JUEVES, 21 DE NOV

Estas abejas cambiaron el polen por carne podrida

Una especie de abeja oriunda de Costa Rica han cambiado sus gustos. Pasaron del polen a la carne cruda en descomposición. Estas son las abejas "buitres" carroñeras.

Un giro evolutivo para investigar. Este tipo de abejas, las «buitres», como se las conoce, tienen microbios intestinales únicos que les ayudan a digerir la carne.

Un equipo de entomólogos, que busca aprender más sobre estas abejas que evitan el polen, instaló recientemente cebos de pollos en un bosque costarricense. Terminaron recolectando un grupo de abejas buitre (Trigona necrophaga) y analizaron sus entrañas y genética en detalle.

Como informó Doug Yanega, entomólogo de la Universidad de California, Riverside y coautor de el artículo reciente, en un comunicado de prensa de la universidad:

«Estas son las únicas abejas en el mundo que han evolucionado para utilizar fuentes de alimentos no producidas por plantas, lo cual es un cambio bastante notable en los hábitos alimenticios»

Doug Yanega

Según el coautor del estudio Quinn McFrederick, también entomólogo de UC Riverside, mientras que las abejas comunes tienen bolsillos en sus patas traseras para almacenar polen mientras revolotean de flor en flor, las abejas buitre han reutilizado las cesas como «canastas de pollo».

La mayoría de las entrañas de las abejas están ocupadas por cinco tipos de microbios que ayudan a los animales a descomponer lo que comen. Entonces, ¿Qué sucede cuando una especie intercambia polen por pollo crudo y néctar por sangre?

Para averiguarlo, recolectaron otras especies de abejas que solo a veces comen carne, así como algunas que son estrictamente vegetarianas, para comparar las bacterias que pueblan las entrañas de los insectos. Las tripas de las carroñeras tenían un microbioma distinto, construido para descomponer la carne.

«El microbioma de la abeja buitre está enriquecido en bacterias amantes de los ácidos, que son bacterias nuevas que sus parientes no tienen. Estas bacterias son similares a las que se encuentran en los buitres reales, así como en las hienas y otros animales que se alimentan de carroña, presumiblemente para ayudar a protegerlos de los patógenos que aparecen en la carroña».

Quinn McFrederick, etnólogo

Una de las bacterias presentes en las abejas buitres es Lactobacillus, que se encuentra en muchos alimentos fermentados de los humanos, como la masa madre. También se encontró que albergaban Carnobacterium, que está asociado con la digestión de la carne. 

Según el estudio, normalmente, las abejas no comen carne. Sin embargo, esta especie de abeja sin aguijón en los trópicos ha desarrollado la capacidad de hacerlo, y entienden que esto se debe a la intensa competencia por el néctar.

El equipo de investigación planea profundizar más en los microbiomas de las abejas buitre, con la esperanza de aprender sobre los genomas de todas las bacterias, así como sobre los hongos y virus en sus cuerpos. 

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