«Necesitamos que el gobierno financie con el Presupuesto una matríz energética soberana»
Referentes del mundo del trabajo se expresaron sobre la urgencia de reactivar la planta de agua pesada para el plan nuclear argentino con recursos provenientes del erario público. Dialogaron con Conclusión, los trabajadores Nicolás Ventura, Julio González y Ernesto Simionato.
Aldo Battisacco – Conclusión Buenos Aires
El macrismo, dentro de sus acciones de destrucción generalizada, había paralizado todo el accionar del Sector Nuclear Argentino, operando para el desguace de diversos sectores claves, como la Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP), que había paralizado y echado a su calificado personal, como paso previo a su destrucción. La semana pasada trabajadores de PIAP, dialogacron con Conclusión y explicaron que le falta al gobierno «tomar dimensión de la situació que atraviesa el sector».
La Asociación Trabajadores del Estado (ATE), integrante de CLATE, instaló frente al Congreso de la Nación una carpa temática de lucha para difundir y obligar a los legisladores la inclusión de una partida de fondos en el Presupuesto 2023, para impulsar la reactivación de la planta industrial.
La planta se encuentra paralizada desde el año 2017 por el gobierno de Mauricio Macri
La PIAP, está localizada en la ciudad de Arroyito, en la provincia de Neuquén, y abastece el material refrigerante conocido como agua pesada, entre otras cosas, de las centrales nucleares argentinas de Embalse y Atucha I y II.
«Venimos reclamando desde hace bastante tiempo el arranque de la Planta Industrial de Aguas Pesadas», señaló el secretario general de la Junta Interna de Agua Pesada de Arroyito, Nicolás ventura. «Hoy por hoy solo estamos realizando tareas mínimas y necesitamos que se tome una decisión urgente para el reacondicionamiento real de la planta, teniendo en cuenta que no solamente se tienen que reparar toda la maquinaria y equipos, sino también volver a tomar todo el personal, ya que antes éramos 500 trabajadores y hoy solo quedamos 116″.
Por su lado, el secretarios general de la UOCRA de Zarate, Julio González, subrayó la presencia solidaria en su persona de todos los trabajadores de la construcción afectados a las obras en la localidad de Lima, donde se encuentra instalado el complejo Atucha».
La Central Nuclear Atucha I, la primera instalación nuclear de Argentina y de América latina cumplió en marzo 48 años desde que entró en operación durante la tercera presidencia de Juan Domingo Perón
En el mismo sentido, Ernesto Simionato, secretario Adjunto de la Junta Interna de ATE, precisó que si bien estuvo en agenda las construcción de la cuarta central nuclear «estamos preocupados porque desde el Tesoro no se envían los fondos suficientes, desde el punto de vista de la soberanía un retraso importante, vivimos en la época del macrismo el despido de más de 3000 trabajadores en el área construcciones, después se avanzo en 2018 con más despidos».
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«Tenemos que apurarnos porque los gobiernos son efímero y necesitamos que se relace antes de 2023, ya tendríamos que estar haciendo obras complementarias, movimiento de suelo, esto se puede hacer, necesitamos ese dinero y la extensión de vida de Atucha I. Así se generaría las bases necesarias como para que no se frene el proyecto nuclear».
En septiembre de 2021, se supo que Nucleoeléctrica Argentina inició la Revisión Programada Anual de la Central Nuclear Atucha I y acorde al cronograma oficial la actividad durará siete semanas. Más de 1.500 personas trabajarán en la revisión, entre personal de Nucleoeléctrica Argentina y de 14 empresas contratistas, con el objetivo de completar las 3.500 tareas planificadas.
Atucha I fue conectada al Sistema Eléctrico Nacional el 19 de marzo de 1974 y comenzó su producción comercial el 24 de junio de ese mismo año.