DOMINGO, 17 DE NOV

Con el tiro del final

El Canalla acertó en uno de los pocos remates al arco que tuvo y con eso le alcanzó para alzarse con el triunfo en casa en una actuación colectiva floja. Está en deuda con el juego y en la parte física. Recupera terreno en el plano local.

Fotos: Sebastián Granata

Rosario Central volvió a sonreír en la Liga Profesional, algo que necesitaba imperiosamente. En un torneo argentino más que mediocre, con tantos equipos separados en pocos puntos, acumular victorias permite trepar rápido en la tabla. A sabiendas de que hay un déficit con el futbol que no logra corregir.

El primer tiempo fue ordinario por parte de ambos, para un bostezo grande acorde al lunes. La eliminación por Copa Sudamericana sintió efecto en el conjunto auriazul. La intrascendencia fue la norma general. Costó destacar algo dentro de un trámite chato, dónde ninguno impuso condiciones. Solo sobresalió la tarea de Mauricio Martínez, nada más.

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Los encargados de la gestación en Central estuvieron ausentes otra vez, como tantas. Ignacio Malcorra y Jaminton Campaz mostraron un nivel paupérrimo y Enzo Copetti fue más de lo mismo como hasta ahora: la nada misma.

Sí lució ordenado el Canalla en defensa, ante un Atlético Tucumán que jamás lo inquietó en la etapa inicial. Jorge Broun fue un espectador y la zaga central conformada por Miguel Barbieri y Carlos Quintana no tuvo complicaciones.

¿Situaciones? Solo dos. La primera un cabezazo de Quintana en un corner que pasó besando el palo izquierdo de Durso, y la otra un buen derechazo de ‘Caramelo’ de media distancia, cerca, cómo para sacudir la modorra.

Muy flojo lo del equipo de Matías Lequi, que ofreció una versión futbolística apática, sin sorpresa arriba y con escaso poder ofensivo.

 

Segundo tiempo

Si lo de la etapa inicial había sido ordinario, lo del complemento fue aún peor. El partido se aplacó completamente.

Central se cansó y no pudo tener la pelota. El Decano entendió que podía animarse un poco más y se adelantó en el campo. De hecho, tuvo una ocasión clarísima con un mano a mano que tapó bien Broun con el brazo ante un zurdazo de Nicola, el cual terminó pegando en el palo.

Sin resto físico ni la posibilidad de descansar con el balón dados los bajos rendimientos de los volantes de juego, el Canalla se sostuvo en el encuentro a partir de impericia rival, que salvo la chance mencionada anteriormente, careció también de ideas en ataque.

Nuevamente, los ingresos desde el banco de suplentes resultaron improductivos. Ni Lautaro Giaccone ni Maxi Lovera se pudieron meter en partido. ¿Copetti? Siguió sin aparecer, y se retiró fastidiado e impotente.

Sin embargo, cuando nada hacía suponer que se rompería la paridad, el recién entrado Juan Giménez capturó un rebote en una pelota parada y la acomodó de zurda con un remate que entró pidiendo permiso en el palo izquierdo tucumano. Central se ponía en ventaja de una manera insólita, pero había logrado lo más difícil.

Ya con pocos minutos hasta el final, el Canalla cuidó el resultado sin sufrir. Tres puntos y nada más, no es poco, pero sabe que está en deuda. Victoria necesaria para volver a sumar en el torneo local.

 

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