El OIEA llegó a Zaporiyia y el jefe de la misión dijo que vio «lo que necesitaba ver»
El argentino Rafael Grossi aseguró que en pocas horas pudieron “recabar muchas informaciones” y que vio “las principales cosas que necesitaba ver y sus explicaciones fueron muy claras".
- Internacionales
- Sep 1, 2022
El jefe del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, afirmó que vio «lo que necesitaba ver» en la esperada visita de este jueves a la central nuclear ucraniana de Zaporiyia, ocupada por Rusia, a la que la misión que encabeza llegó en medio de un clima de tensión no exento de bombardeos aislados de cuya autoría cruzan acusaciones tanto Rusia como Ucrania.
«Pienso que en estas pocas horas pudimos recabar muchas informaciones. Vi las principales cosas que necesitaba ver y sus explicaciones fueron muy claras», dijo el argentino Grossi, que encabezó el equipo de inspectores, en declaraciones a medios rusos.
Previamente, la agencia de noticias rusa Ria-Novosti publicó un video del convoy, integrado especialmente por vehículos con las siglas de la ONU y en medio de una importante presencia de militares rusos, mientras llegaba a esta central que fue objeto de varios bombardeos en las últimas semanas.
Uno de los sus reactores debió ser apagado este jueves a causa de un ataque ruso, aseguró la empresa estatal ucraniana Energoatom, que gestionaba las instalaciones hasta que Rusia tomó el control de ellas el 4 de marzo.
«Hoy a las 4:57 horas, debido a otro bombardeo de mortero por parte de las fuerzas de ocupación rusas en el recinto de la central nuclear de Zaporiyia, se activó la protección de emergencia y se apagó la unidad de potencia operativa 5», dijo Energoatom en un comunicado.
Le llegada de la misión del OIEA encabezada por su director Rafael Grossi y que viaja con el objetivo de evaluar sobre el terreno el riesgo posibles fugas radioactivas, se produjo tras un retraso de varias horas provocado por los bombardeos por los que Moscú culpa al Ejército ucraniano y que buscan – según el Kremlin – boicotear la misión.
«Sabemos que hay un área gris donde acaba la última línea de defensa ucraniana y empieza la primera línea de las fuerzas de ocupación rusas, donde los riesgos son significativos», había comentado Grossi, que lidera un equipo de 14 inspectores, al retomar la marcha hacia la planta nuclear.
Este miércoles, el diplomático argentino aseguró que el OIEA quiere establecer una «presencia permanente» con la misión de «evitar un accidente nuclear y preservar esta importante central nuclear».
El embajador de Rusia ante las organizaciones internacionales en Viena, Mijail Ulianov, informó que la misión se compone de expertos en seguridad nuclear, acompañados de expertos en logística y seguridad de la ONU.
La comitiva partió desde la ciudad de Zaporiyia hacia Energodar, la localidad donde se encuentra esta planta, un recorrido habitualmente de dos horas en auto en el que deberán cruzar la línea del frente, reseñó la agencia de noticias AFP.
En Moscú, el Ministerio de Defensa de Rusia confirmó en la mañana de este jueves que está preparado para garantizar la seguridad de los inspectores «pese a los intentos del régimen de Kiev de frustrar la llegada de los expertos».
«Rusia renueva su compromiso con la seguridad completa de la misión», señaló el organismo, y aseguró que tropas ucranianas volvieron a bombardear con artillería pesada la zona de la central nuclear, reportó la agencia de noticias Sputnik.
Ubicada a orillas del río Dniépr, la planta y sus alrededores son objeto de preocupación por haberse convertido recientemente en blanco de bombardeos de los que rusos y ucranianos se acusan mutuamente, práctica que fue censurada severamente este jueves por el director general del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Robert Mardini.
«Es hora de dejar de jugar con fuego y tomar medidas concretas para proteger esta instalación y otras similares de cualquier operación militar», dijo Mardini a los periodistas en Kiev.
En el plano político del conflicto, Rusia advirtió este jueves a la Unión Europea (UE) que responderá la decisión tomada este miércoles por los cancilleres del bloque de suspender el acuerdo de facilitación de los visados que estaba en vigencia desde junio de 2007.
«Nos reservamos el derecho a responder para proteger los intereses de nuestros ciudadanos», señaló la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajarova, en un comunicado citado por la agencia de noticias Sputnik en el que matizó que su país no imitará la política «irracional» de la UE de «quemar puentes entre la gente» y calificó de «intento de injerencia abierta en los asuntos de Rusia».
El vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, por su parte, dijo que la decisión de los 27 es «ridícula y absurda» además de «mala para los rusos, a quienes les llevará más tiempo y será más difícil obtener visados», y advirtió que el Kremlin tomará medidas recíprocas que también «volverían la situación más difícil para los europeos», aunque no detalló cuáles serán.
El acuerdo alcanzado este miércoles en Praga desnuda las diferencias con que el bloque enfrenta el espinoso temas de las sanciones a Rusia y las complejidades institucionales de avanzar en medidas que exigen unanimidad de los integrantes.
Este jueves, el presidente francés Emmanuel Macron, defendió su política de mantener el diálogo con Rusia como un medio para «preparar la paz» e impedir que Turquía sea el único interlocutor de Moscú.
«¿Quién quiere que Turquía sea la única potencia mundial que continúa hablando a Rusia?», se preguntó el Presidente durante un discurso ante los embajadores franceses reunidos en el Palacio del Elíseo, sede de la presidencia en París.
Desde que Rusia lanzó su invasión de Ucrania en febrero, Macron habló en numerosas ocasiones con su par ruso, Vladimir Putin, la última de ellas el 19 de agosto tras una pausa.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, quien ha tenido una relación tensa con su par francés, ha desempeñado activamente un papel de mediador en el conflicto, reuniéndose en persona con Putin y con el jefe de Estado ucraniano, Volodimir Zelenski.
«El trabajo de un diplomático es hablar con todo el mundo, sobre todo con las personas con las que no estamos de acuerdo. Y así seguiremos haciéndolo, en coordinación con nuestros aliados», agregó Macron en su discurso de más de dos horas.