Cultivaron riñones y los trasplantaron en animales
Esto ha sido probado por un grupo de científicos pero sólo en animales y faltan algunos años de estudio para que sea aplicable a los humanos. El resultado de la prueba fue un éxito.
- Internet
- Oct 18, 2015
¿Órganos que crecen en laboratorio? Parece sacado de una película de ciencia ficción, pero eso es lo que han estado haciendo un grupo de científicos.
Según un estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), se estarían cultivando riñones de animales que son perfectamente trasplantables. Claro que esto ha sido probado sólo en animales y faltan algunos años de estudio para que sea aplicable a humanos…
Cada vez hay más personas que necesitan un trasplante de riñón alrededor del mundo. En Reino Unido, por ejemplo, el tiempo de espera para obtener este órgano es de 3 años.
Los científicos han desarrollado diversos mecanismos para crear riñones: algunos han optado por imprimirlos en 3D, otros han intentado utilizar células madres para crear neo riñones. Sin embargo, el nuevo estudio dirigido por el Dr Takashi Yokoo intenta hacerlos crecer desde el comienzo. El problema principal de crear riñones a partir de células madre embrionarias es lograr que expulsen la orina que producen, lo que lleva a una condición conocida como hidrofrenosis, donde los órganos se hinchan y acumulan orina.
Para hacer frente a esta complicación, los investigadores hicieron crecer una segunda vejiga con las conexiones necesarias para trasplantar a los animales. Así, lograron mostrar que al trasplantar este sistema en ratas y cerdos, y conectarlo con su vejiga original, éste funcionaba perfectamente. Entonces la orina creada en el nuevo riñón pasó por la nueva vejiga y continuó por la original del animal.
Si bien los riñones demostraron ser efectivos en ratas y cerdos (los animales más próximos en términos de funcionamiento interno a los humanos) existe la posibilidad de que no funcionen correctamente en humanos, como advierte Chris Mason, profesor de la Universidad de Londres. No obstante, los investigadores planean seguir en este rumbo para algún día adaptar este sistema en humanos.
Esperemos que algún día se pueda aplicar en humanos, ¡cambiaría tantas vidas!