MARTES, 26 DE NOV

Santa Fe: «institucionalizar» el mercado de la leche

El Ministerio de la Producción informó sobre la gestión que se viene realizando con productores lecheros y el Gobierno nacional. Y se trató la distorsión en la Cadena de Valor de Grandes Formadores de Precios.

 

Por Aldo Battisacco

El Ministerio de la Producción de Santa Fe realizó una convocatoria de la cual participaron Carsfe, Federación Agraria, Meprolsafe y Asociación de Empleados de Comercio para informar acerca de la gestión que se viene realizando entre la provincia y los productores lecheros, como así también con el Gobierno nacional. Además, se trató la distorsión en la Cadena de Valor de Grandes Formadores de Precios, vinculado con el costo de la leche.

La iniciativa por parte de la cartera de Producción, cuyo titular es Luis Contigiani, también buscó dar a conocer a la prensa allí reunida una herramienta con soporte informático que permite, accediendo, analizar y entender la distorsión del precio de la leche en la cadena de valor. “A esta nueva herramienta llegamos gracias al trabajo conjunto entre el ministerio de la Producción y entidades del sector como Carsfe y Federación Agraria, entre otras”, reveló el funcionario.

Contigiani sostuvo que hay que «transparentar la cadena láctea». A partir de cálculos que toman los costos fijos, los variables y un margen de rentabilidad, determina cuánto podría cobrar el productor en tranquera, en función del producto que comercializa la industria a la cual provee.

Entre las soluciones ensayadas para abordar la producción, industrialización y comercialización de ese producto es necesario ver la fijación de precios, reglas de juego y contratos (como novedad en las contrataciones), donde no puede estar ajeno el Estado».

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El ministro entiende que «en la cadena láctea hay margen para construir una nueva lechería que sea más transparente».

Y enfatizó: “Me interesa remarcar la responsabilidad de los sectores a la hora de fijar los precios”.

Para Eduardo Maritano, de Carsfe, es muy importante «que la provincia de Santa Fe haya definido un standard en la calidad de la leche», y agrega que esto permite»tener un precio de referencia».

Según el secretario de Comercio Interior, Juan Pablo Diab, la página del ministerio de la Producción permite visualizar la capacidad de pago de «los productos lácteos» mediante el relevo que se realizó en industrias del rubro en la región.

La medida pretende proteger al productor frente a quien le compra la leche para industrializarla, permitiendo un ordenamiento de la cadena.

Momentos antes, Contigiani apuntó a las industrias lácteas y los supermercadistas por los precios, y señaló que “el Gobierno nacional anunció un subsidio de 40 centavos por litro para los primeros 3.000 litros de leche producidos, pero la industria se obligó a aumentar un 15%, pero no lo hizo y luego en la góndola se incrementó un 40%, esta suba se come a los 40 centavos de subsidio”, indicó.

En el mismo sentido mencionó que el precio que sale la leche de la industrializadora es $9,09, esto permite pagar al productor $5,43 sin perder en la operación, sin embargo el productor percibe $2,60″, para luego señalar que «esta situación tiene que ser seriamente abordada».

La consigna fue clara: «Hay que transparentar el mercado, es necesario un mercado institucionalizado y establecer instrumentos que permitan formalizar por medio de un contrato el precio que se paga por un litro de leche, esta modalidad dará el puntapié para generar un verdadero mercado en los términos que lo conocemos, por caso los cereales».

Los tamberos, representados por Marcelo Aimaro, de Mesa de Productores Lecheros de la Provincia de Santa Fe (Meprolsafe), expusieron que un estudio les permitió «determinar que tomando el precio final de venta al público la cadena por la que circula el producto está en condiciones de pagarles $4,20 por litro de leche».

A la hora de precisar como se beneficiaron los actores de la cadena láctea, los números fueron catégoricos: los productores percibieron 39 mil millones de pesos; la industria 24 mil; el Estado nacional 18 mil; y la comercialización 38 mil millones.

Por su lado, Silvana Crocci, de la Asociación de Empleados de Comercio, se expresó en defensa de la capacidad de compra de lo trabajadores, y destacó que los principales perjudicados por estas distorsiones del «no mercado» son los productores y los asalariados. Y cargó tintas contra las grandes cadenas de supermercados «que son los auténticos formadores de precios», que también atentan contra los productores.

Crocci sostiene que el denominado «mercado no es un dios incuestionable», la prueba cabal es que con esta actitud no hay «paritaria que aguante», y agregó que «es necesario trabajar en todas las cadenas de comercialización de productos alimenticios».

El secretario de Lecheria de la provincia, Pedro Morini, señaló que «dentro de la cadena de valor de la leche está el secreto, lo que hay que hacer es redistribuir entre los actores que la componen».

Leche Social 

Pedro Morini entiende que el Estado debe propiciar junto a las entidades y productores de leche la creación de una consignataria de leche que concentre la oferta para defender al productor y «marcar la cancha» a la industria sin afectarla, y darle un marco de seguridad a los productores. Esta garantía «llegará de la mano de un contrato que establecerá las condiciones de suministro, precio y cantidad de leche entre las partes», describió el secretario de lechería.

«Es necesario un mecanismo de arbitraje entre industria y producción para evitar que se ajusten entre si los miembros que constituyen la cadena de valor de la leche», sostiene.

Asimismo, Morini avanzó en su propuesta y refirió que «es necesario pensar a futuro, y avanzar en una estrategia que facilite la distribución social de la leche, especialmente en las escuelas porque la compra el Estado», para ello «es conveniente trabajar esta instrumentación con el ministerio de Salud, Educación y Bienestar Social».

Si se tiene en cuenta que «existen 4 millones de jubilados que cobran el haber mínimo», dice el funcionario, «y son 14 los millones los planes sociales, que alcanzan a los niños y ancianos», esos ingresos se multiplicarían si el Estado les proveyera una caja con alimentos». «Por eso es necesario que la consignataría compre gran parte del stock de leche en polvo para sostener el consumo».

Por último, Morini definió que «si el Estado compra, rompe el mito que se debe comprar caro en la punta de la cadena, es una medida coyuntural para ofrecer una respuesta a los sectores de la sociedad más desfavorecidos, como decisión política». «Todo esto es muy necesario para generar precios de referencia en el mercado», concluyó Morini.

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