La ONU advierte que los talibanes quieren hacer «invisibles» a las mujeres
El relator para los Derechos Humanos de la organización global, Richard Bennett, visitó el país asiático por dos días y dijo que las medidas adoptadas por el Gobierno afgano “describen un modelo de segregación total de género”.
- Internacionales
- May 26, 2022
El relator de la ONU para los Derechos Humanos en Afganistán, Richard Bennett, concluyó este jueves una visita de dos días al país asiático y llamó a los talibanes a afrontar los desafíos «urgentes» que tienen pendientes, entre ellos el respeto a las mujeres, a las cuales, dijo, buscan hacer «invisibles» a golpe de restricciones.
Desde que regresaron al poder en agosto pasado, los talibanes han impuesto una serie de restricciones, de las cuales gran parte busca someter a las mujeres a su visión fundamentalista del Islam.
Las excluyeron en gran medida de los empleos públicos, restringieron su derecho a desplazarse y prohibieron a las niñas a ir a la escuela.
A inicios de mayo, el líder supremo de los talibanes emitió una orden para que las mujeres se cubrieran completamente en público, incluido el rostro, idealmente con la burka, una prenda negra que va de la cabeza a los pies y que tiene una rejilla de tela sobre los ojos para poder ver sin ser vista.
Todas estas medidas «describen un modelo de segregación total de género y pretenden que las mujeres sean invisibles en la sociedad», dijo Bennett en una conferencia de prensa en Kabul al cierre de una visita de 11 días en Afganistán.
Durante la conferencia de prensa, en la calle, talibanes armados disolvieron una manifestación de mujeres que pedían que las niñas puedan volver a la escuela.
«Unas 45 mujeres y niñas estaban presentes en la manifestación, pero los talibanes enfurecidos vinieron y nos dispersaron», se quejó Munisa Mubariz, organizadora de la manifestación, citada por la agencia de noticias AFP.
La comunidad internacional ha hecho del respeto a los derechos humanos, especialmente de las mujeres, un requisito previo en las negociaciones sobre la ayuda y el reconocimiento del régimen islamista.
Las nuevas restricciones confirman la radicalización de los talibanes, que en un principio habían intentado mostrar un rostro más moderado que durante su anterior gobierno, entre 1996 y 2001.