Como “el vigilante” pero al revés: desesperado relato de un hombre amenazado por sus inquilinos
Emanuel alquiló su local comercial a una mujer que se niega firmar el contrato y que hace desde diciembre que no paga. Tras un pedido de desalojo, la vida de la familia propietaria se volvió una pesadilla.
Una familia se encuentra amenazada y atormentada por inquilinos que se niegan a dejar un local comercial. El dueño de la propiedad alegó que hace meses que no le pagan el alquiler y que, al momento de pedirles que desalojen, comenzó la pesadilla. Ahora, no puede salir de su vivienda y dejó de ver a su hija por temor a que a ella le pase algo.
La propiedad en cuestión es un local comercial ubicado en Boulevard Seguí al 4000 que fue alquilado hace unos años a una mujer que montó allí una lotería. Al momento de renovar, la inquilina comenzó a postergar la firma de contrato y el pago del mismo por lo que, el dueño de la propiedad decidió intimarlos a través de una carta documento.
“Les pedimos que firme el contrato que si no lo hacía tenía que irse. Además, hace un año que no paga el alquiler de 18 mil pesos que ahora fue actualizado y también se niega a pagarlo”, señaló Emanuel, dueño del local y víctima de los aprietes en diálogo con Conclusión.
Ese pedido derivó en una pesadilla para el propietario que recibe numerosas amenazas e intimidaciones. “La primera vez que le pedimos que nos paguen, el marido de la dueña del comercio nos amenazó con un cuchillo, otro día se me puso una moto al lado y me dijo ‘no te regalés porque andamos sueltos’; actualmente me persiguen, me sacan foto y hasta estuvieron frente al jardín de mi hija. Estoy aterrado”, relató el hombre.
«Si este último mes salí de mi casa 12 horas, es mucho»
Según contó, la denuncia fue hecha frente al Ministerio Público de la Acusación, pero la respuesta del organismo fue: “Tenemos 20 mil denuncias como ésta” y aseguraron que “nada pueden hacer hasta que pase algo”.
Frente a esta situación, Emanuel manifestó que se siente aterrado, que vive encerrado y que ahora decidió no ver a su hija por miedo a lo que le pueda pasar. Además, aseguró que esta “con las manos atadas” porque su única herramienta legal es un juicio de desalojo que su familia no puede pagar.
«Ya desconfío hasta de las autoridades»
Mientras tanto, los “inquilinos” siguen sin pagar el alquiler continúan trabajando con total normalidad, en un local que, según informaron, no estaría habilitado.