parte de quienes manejan el negocio y evitar los delitos y malos hábitos.

Según expresó Ricupero, sería realizar “una diferenciación entre aquellos que cierran y los que se quedan aguantando”, castigando a quienes dejan a los trabajadores en la calle -que esas sociedades y sus integrantes no puedan volver a la actividad- y premiando a quienes sostienen el trabajo.

Por otra parte, también se está elaborando y pidiendo por “un sistema, como pasa en algunas ciudades de Europa, en donde se deba tener licencias para ejercer la actividad”.

“Nosotros queremos que haya un registro, se hagan las licencias y la actividad se regule porque los que estén tienen que estar bien. No necesitamos muchos y mal, y menos muchos y muy mal, porque así se ha degradado la actividad en los últimos años. Cualquiera viene a la actividad, se ha puesto un negocio y cuando pasan estas cosas a la primera crisis que tenés -y esta es una crisis mucho más grave que las que hemos tenido-, se van, salen corriendo, delinquen, no le pagan a nadie y te dejan a los trabajadores tirados. Nosotros no queremos que nos dejen los trabajadores tirados, queremos que los trabajadores continúen en la actividad”, enfatizó Sergio Ricupero, quien luego hizo hincapié en que es por eso que “el Estado tiene que regular”.

Incluso, aseguró que estas propuestas “no las debería decir el sindicato, sino la misma cámara empresaria”.

“Nosotros vamos a defender a los buenos empresarios, pero no tenemos que pensar nosotros por ellos, tiene que salir de cabeza de ellos a ver cuando vuelva a salir el sol cómo se benefician. No tomárselas, dejar a la gente tirada y después venir cuando el panorama aclare. Por más que seas pyme o grande, porque quejarse nos quejamos todos. Que lo piensen ellos, ya que lo único que saben hacer es quejarse y querer rajarse”, disparó el secretario gremial de Uthgra contra los dueños que han cerrado locales. Luego, aclaró que “algunos tienen la intención de trabajar como la gente” y que “este tipo de crisis nos tiene que llamar a la reflexión y aprender de esto, porque con solamente quejarnos y pedir que el Estado nos solucione todo no vamos a solucionar nada”.

>> También te puede interesar: Gastronómicos de Rosario aseguran que pueden perder el 50% de los puestos de trabajo

Asimismo, sostuvo de igual manera que se propone regular la actividad para castigar a los malos empleadores, también se debe hacer para premiar o facilitar el trabajo de quienes se manejan como corresponde.

“¿Por qué estamos proponiendo regular la actividad? Para los que están haciendo el esfuerzo, los que están pidiendo medidas y todo lo que hemos brindado a la actividad en defensa de los trabajadores, para que no se pierdan los puestos de trabajo. Para que el empleador que está en esa situación vea un horizonte, porque es muy feo que el tipo tenga el negocio cerrado y diga ‘Yo pongo, pongo, pongo, ¿y después qué va a pasar?’. Entonces, si vos en el horizonte ves que tu empresa va a seguir, que vas a quedar, que vas a ser el dueño de tu licencia… es otra cosa. Por ejemplo, los taxis y los remises prácticamente no están trabajando, y yo no veo que salgan a decir ‘Vendo’, porque por ahí le van a pagar dos pesos la licencia. Entonces la aguantan, mantiene a su trabajador como pueden, como saben, y saben que mañana su licencia va a volver a valer y no la quieren perder. Démosles una esperanza, no que la esperanza para ese empresario sea que mañana tiene que cerrar, porque la lógica sería que para cerrar mañana cierran hoy y pierden menos”, ejemplificó y describió Sergio Ricupero.

Los trabajadores “deben actuar corporativamente”

Consultado por el más reciente caso de La Maltería, respondió que ese “es un ejemplo de lo que no se debe hacer”.

“¿Cómo vas a hacer renunciar a la gente? Por eso tiene que haber licencias y tiene que estar regulado, ¿porque en ese caso sabés cómo se hubiese solucionado? Que si vos decís tengo tal licencia, con tanta plata, tanto personal, si había algún interesado podía comprarle la licencia con la gente. O sea, vender el negocio. Está bien que vos podés decir que hoy están todos los locales cerrados, pero por más que hoy estén todos cerrados todos están con el mismo problema. Lo sabio sería esperar, y cómo lo sostenés mientras tanto eso estando regulado se puede solucionar”, afirmó.

En cuanto a casos particulares, el sindicato tiene alrededor de unos “diez expedientes ingresados al Ministerio de negocios con problemas”, mientras que en otras situaciones están gestionando ellos con delegados, abogados y con la estructura de gente que todavía no terminó de pagar lo correspondiente a marzo. “Estamos con problemas cuantiosos. De cierres confirmados hay dos, y en la medida de que nos enteremos de otros que sepamos que fehacientemente lo vamos a estar diciendo y denunciando. Y si no cobra la gente, muchísimo más”, aseguró Ricupero a este medio.

En ese sentido, remarcó como fundamental que desde el gremio están “instando a los trabajadores a actuar corporativamente”, haciendo referencia a los casos en donde los empleadores les ofrecen a los trabajadores sumas de dinero (inferiores a la indemnización de despido correspondiente) por renunciar.

“Cuando las empresas hacen estas cuestiones, que los van agarrando de a uno ofreciéndoles renunciar a cambio de un peso, en la desesperación los chicos agarran lo que esté a mano. No lo hacen porque sean malos laburantes o malas personas, porque los únicos perjudicados son ellos, lo hacen por una cuestión de necesidad. Entonces, es muy feo ver cómo estos pseudoempresarios después manejan la necesidad de la gente. Eso duele. Uno lo denuncia porque duele, no es nada personal contra uno. Duele el apriete, la extorsión”, indicó el secretario gremial.

Últimas Noticias