Una familia precisó casi $58.000 para no ser pobre en febrero
La Canasta Básica Total aumentó en febrero un 2,7%, mientras que la Alimentaria hizo lo propio en un 3,6%, por lo que una familia de cuatro integrantes necesitó ingresos mayores a $24.575 para no ser indigente.
- Economía
- Mar 16, 2021
La Canasta Básica Total (CBT) aumentó en febrero un 2,7%, por lo que un grupo familiar compuesto por dos adultos y dos menores necesitó contar con ingresos por $57.997 para no caer debajo de la línea de la pobreza, según informó este martes el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
A la vez, la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que mide únicamente un consumo de alimentos, tuvo una suba mensual de 3,6%, de modo que el mismo grupo familiar precisó de $24.575 para no caer en situación de indigencia.
La variación de la CBA fue la menor desde octubre pasado, cuando llegó a trepar 6,6% para pasar a 4,2% en noviembre, 5,1% en diciembre y 4,6% en enero.
Para el caso de un hogar de tres integrantes -dos adultos y un adolescente- la CBA fue de $19.565y la CBT de $46.173, mientras que para un hogar de cinco integrantes -dos adultos y tres menores de 5 años- los valores alcanzaron $25.848 y $61.001, respectivamente.
En tanto, una persona adulta necesitó en febrero ingresos que superen los $7.953 para no caer en la indigencia y $18.769 para no ser pobre.
El costo de la canasta básica casi triplica el monto del salario mínimo de $20.587 y el de un haber básico jubilatorio, que se ubica en $20.571.
De esta forma, en febrero la CBT tuvo una variación de 42,2% respecto a igual mes del año anterior, mientras que la CBA registró un aumento de 46,4%.
Al considerar las variaciones de los últimos doce meses, se destaca que en febrero del 2020 una persona adulta necesitó $5.432 para no ser indigente (cifra que hoy asciende a $7.953) y $13.201 para no ser pobre (hoy en $18.769).
La CBA mostró en febrero su mayor variación interanual desde mayo último, cuando registró una suba del 47,9%. La CBA, por su parte, también mostró la mayor variación desde abril pasado, cuando sufrió un aumento interanual del 44,4%.
>>Te puede interesar: No afloja: la inflación en febrero fue del 3,6% y se acercó al 8% en el primer bimestre
La inflación minorista fue de 3,6% en febrero y acumuló un incremento del 7,8% en los dos primeros meses del año. En tanto, en relación a febrero del 2020, la suba fue del 40,7%.
El aumento en el Índice de Precios al Consumidor (IPC) estuvo impulsado por el alza de la división Alimentos y bebidas, la de mayor incidencia en todas las regiones.
Los aumentos observados en Frutas; Verduras, tubérculos y legumbres; Aceites, grasas y manteca; e infusiones fueron parcialmente compensados por leche, productos lácteos y huevos y las Carnes y derivados, que mostraron subas por debajo del promedio.
En enero pasado, la CBT había registrado un aumento de 4,2% y la CBA una suba de 4,6%, en ambos casos en relación a diciembre del 2020.
La Canasta Básica Alimentaria responde a los requerimientos normativos kilocalóricos y proteicos imprescindibles para un determinado grupo familiar, compuesto entre otros productos por pan, arroz, fideos, papa, azúcar, legumbres secas, carne, menudencias, fiambres, aceite, huevo y leche, entre otros.
En tanto, para determinar la Canasta Básica Total se utiliza como base la canasta familiar y se le suma los precios de bienes y servicios no alimentarios.
Según el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), el 44,2% de los argentinos está sumergido en la pobreza, en medio del devastador impacto de la pandemia de coronavirus, que agravó el cuadro recesivo que ya venía afectando a la economía.
En un intento por evitar que más gente ingrese en la pobreza y la indigencia y dar un paliativo a quienes están en esos sectores, el Gobierno busca alcanzar acuerdos con sectores de la producción y el comercio.
Además, aumentó un 50% en el monto de la Tarjeta Alimentar y busca cerrar cuanto antes un acuerdo de precios y salarios con gremios y empresarios.
También firmó acuerdos con frigoríficos para establecer precios más baratos en una serie de cortes cárnicos.