MARTES, 26 DE NOV

Marchi ignoró el pedido de los médicos de los clubes y ratificó el inicio de la Copa Superliga

A través de una carta firmada por la subcomisión de médicos del fútbol recomendaron a la los dirigentes la suspensión del inicio de la competición.

Los cuerpos médicos de los clubes sugirieron este viernes a la dirigencia de AFA y Superliga la suspensión del fútbol argentino como medida de prevención al coronavirus, pero el secretario general de Futbolistas Argentinos Agremiados (FAA), Sergio Marchi, ratificó que la Copa Superliga de Primera División comenzará este viernes a puertas cerradas, como estaba planteado.

A través de una carta firmada por la subcomisión de médicos del fútbol recomendaron a la dirigencia del fútbol argentino la suspensión del inicio de la Copa Superliga.

«Sabemos de los inconvenientes que esta suspensión les puede ocasionar, pero nosotros como responsables médicos de las instituciones participantes, tenemos como prioridad salvaguardar la salud de todos los miembros de esta gran familia del fútbol», remarcaron.

En la misma carta dirigida a Claudio Tapia y Marcelo Tinelli, los médicos también aconsejaron la suspensión de los entrenamientos «en forma colectiva».

Sin embargo, el secretario general de Futbolistas Argentinos Agremiados ignoró la recomendación de los profesionales y mantuvo la postura de jugar sin público la Copa Superliga. «Se resolvió que el día martes se va a convocar a todos los presidentes de los clubes, autoridades del Estado y los sindicatos para ver cómo seguimos con la situación», explicó Marchi, en declaraciones a TyC Sports.

«Esto excede la competencia deportiva. Lo que hoy podemos plantear es que se tomó la decisión con el presidente de AFA y clubes de Primera División jugar a puertas cerradas para minimizar los riesgos», remarcó.

Y, enseguida, agregó: «Si no jugamos el campeonato, que son más de 100 equipos que participan en las competencias del fútbol argentino, tampoco entrenamos. Si hacemos eso nos tenemos que quedar dentro de nuestras casas, y si cerramos la persiana al fútbol, tenemos que cerrar el país, no ir a los supermercados a trabajar, no mandar a los chicos a las clases. El análisis es mucho más profundo».

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