Renuncia el presidente de Kosovo tras ser imputado por crímenes de guerra en La Haya

El presidente kosovar, Hashim Thaci, presentó hoy su renuncia al cargo después de que el Tribunal Especial para Kosovo, con sede en La Haya, confirmó su imputación por crímenes de guerra, según informó la prensa local.

En un discurso ante la prensa, Thaci informó que un juez de instrucción confirmó su imputación por su papel en la guerra de Kosovo (1998-1999) como dirigente del Ejército de Liberación (UCK), señaló el diario local Koha.

Según el escrito de acusación de la Fiscalía, el dirigente afronta diez cargos de crímenes contra la Humanidad y crímenes de guerra, incluidos asesinato, desaparición forzada de personas, persecución y tortura.

Tras la renuncia de Thaci, la presidente de la Asamblea de Kosovo, Vjosa Osmani, asumirá el cargo de presidenta del país de acuerdo con lo estipulado en la Constitución.

«No se me ha permitido comparecer ante el tribunal como presidente, por lo que para proteger la integridad del Estado presento mi renuncia», dijo Thaci, citado por la agencia de noticias DPA.

«Para proteger la integridad de Kosovo, respetando la relación con la comunidad internacional, hoy presento mi renuncia al cargo de presidente. Me siento muy orgulloso de la responsabilidad que he tenido», añadió.

Thaci pidió a las fuerzas políticas que «sean prudentes» y no lleven al país a una «crisis institucional» con el argumento de que Kosovo «no tiene tiempo que perder».

«Hay que mantener la calma», dijo, antes de recalcar que ninguna imputación «puede distorsionar la historia» porque Serbia fue «el agresor» y Kosovo «la víctima» en el conflicto.

El 24 de junio de 2020, la fiscalía del Tribunal Especial para Kosovo acusó a Thaci de crímenes de guerra y contra la humanidad por su supuesta responsabilidad en cerca de un centenar de asesinatos durante la guerra de independencia con Serbia, Estado heredero de la ex Yugoslavia, entre 1998 y 1999.

El Tribunal Especial funciona de acuerdo con la legislación kosovar pero tiene su sede en La Haya (Países Bajos) y está integrado por jueces y fiscales internacionales que tienen como objetivo investigar los delitos cometidas por el UCK durante la guerra contra las fuerzas militares serbias.