Protocolos y entusiasmo: cómo fue la vuelta a los natatorios en Rosario
“Retomaron la actividad en 30 % de nuestros alumnos, y nos ilusionamos con que en diciembre alcancemos un total del 50% de la población que venía a nadar”, le dijo a Conclusión Juan Pablo Giri, responsable de uno de los centros acuáticos de la ciudad.
- Ciudad
- Ago 12, 2020
Por Gisela Gentile
Este 10 de agosto las piletas de Rosario iniciaron sus actividades, las mismas arrancaron con varios protocolos a seguir y tomando las recomendaciones brindadas por la Municipalidad de Rosario.
Una disciplina que necesitaba imperiosamente remontar sus actividades, no sólo por sus profesores que tuvieron que sobrellevar meses sin poder trabajar, por los titulares de los centros acuáticos que también debían solventar grandes gastos sin contar con los asociados y también por lo que significa para los alumnos volver al agua y así sentirse un poco más en forma, estimulados y alejados aunque sea por un rato de la pandemia.
Conclusión dialogó con Juan Pablo Giri, que junto con Fernando Arregui, llevan adelante el Centro de Actividades Acuáticas Sportsmen Unidos. El mismo es uno de los natatorios habilitados de la ciudad y que protocolo mediante, este lunes abrió las puertas e invitó a zambullirse a los mayores de 12 años. “Iniciamos la semana con una gran expectativa, con la idea de recuperar de a poco a nuestros alumnos y también sumar a nuevos nadadores. Estamos en un momento complicado para todos, ya sea para quienes trabajamos en la pileta, como así también para los alumnos, pero necesitábamos abrir”, enfatizó uno de los titulares del centro que se mostró entusiasta en este nuevo comienzo.
Vimos en nuestros alumnos la necesidad de volver.
La gente necesita de a poco ir retomando las actividades que realizaba previamente a la pandemia, “vimos en nuestros alumnos la necesidad de volver, de alguna manera ir empezando con las actividades que tienen que ver con un bienestar, con la salud y el esparcimiento”.
En cuanto a las clases, se realizan desde las 7 de la mañana hasta las 21 hs, desarrollándose las mismas a lo largo de todo el día. “El protocolo es bastante práctico, los alumnos deben reservar previamente los turnos, cada siete días deben firmar una declaración jurada indicando que están en condiciones de salud, y que no han tenido síntomas ni contacto con alguna persona covid-positiva. Deberán también permanecer con barbijos hasta el momento de introducirse al agua”, enfatizó.
Por disposiciones, dentro del natatorio no podrán utilizarse los vestuarios para ducharse, ya que solo se podrá hacer uso de los mismos, cuando se haya finalizado de nadar y solo se necesite cambiarse. “Hemos dispuesto de sillas alrededor del natatorio, por lo cual los alumnos dejan sus pertenecías allí, se descambian ya que vienen con la malla puesta, luego pasan al andarivel que se le asigna, hacen la actividad, toman el bolso y allí pueden pasar a los vestuarios donde están marcados los lugares donde se pueden cambiar, pero sin usar las duchas”.
Entre clase y clase se realiza también la limpieza y desinfección del lugar, recién cuando los profesores y el personal de mantenimiento hayan realizado su tarea, le darán paso al siguiente grupo que utilizará la pileta. “Dentro de las instalaciones también tenemos delimitada con marcas la circulación de la gente, con el fin de evitar que se crucen y que todos vayan en un mismo sentido, ya sea para entrar, como para salir”.
Estamos trabajando con clubes amigos como Temperley… Abrir tres piletas en un radio de 5 cuadras no tiene mucho sentido, la idea no es competir sino ayudarnos.
Esta pandemia ha empujado a que las fuerzas se unan y muchos clubes del barrio se agrupen en un solo complejo con el fin de optimizar gastos y afrontar este difícil momento. “Estamos trabajando con clubes amigos como Temperley, la idea es ir compensando el mantenimiento de los espacios ya que los costos son muy elevados, si tenemos en cuenta que la afluencia de gente no es la que tenemos habitualmente. Abrir tres piletas en un radio de 5 cuadras no tiene mucho sentido, la idea no es competir sino ayudarnos, esta iniciativa la pensamos con la intención de que desde otras instituciones puedan venir a la pileta con sus profes y alumnos, y de esa manera poder trabajar. Lo antes mencionado sería como una especie de cooperativa para que todos podamos mantener la fuente de trabajo y de esa manera superar este mal momento”.
En cuanto a los jugadores de waterpolo, también han iniciado sus prácticas de manera particular, sin juego ni pases, pero si han comenzado a realizar la parte física en el agua ya sea nadando o flotando. “Ya han iniciado las categorías permitidas, es decir desde sub-13 en adelante”.
Todos se mostraron muy abiertos a respetar los protocolos, mantener el distanciamiento social y de algún modo cambiar rotundamente los hábitos que tenían antes de la pandemia
Muchas personas se preguntan cómo se mantendrá la distancia dentro del agua, a lo cual Juan pablo Giri indicó que “por andarivel habrá dos personas, y si se dispone bien las divisiones entre ellos, pueden llegar a ser tres también. Todos estos distanciamientos se irán modificando con el correr del tiempo y según lo vayan indicando los protocolos”.
Para concluir el docente reflexionó: “Estamos muy contentos con este arranque y notamos que nuestros alumnos también lo están, ya que nos expresaron las ganas de volver que tenían, de poder hacer actividad física y así mover un poco su cuerpo. Todos se mostraron muy abiertos a respetar los protocolos, mantener el distanciamiento social y de algún modo cambiar rotundamente los hábitos que tenían antes de la pandemia”.