MARTES, 26 DE NOV

La Onu pide a los talibanes que cesen la violencia contra manifestantes y periodistas

La portavoz del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Ravina Shamdasani, exigió que en Afganistán el "cese de inmediato el uso de la fuerza y la detención arbitraria de quienes ejercen su derecho a la reunión pacífica y los periodistas que cubren las protestas"

 

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) pidió a los talibanes que ejercen el poder en Afganistán que «cesen de inmediato la fuerza», además de las detenciones arbitrarias, contra manifestantes y periodistas.

La portavoz del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Ravina Shamdasani, exigió que en Afganistán el «cese de inmediato el uso de la fuerza y la detención arbitraria de quienes ejercen su derecho a la reunión pacífica y los periodistas que cubren las protestas», durante una conferencia de prensa.

Según la funcionaria, talibanes responden en forma «cada vez más violenta a las marchas pacíficas en Afganistán, lo que ha incluido el uso de munición real, porras y látigos, causando la muerte de al menos cuatro personas».

Shamdasani señaló que «desde el 15 de agosto se han producido protestas y su número fue en aumento hasta la instrucción de este miércoles por la noche sobre la prohibición de reuniones ilícitas».

En el mismo sentido, sostuvo que «los informes indican que los talibanes recurren cada vez más al uso de la fuerza contra quienes participan o informan sobre la manifestaciones».

De acuerdo a imágenes difundidas por CNN, combatientes talibanes se valieron de látigos y palos contra un grupo de mujeres que realizaba una protesta en la ciudad de Kabul, mientras que también golpearon a varios periodistas que cubrían la protesta.

Shamdasani recordó que las protestas pacíficas están protegidas por el derecho internacional de los derechos humanos, incluido el artículo 21 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, del que Afganistán es Estado Parte.

Por lo tanto, advirtió que «las restricciones generales a las reuniones pacíficas constituyen una violación del derecho internacional, al igual que los cortes generales de Internet, que suelen violar los principios de necesidad y proporcionalidad».

Asimismo, remarcó que «los periodistas que informan sobre manifestaciones no deben sufrir represalias ni otros tipos de acoso, incluso si se trata de una reunión que se declara ilegal o se dispersa».

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