Guitarrista de Bowie afirma que Soda Stereo «merece un lugar» en el Salón de la Fama del Rock and Roll
El músico puertorriqueño Carlos Alomar, reconocido por haber sido guitarrista de David Bowie y James Brown, entre tantas figuras, habló sobre la mítica banda argentina y afirmó que el sonido del álbum "Doble vida" llevó a otras bandas a mejorar su calidad.
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- Nov 23, 2020
El músico puertorriqueño Carlos Alomar, reconocido por haber sido guitarrista de David Bowie y James Brown, entre tantas figuras, afirmó que Soda Stereo «merece un lugar en el Hall de la Fama del Rock and Roll porque elevó el sonido de la música latina a otro nivel».
«El sonido de `Doble vida´ dio pie para que, de la misma forma que uno se pone un buen vestido, no quiera volver a ponerse la ropa de antes. Nosotros elevamos el sonido de Soda Stereo y los discos que siguieron a `Doble vida´ llevaron a otras bandas a mejorar su calidad», dijo el músico que produjo la mencionada cuarta placa de estudio del trío argentino.
En una entrevista al diario colombiano El Tiempo, Alomar advirtió que «hay canciones que son número uno pero el legado no son solo los éxitos», sino que «son las letras conectadas al sonido las que enmarcan una época y ganan el valor que le permite a un grupo estar en el Hall de la Fama». «Soda Stereo es esa banda», remarcó el guitarrista, que entre otros hitos en su carrera co-escribió el éxito «Fame», junto a Bowie y John Lennon, del que creó el famoso rasguido funky que lo caracteriza.
Los caminos de Alomar y el recordado trío liderado por Gustavo Cerati se cruzaron en 1989, cuando el grupo buscaba «internacionalizar» su sonido y apeló a sus servicios como productor, una situación que recordó en esta entrevista.
«Cada cosa que oía en el radio era música gringa. El rock latino era pobre, el sonido era de un sótano. Quería hacer algo para la comunidad latina, producir un disco. Había un lugar llamado ‘La tienda de Rudy’, en el que hacían y vendían instrumentos. Rudy, que era latina, me habló de un chico que venía para Nueva York, con su banda Soda Stereo, y que yo tenía que conocer», evocó.
Y continuó: «Cuando lo conocí me pareció simpático y lo que más me gustó fue el orgullo que sentía por su banda. Me habló del grupo y de las expectativas que tenía de hacer algo que sonara a lo que estaba pasando en ese momento en el rock internacional, y le dije: `Pues tienes que venir a Nueva York y quedarte aquí. De esa manera, te puedo asegurar la calidad de la producción, para que tengas las mismas oportunidades que tienen los rockeros aquí, y llevar ese sonido a Argentina´”.
Alomar detalló que se pusieron a trabajar en una sala en donde finalmente se grabó el disco, en sesiones «muy intensas, brutales».
El guitarrista se reservó un recuerdo especial para Cerati, de quien subrayó que «cuando Charly (Alberti) y Zeta (Bosio) terminaban sus partes, él seguía despierto, escribiendo».
«Era un poeta. Gustavo necesitaba momentos para aclarar lo que quería decir. Y una de las grandes impresiones que tuve es que quería siempre decir las cosas de manera perfecta. Desde un principio supe que ese disco tenía que ser de gran importancia. No solo por la producción, sino por la letra», concluyó.