Estados Unidos y Rusia elevan la tensión sobre Ucrania antes de una reunión diplomática clave
El país norteamericano autorizó este jueves el envío de armas mientras que el Kremlin anunció nuevas maniobras navales. Estos movimientos militares ocurren como antesala de las negociaciones cruciales que habrá este viernes en Ginebra entre Blinken y Lavrov.
- Internacionales
- Ene 20, 2022
Estados Unidos autorizó este jueves el envío de armas a Ucrania y Rusia anunció nuevas maniobras navales, en un contexto de fuertes tensiones entre el Kremlin y las potencias occidentales que buscarán apaciguarse este viernes con la reunión clave entre los jefes diplomáticos de ambos países.
La Casa Blanca dio su visto bueno a las peticiones de países bálticos de enviar armas de fabricación estadounidense a Ucrania, en momentos en que se agita la posibilidad de una invasión rusa, algo que Moscú niega pero exige que la OTAN no expanda sus operaciones hasta ese territorio.
«Aliados europeos han dicho que necesitan avanzar en la asistencia adicional de seguridad (para) Ucrania en los próximos días y semanas», dijo un responsable del Departamento de Estado en Berlín, donde el secretario de Estado, Antony Blinken, mantiene reuniones sobre esta crisis.
Se están «acelerando los traslados autorizados de equipos de origen estadounidense procedentes de otros aliados», indicó la fuente citada por medios locales en referencia a las demandas de Estonia, Letonia y Lituania para asistir a Kiev.
Estas fuentes no detallaron la cantidad o el tipo de armas, pero los arsenales de los países bálticos incluyen misiles portátiles antitanques Javelin.
Por su parte, Rusia anunció este jueves ejercicios navales durante los próximos dos meses en el Atlántico, el Ártico, el Pacífico y el Mediterráneo.
«En total, más de 140 buques de guerra y de apoyo, más de 60 aviones, 1.000 elementos de equipamiento militar y unos 10.000 militares formarán parte» de esos ejercicios, indicó el Ministerio de Defensa ruso, citado por las agencia de noticias Sputnik.
«El objetivo principal es poner en práctica las fuerzas navales, aéreas y espaciales para proteger los intereses nacionales rusos en los océanos del mundo y contrarrestar las amenazas militares a Rusia desde los mares y océanos», añadió.
En el mar Negro, las tensiones vienen en aumento en los últimos años.
Moscú acusa a Ucrania y a los occidentales de amenazar su seguridad frente a las costas de la península de Crimea, anexada por Rusia. En junio de 2021, la flota rusa había realizado disparos de advertencia contra un destructor británico en ese lugar.
Rusia también empezó esta semana a desplegar un número indeterminado de soldados en Bielorrusia para unos ejercicios «improvisados» de preparación al combate en las fronteras de la Unión Europea (UE) y de Ucrania.
Estos movimientos militares ocurren como antesala de las negociaciones cruciales que habrá este viernes en Ginebra entre Blinken y el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguei Lavrov.
El Kremlin salió este jueves al cruce de los comentarios del presidente estadounidense Joe Biden, quien este miércoles amenazó con una respuesta «severa» en caso de ataque contra Ucrania.
La reacción tuvo lugar después de que el mandatario dijera que Moscú pagaría un «precio elevado» si invade Ucrania, incluyendo la pérdida vidas y duras sanciones para su economía.
Para el Kremlin, estas declaraciones «pueden contribuir a desestabilizar la situación» y «suscitar esperanzas totalmente falsas» entre algunos altos cargos ucranianos, según el portavoz, Dmitri Peskov.
Por el contrario, varios aliados de la Casa Blanca salieron este jueves a respaldar las declaraciones de Biden.
El primer ministro británico, Boris Johnson, dijo que una invasión rusa sería un «desastre para el mundo», mientras que el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, afirmó que «la seguridad global en Europa es imposible sin la restauración de la soberanía y la integridad territorial de Ucrania».