La Justicia desestimó la denuncia al taxista por intento de secuestro
Así lo resolvió el fiscal Ramiro Raggio de la unidad de Delitos contra la Integridad Sexual luego de corroborar los elementos objetivos. El denunciado se presentó espontáneamente en la Justicia para poner a disposición el celular, el GPS del vehículo y todos los elementos necesarios para esclarecer el hecho.
La justicia desestimó este viernes la denuncia que realizó una joven contra un taxista por intento de secuestro. Lo resolvió el fiscal de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual, Ramiro Raggio, tras investigar exhaustivamente los movimientos del vehículo, analizar los audios y corroborar que el accionar del taxista sólo apuntaba a organizar la cena de esa noche con su hijo a través de mensajes de voz de WhatsApp. Por lo tanto el funcionario judicial determinó la inexistencia de delito.
Según informaron fuentes del Ministerio Público de la Acusación, el fiscal analizó el contenido de los audios de los celulares aportados por el taxista y su hijo, el martes pasado cuando se presentaron espontáneamente en el Centro de Justicia Penal (CJP), el relevamiento de las cámaras de seguridad que corroboraron el trayecto del taxi, el FPS del vehículo y la toma de declaraciones.
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El fiscal corroboró que los dichos de la denunciante, sobre un diálogo que mantuvo el taxista a través de mensajes «en código», de WhatsApp con el fin de secuestrarla, se trataba de una conversación que mantuvo el taxista con su hijo sobre la organización de la cena de esa noche del 16 de noviembre en el momento que la trasladaba en el vehículo al domicilio indicado por la denunciante.
En consecuencia y de acuerdo a las constancias y los dichos de la denunciante como del denunciado, y la evidencia objetiva que arrojó la investigación, el fiscal Raggio desestimó la denuncia penal, ya que los hechos investigados no presentan elementos que configuren un delito penal.
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El pasado lunes, una joven de 23 años volvía a la una de la madrugada de reunirse con unos amigos y subió a un taxi para regresar a su casa. En medio del viaje, el chofer comenzó a intercambiar audios de WhatsApp sobre distintos menús y la joven interpretó que se trataba de «mensajes en código» con el fin de secuestrarla.
En la mitad del viaje decidió bajar del vehículo. Al llegar a su casa, publicó a través de varias historias de Instagram un relato entre lágrimas de lo que para ella había sido un intento de secuestro.