Cancelan una marcha de militantes de extrema derecha israelí ante el temor de un rebrote de la violencia
La denominada Marcha de las Banderas se suspendió por la policía al negarse a permitir que los manifestantes pasaran por el barrio musulmán de la Ciudad Vieja para evitar las tensiones y posibles disturbios que ello podría generar. Hamas advirtió que si se hacía la marcha, ello no se convierta en una nueva escalada bélica.
- Internacionales
- Jun 7, 2021
La Marcha de las Banderas, la manifestación nacionalista israelí de extrema derecha prevista para el próximo jueves en Jerusalén, fue cancelada luego de que la policía se negara a permitir que los manifestantes pasaran por el barrio musulmán de la Ciudad Vieja, debido a la probabilidad de que elevara las tensiones en la ciudad tras los últimos enfrentamientos y una advertencia del movimiento islamita Hamas.
Así lo anunció el vocero de uno de los movimientos organizadores del acto a la agencia de noticias AFP.
Por su parte, la policía israelí indicó a través de un comunicado que «en los términos generales actuales y en la fecha solicitada este evento no está aprobado», aunque evitó hablar de una prohibición.
Esta Marcha de las Banderas, convocada por varias figuras de la extrema derecha nacionalista israelí, buscaba concentrar a centenares de personas el jueves en la Ciudad Vieja de Jerusalén.
«Si los organizadores deciden cambiar el formato y/o la fecha de esta marcha, el asunto será examinado como de costumbre», añade el texto.
Durante la mañana de este lunes, el movimiento islamista armado palestino Hamas amenazó con una nueva escalada de violencia en caso de realizarse la marcha.
«Advertimos a la ocupación contra la posibilidad de que la marcha de colonos se acerque a Jerusalén (este) y la explanada de las Mezquitas», declaró en un discurso Jalil Al Haya, un responsable de Hamas, que gobierna la Franja de Gaza.
«Esperamos que la jornada del jueves no se convierta» en un nuevo 10 de mayo, agregó en referencia al inicio de la escalada de violencia entre Hamas e Israel que llevó a un conflicto armado de 11 días.
La convocatoria fue rechazada por el partido palestino Al Fatá, el organismo del partido encabezado por el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, e incluso por el ministro de Defensa israelí Benjamin Gantz, quien ayer convocó una reunión del gabinete de seguridad para abordar la situación.
Gatnz pidió a la Policía que no concediera los permisos necesarios para realizar el evento que probablemente reavivaría las tensiones.
Por su parte, Azam al Ahmad, miembro del comité central de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP),advirtió de que la Marcha de la Bandera podría derivar en un nuevo repunte de las tensiones.
El controvertido desfile estaba animado por el Día de Jerusalén, que para los israelíes conmemora la «reunificación» de la ciudad en 1967.
La manifestación se encuentra en su segunda parada.
La primera iba a tener lugar el 10 de mayo, pero fue anulada cuando las tensiones habían alcanzado su punto candente después de los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad israelíes y los palestinos en el Monte del Templo -o Explanada de las Mezquitas- y el enfrentamiento militar con Hamas en Gaza.
Los enfrentamientos en Gaza se extendieron durante 11 días y que se saldaron con la muerte de más de 250 personas en la Franja de Gaza, según los datos facilitados por las autoridades gazacíes, controladas por Hamas, y doce en Israel, entre ellas una mujer india y dos hombres filipinos.
Las protestas por la cancelación vinieron de la derecha nacionalista.
«El jefe la Policía no puede defender a los manifestantes en las calles de Jerusalén portando banderas israelíes (…) es una rendición vergonzosa ante el terrorismo y las amenazas de Hamas», señaló Bezalel Smotrich, uno de los organizadores y líder del Partido –de extrema derecha y pro-colonización– Sionismo Religioso.
En esta línea, Itamar Ben-Gvir, del partido de Smotrich, declaró que acudirá a la marcha en la ruta propuesta, lo que fue apoyado por la parlamentaria del Likud May Golan, quien ayer tildó de «terroristas suicidas» a los líderes de los derechistas Yamina y Nueva Esperanza por unirse al acuerdo de coalición de Gobierno que podría sacar del poder al actual primer ministro en funciones, Benjamin Netanyahu.