La Sociedad Rural de Rosario «no le cree» al Gobierno cuando dice que no subirá retenciones

Luego de una reunión entre el presidente Alberto Fernández y el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, desde el Gobierno nacional aseguraron que no aumentarán las retenciones a la producción de granos, pero la Sociedad Rural de Rosario (SRR) «no le cree». La entidad expuso de esta manera la falta de confianza en el Ejecutivo, a quien también le atribuyen la falta de un plan para enfrentar las condiciones del pacto con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

La titular de la Sociedad Rural de Rosario, Soledad Aramendi, opinó este martes que el escenario es negativo debido a la falta de confianza que hay hacia el Gobierno nacional. «No le creemos. No hay un plan real de cómo enfrentar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, de cómo enfrentar los gastos de este gobierno que sigue ejerciendo presión tributaria sobre la ciudadanía y este tipo de acciones. Seguimos en estado de alerta y movilización con nuestros reclamos», indicó en dialogo con LT8.

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Según Aramendi, los productores temen que el cierre de exportaciones de harina y aceite de soja lleve a que la alícuota de retenciones suba del 30 al 33% en estos subproductos y eso eleve las cargas sobre el productor agropecuario. «Con respecto al trigo, al maíz y la soja, el gobierno mencionó que no habrá retenciones, pero cómo se puede confiar en un gobierno que en una semana dice una cosa y la otra dice otra, después imponen cierre de exportaciones», cuestionó.

«La verdad es que el gobierno genera mucha incertidumbre. Veremos qué pasa día a día, pero no tenemos confianza en él», señaló la referente de la Sociedad Rural de Rosario.

El rechazo local a la suspensión de exportaciones llegó desde varios espacios, incluyendo al gobernador Omar Perotti, el senador nacional Marcelo Lewandowski y la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).

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En ese marco, Aramendi sintetizó: «No queremos esta clase de medidas. No le hace bien a nadie. El país está en crisis y necesitamos el ingreso de dólares que se generan por las exportaciones. La ciudadanía y la producción tienen una presión impositiva atroz. Necesitamos que se bajen impuestos. Cualquier producto que se consuma tiene entre un 40 y 50 por ciento de impuestos. Para enfrentar la deuda con el FMI necesitamos que el gobierno se explaye para explicar de dónde saldrán los fondos necesarios y no seguir oprimiendo a los ciudadanos».