SáBADO, 30 DE NOV

Precio de la comida: el Gobierno busca soluciones y encuentra problemas

Con la inflación en la mira (especialmente desatada en el rubro alimentos), en el Ejecutivo intentan encontrarle el agujero al mate tras muchas reuniones y programas que no han sido del todo efectivos. Un encuentro caliente con empresarios dejó conclusiones en Casa Rosada.

 

Con el mercado cambiario “virtualmente controlado” y una economía que creen camino a salir de la recesión (algo aún no claro), en el Gobierno ponen el foco en el alza de precios, que empezó muy arriba el año y en especial en el rubro alimentos, que registra desde hace muchos meses una inflación mayor al promedio.

En un año electoral, desde Casa Rosada -en boca de más de un ministro-, han planteado como objetivo que este año “los salarios le ganen la carrera a la inflación” (algo que no sucede hace tres años), algo que no será posible a menos que se frene la escalada del precio de los alimentos, bebidas y productos de higiene, entre otras bases de la canasta más elemental de los hogares y al tope de las subas.

A esta altura está claro que programas del estilo Precios Cuidados o Máximos o bien son ineficientes o su capacidad de impacto en la realidad está agotada, sea ineptitud en la aplicación o por “avivadas” en algún segmento de la cadena de valores.

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Sectores empresarios vienen presionando para finiquitar esos planes, por lo que el equipo económico busca alternativas y recibió este miércoles a fabricantes de insumos, segunda cita con actores de la cadena alimenticia en búsqueda de consenso en la evolución de precios y salarios.

El objetivo de esos encuentros es alinear las expectativas de inflación en torno al 29% anual, de acuerdo con las pautas macroeconómicas dispuestas por el Ministerio de Economía, y que los salarios puedan aumentar en términos reales, subrayó el Gobierno.

Justificaciones

El ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, sostuvo que su gestión quiere «dar un paso adicional a lo que se habló en la reunión de la semana pasada y abordar el tema de los insumos no alimenticios».

«Hemos visualizado aumentos importantes en insumos de la fase primaria y de la fase industrial, que en principio no le encontramos justificación», advirtió el funcionario.

Puntualizó que «en fertilizantes y agroquímicos, por ejemplo, se registraron aumentos que son muy llamativos, de entre el 40% y el 60% en dólares».

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En un comunicado, el Gobierno indicó que los empresarios explicaron «a qué problemas se enfrentan en cada una de sus industrias».

«Varios de ellos coincidieron en destacar, entre otros factores, el aumento de la demanda de productos de China, lo que elevó los precios internacionales; la capacidad instalada ociosa de sus plantas, que aún está alta; y, en algunos casos, mencionaron la menor oferta de empresas en el mundo que produzcan insumos, como por ejemplo la resina en el caso de las fábricas de plásticos», manifestó.

Kulfas estuvo acompañado por sus pares de Trabajo, Claudio Moroni; de Agricultura, Luis Basterra; la titular de la AFIP, Mercedes Marcó del Pont; el vicepresidente del BCRA, Sergio Woyecheszen; y la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca.

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También estuvieron la secretaria de Comercio, Paula Español, y los secretarios de Política Económica, Fernando Morra; de Agricultura, Ganadería y Pesca, Jorge Solmi; y de Alimentos, Bioeconomía y Desarrollo Regional, Marcelo Alos.

Por el sector privado participaron representantes de las empresas Bayer-Monsanto, Dow-Dupont Corteva, Syngenta, Pro- Fértil, Tetra Pak, Sealed Air, Rigolleau, Grupo Comeca, Aluar, Ternium Argentina, Agrofina, Atanor,Red Surcos y Vidriería Argentina, entre otros.

¿Le encuentran el agujero al mate?

Aparentemente, la idea de los funcionarios del gabinete económico no es terminar sino perfeccionar los controles de precios, que hasta el momento no han sido efectivos, extendiéndolos a toda la cadena de valor.

En ese sentido, ante lo que consideran como imposible (quitar regulaciones sobre los alimentos manufacturados), se intentará arribar a una salida “más compleja” pero al mismo tiempo “la más adecuada”.

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Esto requerirá acciones que debieron encararse hace ya tiempo y probablemente desde antes de esta gestión: realizar una revisión integral de los costos en la cadena, para así clarificar márgenes de ganancia y producción.

Firmas alimenticias vienen esgrimiendo que en la fabricación de muchos productos ya se trabaja para ni siquiera cubrir los costos, algo que puede repercutir en faltantes, como viene anticipando Conclusión.

Por lo pronto, ante la cercanía del cese del programa Precios Máximos el próximo 31 de marzo, lo más probable es que se extienda por temor a un salto inflacionario brusco, que detonaría las expectativas del gobierno (29% anual) luego de la cifra alta de enero (4%) y la probable de febrero (por encima del 3%).

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A esto se suma otro problema advertido por actores de la cadena a este medio en los últimos meses: las grandes cadenas de supermercados terminan favorecidas por este esquema, en detrimento de autoservicios y almacenes.

Esto se da, entre otras cosas, porque muchos fabricantes adoptaron medidas para protegerse, como dejar de promocionar y poner cuotas a volúmenes de entrega, en especial a mayoristas, quienes venden a comercios de barrio y vienen registrando subas indiscriminadas.

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