En vivo: alegatos finales del juicio por el femicidio de Rosalía Jara
El tramo final del juicio oral que se realiza en los tribunales de Vera, en el cual las partes recorrerán los detalles y pruebas expuestos durante el proceso, podrá seguirse desde un canal de Youtube. El imputado es un hombre de 40 años que había sido profesor de la joven y con quien tenía una hija en común. El fiscal adelantó que pedirá prisión perpetua.
- Judiciales
- Jul 30, 2020
Este jueves, a partir de las 9 comienza el tramo final del juicio por el femicidio de Rosalía Jara, la joven desaparecida en Fortin Olmos en julio de 2017 y cuyos restos fueron encontrados un año después, en agosto de 2018, en una zona rural. En los tribunales provinciales de Vera, donde se dirimió el juiciolas partes darán a conocer los alegatos finales en los cuales recorrerán los detalles y pruebas expuestos durante el proceso. Dicha audiencia podrá seguirse en vivo desde el canal de la Agencia EU! en Youtube.
El acusado es un hombre de 40 años, con el que la joven tenía una relación sentimental y era también el padre de su hija. Está imputado por el delito de homicidio doblemente calificado por el vínculo y por haber sido perpetrado por un hombre contra una mujer mediando violencia de género. El fiscal de la causa, Gustavo Latorre, había adelnatado que pedirá prisión perpetua.
La Agencia de Noticias EU! puso a disposición del público y los medios de comunicación un canal de Youtube desde donde se podrá presenciar la lectura de los alegatos de ambas partes y así conocer un poco más en profundidad la recorrida judicial que hicieron acusación y defensa durante el tiempo que duró el proceso oral.
https://www.youtube.com/channel/UCqs7k2RZ4Cy18bfGV7sXmWg/live
La desaparición de Rosalía ocurrió alrededor de las 22 del sábado 1 de julio de 2017. Quien está acusado por el crimen es Juan Valdéz, un hombre de 40 años que había sido profesor de educación física de Rosalía y tenía una hija en común con ella. De acuerdo a la teoría de la Fiscalía, la joven le reclamaba que cumpliera con sus responsabilidades como padre de la niña.
La noche de su desaparición, Rosalía estaba en un bar de Fortín Olmos y se fue de allí tras recibir una llamada de Valdéz, «quien la estaba esperando en su auto, en una garita de colectivos ubicada en la intersección de las calles Santa Fe y Juan Domingo Perón”, detalló el fiscal.
En ese sentido, el funcionario judicial remarcó que esa noche se registraron 14 llamadas entre los teléfonos de la joven y el acusado. «La víctima le reclamaba el pago de alimentos para la hija que tenían en común”, aseguró el fiscal Latorre.
La Acusación sostiene que esa noche, Rosalía «subió voluntariamente al vehículo del imputado y ambos se retiraron del lugar”. Durante el trayecto, Valdéz le habría quitado el teléfono para que no emitiera señal y posteriormente la asesinó con un golpe en la cabeza.
Latorre relató que «tres días después, Valdéz manipuló su propio móvil -con conocimiento de que estaba siendo investigado- antes de que el dispositivo fuera secuestrado por las autoridades policiales”, y“a partir de técnicas de borrado que impiden la recuperación de archivos, eliminó de forma permanente los registros de llamada y de mensajería e información relevante para la causa”.
Luego de inumerables marchas que conmovieron la sociedad de Fortín Olmos y tras un año de búsqueda, el domingo 26 de agosto de 2018, los restos de Rosalía fueron encontrados a la altura del kilómetro 34 de la ruta nacional Nº 98. Ell Equipo Argentino de Antropología Forense confirmó científicamente que los restos óseos correspondían a la joven”.
En cuanto al pedido de prisión perpetua, Latorre explicó que “contempla el empleo de violencia física y psicológica que el acusado desplegó en su accionar delictivo” y también “se tuvo en cuenta la relación desigual de poder existente, en la que Valdéz abusó de la vulnerabilidad económica, cultural y social de la joven y de su situación de indefensión”.
Por otra parte, el fiscal consideró que “el monto de la pena no es ajeno a la extensión del daño causado y a las secuelas de orden psíquico y moral que el acusado les provocó a la hija y a la madre de la víctima”.