Atentado contra Trump, cumbre de la OTAN y la Confederación de Estados del Sahel en África

En otra edición de Café Internacional la atención estuvo enfocada principalmente en un hecho que promete ser una bisagra en la campaña con vistas a las elecciones presidenciales en EEUU: el atentado contra Donald Trump. Asimismo, se analizaron los resultados de la 75ª Cumbre de la OTAN en Washington. Por último, el enfoque estuvo en el continente africano, con la formación de la Confederación de los Estados del Sahel, en una región atravesada por golpes de Estado.

 

El atentado contra el precandidato republicano Donald Trump mientras daba un discurso de campaña en la localidad de Butler (Pensilvania) hizo contener el aliento a Estados Unidos, así como impuso un nuevo tono a una campaña electoral caracterizada por la altísima polarización político-social y en donde reverberan las repercusiones del debate de finales de junio, en las que se vio a un Biden debilitado e inconexo, con la consiguiente presión del partido Demócrata y de otros actores para que el presidente baje su candidatura. Este intento de magnicidio fue inmediatamente posterior al inicio de la Convención Nacional republicana, que oficializó la candidatura del magnate a un nuevo período en la Casa Blanca, a lo que se sumó la elección de James Vance como compañero de fórmula. Estos tres factores, concatenados entre sí, dan forma a un ambiente político cuyas posibles ramificaciones son abordadas por los conductores del programa, adelantando que la polarización aumentará conforme se acerque la fecha de las elecciones, y que los mensajes de unidad no serán suficientes para bajar la intensidad de la disputa en un clima político que, como lo prueba el propio atentado, comienza a desbordarse.

Este hecho tal vez contribuyó a eclipsar lo acontecido en Washington, donde se celebró la Cumbre de la OTAN, aprovechando la conmemoración de su 75ª aniversario. Ya sacudida de la “muerte cerebral” con la que el presidente francés Emmanuel Macron la había caracterizado, y comprometida con el sostenimiento militar de Ucrania en su guerra contra Rusia, la cumbre se centró no sólo en asegurar la continuidad en el apoyo a Kiev, sino también en su mantención en el largo plazo, con un ojo puesto en las elecciones en EEUU, en previsión de una posible victoria de Trump, quien es contrario a la prolongación de este apoyo. Al mismo tiempo, las tensiones en torno al carácter “irreversible” de la adhesión de Ucrania a la alianza atlántica y las menciones amenazantes en torno a China dan cuenta de un escenario futuro marcado por la consolidación de alianzas antagónicas y de una mayor regionalización internacional.

Finalmente, se observó con detenimiento la conformación en África de un nuevo actor geopolítico: la Confederación de los Estados del Sahel, compuesta por Malí, Niger y Burkina Faso. Estos tres países, escenario de asonadas militares en los últimos cuatro años, comparten un perfil refractario a la permanencia en el terreno de su antigua metrópoli, Francia, así como también coinciden en un mayor recostamiento a Rusia y en aumentar el nivel de cooperación más allá de lo militar. Se analizaron las consecuencias políticas de este hecho, así como también sus implicancias para la seguridad europea, cuya mirada se concentra totalmente en la guerra ruso-ucraniana.

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