VIERNES, 22 DE NOV

A 70 años del nacimiento de una leyenda: el Trinche Carlovich

Ex jugadores, dirigentes e hinchas de Central Córdoba homenajearon el viernes al Trinche, Tomás Felipe Carlovich, en un nuevo cumpleaños de uno de los mitos más grandes del fútbol mundial. Entrevista exclusiva con Conclusión.

Por Santiago Fraga

Pese a que por Internet circulen distintas fechas, el 19 de abril de 1946 nació en el barrio Belgrano de la zona oeste rosarina quien con el tiempo sería uno de los mejores jugadores de la historia del fútbol… según dicen. Historia avalada por Diego Armando Maradona, José Pekerman, Jorge ‘el Bocha’ Forgués y cientos de hinchas y ex compañeros que lo vieron en las canchas, el ‘Trinche’ Tomás Felipe Carlovich ocupa el trono de ídolo histórico de Central Córdoba y constituye en sí mismo una de las leyendas del fútbol argentino que, a esta altura, trascendió las fronteras y se instaló en el mundo.trinche salva5

Quienes compartieron cancha con él no dudan en confirmar el mito. Forgués asegura que “de 50 pelotas, 49 no le erraba”; Berazain sostiene que era un jugador “15 segundos adelantado a todas las jugadas”; Sullivan cuenta que en todos los años que compartieron jugando Primera B “nunca hubo nadie que le haya quitado la pelota”, y que cuando se ponía a patear desde el área 18 con 18 pelotas “le pegaba a 15, y fuerte”. Todos ellos y muchos más se reunieron la noche del viernes en el Club Social y Deportivo
Juventud Unida Zona Sud (Laprida al 5900) para celebrar los 70 años de quien se considera “uno más de once”, pero que sin dudas tenía la calidad para dejar asombrados a todos los que lo miraban.

Tal es la magnitud del mito que incluso gente de Buenos Aires y hasta de Italia se hicieron presentes en la fiesta, además de los medios internacionales de España y Chile que meses anteriores vinieron hasta Rosario para conocer la historia del Trinche.

Conclusión pudo dialogar con Carlovich, quien pese a las adversidades del tiempo y la vida se mostró con una alegría inmensa de estar rodeado de amigos, y de la gratitud que le brindan los hinchas Charrúas y los fanáticos del fútbol de todo el mundo.

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¿Cómo estás pasando tu cumpleaños con tanta gente y tantos amigos que te dejó el fútbol?

Esto es una alegría inmensa. Imaginate. Gente que hacía mucho tiempo que no venía, el muchacho este que vino de Buenos Aires, Pappalardo, un montón de gente. A pesar de que hace dos años que vengo mal en el sentido de que he perdido mucha gente allegada a mi familia, un momento muy dificil de mi vida, pero lo que me queda son esta gente, la amistad que tengo con ellos, y les agradezco siempre, porque esto es lo principal, tener amigos que se acuerden siempre de uno. Tener siempre el apoyo de ellos. Yo sinceramente no iba a venir porque me sentía mal, ya hace un tiempo que me vengo sintiendo para el diablo, los golpes de la vida… pero es así. El viejo (Julio Humberto) Grondona dijo “Todo pasa”, y tiene razón, todo pasa, pero a veces te cuesta y se sufre mucho. El caso mío es que más grande viene uno más sentimental se pone, pero lo que te mantiene vivo y con ganas son los amigos, que siempre están en los momentos dificiles.

¿Qué te genera que hayan venido medios de España o de Italia a descubrir “La historia del Trinche Carlovich”?

30Yo sinceramente no lo puedo creer. No sé a qué se debe. O el caso de Marcelo Bielsa que desde Francia me mandó un libro en el que había cuatro páginas mías, estando él dirigiendo en Francia. Después han venido de España, de Chile. No lo puedo creer, me parece mentira porque ha pasado tanto tiempo y que la gente todavía lo recuerde… Me pasan cosas, todos los días donde voy; a un almacén, a un super. Anoche había un hombre adelante mío en la cola para pagar las compras, y me dice “No, pase usted”; cuando pregunto cuánto es al cajero, el hombre que estaba atrás mío me dice “Perdone, si no se ofende, esto lo pago yo, por tantas alegrías que nos dio usté’ a los rosarinos”. Me pasan cosas así. En la cancha ni hablar; yo voy a la cancha de Newell’s, de Central, y en todas las canchas me tratan igual. Voy porque a mí me gusta ver un espectáculo, y esto de la violencia se termina el día que la gente crea que es un espectáculo y que pagas la entrada para ver un espectaculo. Después tanto en Rosario como en Mendoza, Santa Fe o muchos lugares me recuerdan bien y tengo muchos amigos, gracias a Dios.

¿Qué opinas del presente de Central Córdoba?

Siento que son rachas. El campeonato pasado estuvieron cerquita para ser campeones y no se les dio. Este año con refuerzos y gente nueva que vino se creía que se iba hacer una buena campaña, pero a veces las cosas no salen como uno piensa. La gente tiene que apoyarlo a (Ariel) Cuffaro (Russo) porque hizo una buena campaña y esto a flote se sale, hay buenos jugadores.

¿Y cuando ves estas malas rachas no te dan ganas de estar en otro lugar que no sea el de hincha? ¿O es una etapa que ya pasó?

No, ya pasó. Ahora voy, miro, y me gusta mirar. Si puedo charlar con el técnico charlo, pero hay un técnico, hay que respetar y uno tiene que estar afuera mirando. Soy amigo de él, de un montón de gente, y el respeto está primero que todo. Yo creo que como hizo la buena campaña el año pasado se tiene que repetir.

¿Hay algún jugador que alguna vez hayas visto que digas ‘Este se parece a mí’ o ‘Tiene cosas de mí’?

No me gusta hacer comparaciones, nunca me gustó hacer comparaciones. He visto grandes jugadores, pero las comparaciones no existen para mí. Es una cosa muy distinta.

¿Y cómo te describirías para alguien que no te vio?

Como uno más de once. Un equipo no lo hace un buen jugador, sino once compañeros y los que están afuera en el banco haciendo fuerza para poder entrar.

¿Sentís que la carrera que tuviste es, a fin de cuentas, la que querías tener o te hubieras imaginado algo más?trinche salva2

Pensé que iba a durar más. Cuando tenés 20 años te crees que esto va a seguir mucho tiempo, después se pasa tan rápido que decís “Pucha, mirá lo que dejé en el camino”, pero no por lo que ha hecho uno, sino que es porque te achicaron los tiempos. Yo jugué casi hasta los 40 años y podría haber seguido jugando, dos años más por lo menos, pero seguí jugando en torneos internos. Uno nació con esto. Yo nací con esto. Con una pelota de trapo, con el barro, con un montón de cosas que en la actualidad no existen, gracias a Dios. La única diversión que tenía era una pelota de medias que me hacía mi vieja, con el tiempo pude tener una de goma, y después al pasar el tiempo ya las cosas cambiaron. Fui a Central, de Central a Central Córdoba, de Central Córdoba estuve jugando en Mendoza, en Colón, varios lugares donde ya era más profesional, pero las cosas eran mucho más distintas que ahora. Ahora el jugador se dedica a jugar nada más.

¿Y vos pensás que si hubieras cambiado algo, sea en la dedicación o en cualquier aspecto, hubiera sido distinta la historia?

Yo no estoy arrepentido de nada. Hice las cosas que me gustaron hacer. A lo mejor me equivoqué en algunas cosas, como todos, pero si hubiera nacido de nuevo lo hubiera hecho de vuelta porque yo lo sentía así.

¿Cómo ves el fútbol de hoy comparado con el de tu época a nivel dirigencial?

Todos los clubes están muy comprometidos con las finanzas. Yo hace 30 años que vengo diciendo lo mismo: para que un club salga adelante y todo, si vos querés ser presidente tenés que declarar los bienes que tenés. Si vos tenés diez departamentos, se termina el mandato y hay deuda, pagá con los diez departamentos que tenés y todos los clubes estarían bien saneados, bien prolijos; pero acá nadie hace nada de eso, hacen cosas y no pasa nada.

Teniendo en cuenta la diferencia marcada de categorías que hay hoy entre un jugador de Primera y uno de B Metropolitana, ¿Está la chance de que surja otro Trinche que del ascenso se haga un nombre?

Siempre salen jugadores buenos. Ahora se están fijando mucho en jugadores del ascenso porque ya no pueden más comprar jugadores de otros equipos, porque no hay plata en ningún lado. Acá en la Argentina no hay plata; les está costando para vender y venden barato. Vos fijate que los clubes grandes caso Boca, River, Independiente o Racing, antes ganaban campeonatos y campeonatos. Ahora cualquier equipito que sale, equipito como una forma de decir, ya emparejó todo. Vos antes ibas a San Juan y hacías cinco o seis goles; ahora vas y te hacen cinco o seis ellos. Se niveló todo, para bien de todos. Hay más competencia, son más profesionales. Todos quieren estar en Primera y eso es muy importante. Desde el ascenso salen jugadores que están mirando mucho. Por ejemplo Caruso Lombardi tiene vista bárbara para conseguir jugadores del ascenso, por todos lados hay jugadores que ascendió él, y son buenos jugadores porque hay que verlos, hay que mirarlos, hay que mirar lo que tenés acá. Si de acá tenés que mandar para afuera.

Siendo que sos el ídolo histórico de Central Córdoba, ¿Te sentís contento o hubieras preferido ser el ídolo de Central o Newell’s?

No no, de Central Córdoba. Central Córdoba me dio mucho a nivel de aprendizaje, me aguantó muchas cosas, jugué bien cómodo, me trataron muy bien siempre y le voy a estar agradecido siempre a Central Córdoba. Para mí fue una etapa muy hermosa de mi vida porque me pude mostrar como jugador. Lo poco o nada que sabía me lo dio Central Córdoba.

 

Desde Buenos Aires, por el Trinche

trinche salva6El mito de Carlovich trascendió ampliamente los límites de Rosario. Ya en su momento había personas como José Pekerman, hoy entrenador de la Selección de Colombia, que cada vez que aquel Central Córdoba pisaba Buenos Aires iba a la cancha a verlo. Décadas más tarde, esas mismas ganas de verlo fueron las que impulsaron a Daniel García a venir desde la Capital para conocer al mito en persona.

“Hace un tiempo atrás me vine a buscarlo acá, buscando el mito, la leyenda, y la verdad es que encontré un amigo”, aseguró García a Conclusión, visiblemente feliz por el momento y por estar compartiendo palabras junto a su ídolo.

“Ahora él nos viene a visitar, va para Buenos Aires, o nosotros venimos para acá”, cuenta también el hombre, al que su pasión por el Carlovich se le fue adquirida gracias a su grupo de amigos de Alvarado, del club San Fernando.
“Me contaron de la historia, que lo habían visto por internet, y lo vi y me conmoví. Un día me agarró la locura de querer conocerlo, estaba con unos amigos en un lugar donde laburo y digo “Lo quiero conocer”, y me vine. Lo empecé a buscar por todos lados, conocí a toda la familia antes de conocerlo a él. Terminé en la casa de los hermanos, de la hija, de los amigos; todo el mundo lo conocía, cada uno me contaba 4 o 5 anécdotas de él y de las cosas que hacía, todo lo que dibujaba, hasta que un día dí en la casa. Después de estar una hora esperando abajo del sol, resignado de que no lo iba a encontrar (inclusive el vecino me dice “Lo vinieron a buscar de la selección y no lo encontraron, lo vas a encontrar vos”), y cuando ya estaba por irme veo que pasa una bicicleta, y era el Trinche. Fue muy loco la verdad, y ahí nació una amistad muy linda que está creciendo cada vez más, no sólo con él sino con todos los compañeros Charrúas también”, contó su historia Daniel.

Él además afirma que no hay ningún otro jugador que le haya generado eso, ni siquiera Maradona, que uno “sabe que es el jugador más grande que hay”. Mientras tanto se muestra contento, asegurando que Central Córdoba se ganó un hincha más. El año pasado, en el anterior festejo de cumpleaños, se ganó una camiseta Charrúa autografiada por su ídolo.

Sus compañeros confirman el mito

Jorge Nelson Forgués, también conocido como ‘Bocha’ y querido por todos los hinchas del Matador de Tablada, asegura que sus primeros pasos en el Charrúa los dio gracias al propio Carlovich.

“Cuando yo empecé a jugar en la primera de Central Córdoba, me acuerdo que el primer partido estaba en el banco. Teníamos un tecnico que no podía entrar a la cancha, y el Trinche se arrima faltando 15 o 20 minutos y me dice “Bocha, entrá”. Yo miraba a ver a dónde estaba el técnico, quería que él me dé la orden, y no lo encontraba porque estaba afuera de la cancha y el Trinche me vuelve a repetir “Bocha, calentá que vas a entrar”. Me saqué el buzo y entré, o sea que él fue uno de los que verdaderamente me puso por primera vez.

El jugador campeón del Torneo Esperanzas de Toulon con César Menotti en 1975, quien pasó por Platense y Gimasia de La Plata entre otros, sostuvo que no cree que haya tenido otro compañero que le haya visto hacer las cosas que hacía él. “Jugar en Buenos Aires y plantarse en la mitad de la cancha como lo hacía él, con toda esa virtud que tenía que era el fulbo”, afirmó, a la vez que se mostró apenado de que no existan videos de él.

“Podria jugar tranquilamente hoy. Si el Trinche recibía 50 pelotas, 49 no la erraba. Hoy midiendo un jugador yo creo que recibe 20 y 10 la pierde, o da mal los pases, y aún así está dentro de los mejores jugadores. El Trinche nunca reventaba una pelota, siempre la ponía al piso, no se puede explicar, desgraciadamente no hay videos. De lo que vi y entiendo el fútbol fue uno de los mejores”, cerró Forgués, con la camiseta azul y roja de Charrúa puesta.

trinche salva3Sullivan y Berazain fueron dos de los ‘wines derechos’ que formaron parte de aquel gran equipo de Central Córdoba que era respetado en Buenos Aires y cualquier lugar en donde jugara. Berazain, por su parte, destacó que Carlovich “era una persona lenta para jugar pero rápida de la cabeza”. “Él revoleaba los ojos y te la ponía en la punta del botín. Mucha técnica, mucha precisión; él estaba 15 segundos adelantado a todas las jugadas. Me hizo hacer muchos goles”, contó con detalle.

Por su parte, ‘El Loco’ Sullivan, quien compartió más tiempo con el 10 Charrúa, comenzó describiendo la calidad técnica superior que este poseía: “Por decirte una cosa, he estado años enteros en un campeonato de Primera B que era muy difícil, y no he visto a nadie que le haya sacado la pelota al Trinche. Con eso te digo todo. No se la quitaban a la pelota. En un rincón del corner el hombre salía con la pelota y no se la sacaban. Vos me preguntas cómo hacía y no lo sé, salía con los hombros gambeteando, era un malabarista del fútbol”.

A sus vez, asegura que un jugador como el Trinche actualmente no ha visto “y quizás ni vaya a ver”. “A lo mejor no tenía tanta velocidad pero era la mente tan veloz que los otros no se podían exponer a lo que él hacía. Igual que en la pegada, un pase de 30 o 40 metros te la ponía justo en el pecho, y las canchas de antes no son como las de ahora que son un billar, en las canchas de antes era potrero realmente como hemos jugado nosotros en Primera B y Primera C. Él a veces se ponía a patear desde el área 18 con 18 pelotas a pegarle al travesaño y de 18 le pegaba a 15, y fuerte. Calculo que hoy de 18 pelotas que patea cualquiera le pegarán cuatro y las otras 14 no”, concluyó, abrazado junto a su compañero.

Que el Trinche tenía calidad es innegable. Que era superior a muchos de los jugadores del fútbol argentino, también (y comprobado quedó el famoso día en el que la Selección de Rosario ‘bailó’ a la Selección Argentina en cancha de Newell’s). Sin embargo, el correr del tiempo, la escasez de videos y la cantidad de gente que tuvo la oportunidad de verlo con la pelota en los pies hace que año a año aquel jugador que desplegaba su talento en el Gabino Sosa se vaya transformando en un mito, y en una de las grandes historias que el fútbol tiene para contar. El único registro fílmico que había por Internet era una gambeta suya a Héctor Scotta, en un duelo en el que Central Córdoba y Deportivo Armenio igualaron dos a dos, y que fue utilizado para la película de 1983 de Carlos Galletini “Se acabó el curro”. Ahora, en 2015, en Youtube también se puede ver un resúmen de un partido entre el Charrúa y Deportivo Morón, del cual Carlovich fue parte.

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