MARTES, 26 DE NOV

El insomnio fue el «motivo central» de la renuncia de Benedicto XVI

Benedicto XVI no quiso hacer un escándalo en vida sobre las circunstancias más cercanas de su dimisión, que estaba justificada por su agotamiento.

 

El insomnio que padecía Benedicto XVI fue el «motivo central» de su renuncia a la conducción de la Iglesia católica en 2013, según reveló el papa emérito en una carta dirigida a su biógrafo semanas antes de su muerte, que este viernes fue revelada por prensa alemana.

Joseph Ratzinger, que fallecido el 31 de diciembre pasado, a los 95 años, envió una carta el 28 de octubre de 2022 a su biógrafo, el alemán Peter Seewald, que fue revelada por el semanario Focus.

En la misiva Ratzinger explica que «el motivo central» de su dimisión, que sorprendió entonces al mundo, fue «el insomnio que (lo) acompañaba sin interrupción desde las Jornadas Mundiales de la Juventud de Colonia», en agosto de 2005, meses después de haber sucedido a Juan Pablo II.

Su médico personal le recetó por entonces «remedios potentes», que en un primer momento le permitieron mantener la carga de trabajo.

Pero según el papa emérito, los somníferos alcanzaron con el tiempo sus «límites». La toma de somníferos habría originado además un incidente durante un viaje a México y Cuba en marzo de 2012.

La mañana consecutiva a la primera noche, Benedicto XVI constató que su pañuelo estaba «totalmente empapado de sangre», según la carta citada por Focus. «Debí de golpearme por algún lado en el baño, y me caí», escribe.

El médico hizo las curaciones de tal forma que las heridas no fueran visibles, y un nuevo galeno personal insistió después del incidente en que se le redujeran los somníferos al papa alemán. Igualmente, le aconsejó que sólo se dejara ver por la mañana durante sus viajes al extranjero.

En la carta, Ratzinger dice que era consciente de que estas restricciones médicas «sólo eran sostenibles por un período corto de tiempo».

Esa constatación lo llevó a anunciar su dimisión en febrero de 2013, meses antes de las Jornadas Mundiales de la Juventud de Río de Janeiro, que no se veía capaz de «afrontar».

De esa forma, dimitió lo suficientemente temprano para que su sucesor pudiera cumplir con la visita a Brasil, con la que cumplió el entonces flamante papa Francisco, el argentino Jorge Bergoglio.

«Benedicto XVI no quiso hacer un escándalo en vida sobre las circunstancias más cercanas de su dimisión, que estaba justificada por su agotamiento», señaló Seewald en declaraciones a la radio alemana Katholische Kirche de Alemania.

El periodista apunta que los rumores de chantaje y presiones de algún tipo ejercidas para que Benedicto XVI renunciase no se han apagado y, por ello, se sintió obligado a publicar «el detalle decisivo» que le confió Benedicto XVI. «Espero que esto acabe de una vez con las teorías conspirativas y las especulaciones erróneas», dijo tras confirmar que la renuncia se debió a motivos de salud, «exactamente como lo expresó en su declaración de dimisión», informó la agencia Europa Press.

Benedicto XVI, que sorprendió al mundo con su renuncia, falleció en el monasterio de los jardines vaticanos en los que vivía retirado.

Su pontificado estuvo marcado por numerosas crisis, como el escándalo Vatileaks en 2012, que dejó al descubierto una amplia red de corrupción en el Vaticano, o los casos de abusos sexuales a menores cometidos por religiosos en varios países del mundo.

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