Beijing insta a EEUU a evitar «movimientos peligrosos» en torno al Mar de China Meridional
El ministro de Defensa chino, Wei Fenghe y su par estadounidense Merk Esper cruzaron opiniones a través de un llamado telefónico. Entre otros temas también abordaron lo vinculado a la próxima visita de un funcionario norteamericano a Taiwán, la "estigmatización" de China por parte de Estados Unidos y la "transparencia" del país asiático frente a los datos del coronavirus.
- Internacionales
- Ago 7, 2020
El ministro de Defensa chino, Wei Fenghe, instó a su homólogo estadounidense, Merk Esper, a evitar «movimientos peligrosos» que conduzcan a una escalada en el Mar de China Meridional, horas antes de la visita de mayor rango de un dirigente de Estados Unidos a Taiwán en los últimos 41 años, informó hoy la agencia china Xinhua.
En una conversación telefónica mantenida durante la noche de este jueves, Wei recalcó la «posición de principios» de China en varias cuestiones, incluyendo el Mar de China Meridional, Taiwán y la «estigmatización» de China por parte de Estados Unidos.
Según la fuente oficial, Esper dijo a Wei que, en medio de las tensiones entre las dos potencias, los militares de ambos países «deben mantener el diálogo y la consulta para gestionar crisis, evitar malentendidos y reducir los riesgos».
El secretario de Salud y Servicios Humanos, Alex Azar, visitará Taiwán el próximo domingo, en lo que representa la visita de más alto nivel desde 1979 de un político estadounidense a la isla, cuya soberanía reclama Beijing.
Esta visita supone un paso más en la actual política de Washington encaminada a aumentar la tensión con China en prácticamente todos los frentes: el comercio, la competencia tecnológica, la pandemia de coronavirus, los derechos humanos o la situación en el Mar de China Meridional.
La cuestión de Taiwán es especialmente delicada para Beijing, que se ha referido a ella en el pasado como la «más sensible e importante» en su relación con Estados Unidos.
El vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores de China Wang Wenbin dijo el jueves que «cualquier intento de negar o desafiar el principio de ‘una sola China'», que considera a Taiwán parte de la República Popular China (RPC), «terminará en fracaso».
«China adoptará enérgicas contramedidas en respuesta al comportamiento de Estados Unidos», advirtió Wang en referencia a la visita del secretario de Salud norteamericano.
El jefe del Pentágono y el ministro de Defensa chino, en su conversación telefónica de anoche, «intercambiaron opiniones sobre las relaciones militares bilaterales, así como los intercambios en la próxima fase», según Xinhua.
«Wei urgió a Estados Unidos a cesar en sus erróneas palabras y hechos, mejorar la gestión y el control de los riesgos marítimos, evitar llevar a cabo movimientos peligrosos que puedan hacer escalar la situación y salvaguardar la paz y la estabilidad regional».
Se trata de la primera vez, desde marzo, en que se tiene constancia de que los responsables de Defensa de las principales potencias mundiales mantienen una comunicación directa.
En junio, el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, y el responsable de Relaciones Internacionales del Partido Comunista Chino (PCCh), Yang Jiechi, se reunieron en la isla estadounidense de Hawái, aunque no se produjeron grandes avances en esos contactos, según informaron entonces los medios chinos de comunicación.
El Pentágono, por su parte, publicó un comunicado con su versión de la llamada entre Esper y Wei en el que afirmó que el secretario de Defensa transmitió a su homólogo chino su preocupación por los movimientos militares cerca de Taiwán y en el Mar de China Meridional.
Esper también pidió a Wei una «mayor transparencia» de China con respecto al coronavirus y «respeto» por la Declaración Conjunta Chino-Británica de 1984, que sentó las bases para el ejercicio de la soberanía de Beijing sobre Hong Kong a partir de 1997.
El jefe del Pentágono insistió a su homólogo que su prioridad es que las relaciones de ambos países en el ámbito militar se centren en «prevenir y gestionar crisis, reducir riesgos y cooperar donde los intereses de las dos naciones coincidan».
Los dos ministros acordaron por tanto, según Washington, «mantener abiertos los canales de comunicación y desarrollar los sistemas necesarios para la comunicación de crisis y la reducción de riesgos».