JUEVES, 21 DE NOV

La junta militar promete elecciones «libres y justas» en Myanmar

Pocos días después de que los tribunales aumentaran a 33 años la pena de cárcel para la líder depuesta y Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi, el Gobierno de facto integra un escenario de combates entre las tropas propias y opositores.

La junta militar de Myanmar prometió este miércoles elecciones «libres y justas» durante los festejos del 75 aniversario de la independencia del país, pocos días después de que los tribunales aumentaran a 33 años la pena de cárcel para la líder depuesta y Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi.

«Una vez que las prescripciones del estado de urgencia se cumplan, se organizarán elecciones libres y justas conforme a la Constitución de 2008», declaró el jefe de la junta, Min Aung Hlaing, a soldados y oficiales reunidos en la capital Naipyidó, informó la agencia de noticias AFP.

El Ejército, protagonista de un golpe de Estado hace dos años contra el gobierno civil de Suu Kyi, ya había anunciado previamente la celebración de elecciones en 2023, consideradas por Estados Unidos como una «farsa».

El estado de urgencia decretado por la junta expira a finales de enero, y la Constitución establece que las autoridades deben planificar la organización de nuevos comicios.

El jefe militar no ofreció un calendario preciso para la votación y se limitó a señalar que la comisión electoral designada por la junta se estaba reuniendo con partidos políticos para discutir un «sistema electoral de representación proporcional».

Según expertos, la junta podría desechar el sistema mayoritario a una vuelta que permitió las amplias victorias en 2015 y 2020 del partido de Suu Kyi, la Liga Nacional para la Democracia (LND).

En febrero de 2021, el Ejército se levantó contra su gobierno alegando irregularidades en las elecciones de 2020 aunque los observadores internacionales las habían calificado de justas y libres.

El anuncio se produce en el marco de los festejos por el Día de la Independencia, tras un desfile militar con aires de demostración de fuerza y luego de que la junta anunciara que liberará a más de 7.000 prisioneros, aunque no especificó si los indultos implicarán a personas detenidas por su oposición al golpe militar.

Según la Asociación de Asistencia a Presos Políticos, más de 13.000 personas detenidas por la junta por disidentes se encuentran todavía encarceladas.

Desde el amanecer, tanques, lanzadores de misiles y vehículos blindados desfilaron por Naipyidó, ante la presencia de funcionarios y estudiantes de colegio, y se soltaron 750 palomas para conmemorar la fecha.

Este día, tradicionalmente conmemorado con juegos de calle, marchas y congregaciones en espacios públicos, empezó a tener poca participación tras el golpe porque la gente se queda en sus casas como protesta contra la junta.

El padre de la depuesta líder Suu Kyi, el general Aung San, encabezó la lucha por la independencia de Birmania -como se llamaba Myanmar en ese entonces- del mando colonial británico, proclamada el 4 de enero de 1948

La junta, que suele decretar amnistías en fechas señaladas, anunció la liberación de 7.012 presos, aunque no especificó si los indultos implicarán a personas detenidas por su oposición al golpe militar.

Según la Asociación de Asistencia a Presos Políticos, más de 13.000 personas detenidas por la junta por disidentes se encuentran todavía encarceladas.

El vocero militar, Zaw Min Tun, evitó responder si las medidas de gracia contemplaban un traslado de Suu Kyi, de 77 años, a un régimen de detención domiciliaria.

La líder birmana, hija de un héroe de la independencia y ganadora del premio Nobel de la Paz en 1991, fue detenida el mismo 1 de febrero.

El golpe de Estado puso fin a un breve período democrático en este turbulento país del sudeste asiático, y Suu Kyi condenada apenas tres días después por una importación ilegal de walkie-talkies.

La junta, que recientemente completó una serie de juicios a puerta cerrada contra Suu Kyi, se prepara para celebrar elecciones este año, aunque Estados Unidos sostuvo que serían una «farsa».

Desde hace casi dos años, gran parte de Myanmar es escenario de combates entre las tropas de la junta y opositores desde que los militares tomaron el poder.

En el último tiempo, en Yangón, se experimentó un aumento de la seguridad, luego de que el corazón comercial del país fuera golpeado por una serie de atentados con bombas.

Foto: Str/AFP/Getty Images

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