JUEVES, 21 DE NOV

Comienzan indagatorias a los enfermeros de Maradona: de qué los acusan y qué habían declarado

Se trata de Ricardo Omar Almirón, Dahiana Gisella Madrid y Mariano Ariel Perroni, todos ellos empleados de la empresa "Medidom", tercerizada por la prepaga Swiss Medical para el cuidado domiciliario de Maradona en la casa del country San Andrés de Tigre.

 

Los fiscales que investigan la muerte de Diego Armando Maradona comenzarán el lunes a tomar las primeras indagatorias a los dos enfermeros que cuidaron en sus últimas horas de vida al ex astro futbolístico y a su supervisor, tres de los siete imputados por «homicidio simple son dolo eventual», informaron fuentes judiciales.

Se trata de Ricardo Omar Almirón, Dahiana Gisella Madrid y Mariano Ariel Perroni, todos ellos empleados de la empresa «Medidom», tercerizada por la prepaga Swiss Medical para el cuidado domiciliario de Maradona en la casa del country San Andrés de Tigre donde había sido trasladado para una supuesta internación domiciliaria y donde falleció el pasado 25 de noviembre.

Las indagatorias serán en la sede de la Fiscalía General de San Isidro, en la calle Acassuso 476, y estarán a cargo del equipo de tres fiscales que firma la causa: Cosme Iribarren, Patricio Ferrari y Laura Capra.

El siguiente es el detalle del cronograma de las indagatorias a cada acusado, las imputaciones a cada uno y qué declararon cuando fueron testigos:

1) Ricardo Omar Almirón (38):

Era el enfermero que cuidaba a Maradona durante el turno noche y madrugada. Será el primero en ser indagado el lunes a las 12. Su defensor es Franco Chiarelli.

-Qué le imputan los fiscales:

«Omitieron asistir a Diego Armando Maradona los días 24 y 25 de noviembre de 2020, a sabiendas de su delicada situación y con conocimiento de que muy probablemente tal omisión llevaría al desenlace fatal que finalmente ocurrió».

«En clara complicidad con la finalidad delictiva del plan que ejecutaban los restantes imputados, realizaron chequeos y/o revisaciones deficitarias, ya sea porque no los hacían debidamente o bien porque omitían siquiera ingresar en la habitación».

«Los días previos no pudieron advertir los signos y síntomas compatibles con insuficiencia cardíaca que ya eran evidentes y detectables».

«Fueron los últimos dentro de un deficiente esquema de atención que tuvieron contacto directo con la víctima, cuando ya había comenzado el período agónico previo al deceso, datado al menos, 12 horas antes del fallecimiento».

-Qué declaró como testigo:

Según su declaración testimonial de foja 95, fue la última persona en ver a Diego con vida, cuando a las 6.30 de aquel 25 de noviembre, antes del cambio de guardia con la otra enfermera, fue a la habitación y lo notó «durmiendo y respirando normalmente». Reconoció que esa mañana se acercó pero no controló los signos vitales porque según dijo: «Diego no quería que lo molestemos».

Explicó que los primeros días se hacían controles «cada dos horas» pero «Diego se perturbó» por esa situación y luego dejaron de hacerse con esa frecuencia.

Almirón criticó las condiciones de la internación domiciliaria en la que trabajaba, al señalar: «En ningún momento nos indicaron que era un paciente con afecciones cardíacas, nunca vi una epicrisis donde observar sus antecedentes. Solo nos dieron la indicación de la Dra. Agustina (Cosachov) y que básicamente era suministrar medicación psiquiátrica».

Y agregó: «No contábamos con elementos de emergencia, solo con la posibilidad de activar un código rojo, pero no teníamos los elementos de UTIM, que sería la Unidad de Terapia Intensiva Móvil, que se solicitan para pacientes complejos y que se componen de tubo de oxígeno, cardiodesfibrilador, monitor, etc».

2) Dahiana Gisela Madrid (36):

Era la enfermera del turno mañana y tarde. Será indagada el miércoles 2 de junio a las 12. Su abogado es Rodolfo Baqué.

-Qué le imputan los fiscales:

La misma acusación que escribieron para su colega Almirón.

-Qué declaró como testigo:

En su primera declaración de foja 53 explicó que aquella mañana nunca ingresó a la habitación de Maradona para dejarlo descansar porque sabía que al mediodía venían la psiquiatra y el psicólogo, y relató cómo ella misma encabezó las maniobras de RCP que fueron infructuosas.

Los fiscales la volvieron a citar cuando descubrieron que había escrito un informe para la empresa «Medidom» en el que constaba que aquella mañana había intentado controlar a Maradona y que él se había negado.

En esa segunda testimonial a foja 161, reconoció que ese informe era trucho y que lo hizo por pedido de su supervisor, Mariano Perroni.

«Hice un reporte en la casa de Maradona, tras haber declarado en la fiscalía porque es lo que me indicó Mariano, el coordinador. Dije que intenté tomarle los signos vitales y él no me dejó, pero la verdad es que eso no pasó», declaró.

Contó que en las dos semanas que trabajó en lo de Maradona «nunca» llegó a revisarlo, que su función se limitaba a administrar medicación y que con ella el DT de Gimnasia «no tenía buena relación», ya que cada vez que la veía, decía: «A esta piba no la quiero ver, que se vaya».

Dijo que ese día solo a las 7.30 lo escuchó «deambular» e interpretó que era Diego yendo al baño portátil «por el sonido de la chata».

También cargó contra el dispositivo montado en la casa al señalar: «No teníamos oxígeno ni medicación. Por eso hicimos respiración boca a boca. No teníamos elementos para casos de paro».

3) Mariano Ariel Perroni (40):

Era el coordinador de enfermeros de la empresa «Medidom». Su abogado es Miguel Ángel Pierri.

-Qué le imputan los fiscales:

«Teniendo pleno conocimiento de lo que se hacía y de lo que no, en especial del manejo de los enfermeros para con el paciente, completó las planillas de las correspondientes atenciones, omitiendo plasmar sus asientos de forma completa y adecuada, consignando deliberadamente información que no se condecía con el real estado y atención médica que Diego Armando Maradona recibía».

«El imputado, a sabiendas de la situación de peligro que creaba su comportamiento, apareciendo el resultado como previsible y evitable (…), demostró un comportamiento desinteresado e indiferente frente a la situación de emergencia».

«Luego de ello, con la intención de ocultar su accionar, los dos enfermeros Madrid y Almirón, en connivencia con Perroni, consignaron falsamente en la hoja de enfermería, que el paciente había sido revisado en diversas oportunidades».

-Qué declaró como testigo:

A foja 52, se desligó de la atención del exfutbolista, aclaró que nunca fue a la casa de la internación domiciliaria y explicó que sus tareas eran la de «llevar el presentismo, solicitar informes de cambio de guardia y todas cuestiones atinentes a la organización administrativa de personal».

Afirmó que «el grupo realizaba hojas de enfermería en las cuales se plasmaba los controles de signos vitales, la medicación administrada y cómo se lo observó al paciente en la guardia» y que todo ello se lo entregó a otra de las imputadas, Nancy Edith Forlini (52), coordinadora para Swiss Medical de la internación domiciliaria de Maradona y a quien definió como su «superior jerárquico».

Sobre cuál era el estado de salud de Maradona en los días previos al fallecimiento, respondió que solo supo «por comentarios de su mujer» -que era una de las enfermeras que lo atendía los fines de semana-, o «por lo que leía en el grupo de WhatsApp» y que «sabía que tenía días que estaba bien y otros mal y que era muy fluctuante en su estado de ánimo».

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