Desahogo colosal

Newell's consiguió un triunfo necesario, era imperiosa una victoria para cambiar el estado de ánimo y sin demostrar muchos cambios, el elenco de Lunari logró cambiar el enojo del hincha por una sonrisa y mirá el futuro con otra perspectiva. 

Newell’s consiguió un triunfo necesario, era imperiosa una victoria para cambiar el estado de ánimo y sin demostrar muchos cambios, el elenco de Lunari logró cambiar el enojo del hincha por una sonrisa y mirá el futuro con otra perspectiva.

El rendimiento futbolístico de Newell’s no fue muy diferente a lo que venía demostrando, pero en el fútbol mandan los resultados y la victoria cambia el panorama y máxime cuando el equipo venía cayéndose en picada, sin respuestas.

La llegada de Lunari, al menos, le transmitió confianza a algunos futbolistas, el equipo fue a buscar ese bendito gol para quebrar la peor sequía goleadora de su historia en Primera División y lo logró con el cabezazo de Salcedo que cambió incertidumbre por tranquilidad, que tanto necesita un plantel muy golpeado.

No son tres puntos más, son tres puntos fundamentales para propulsar un nuevo ciclo. El estallido en el tanto Rojinegro evidenció la necesidad del hincha de poder festejar una alegría, que tanto se le negaba.

Una noche para tomar nota en varios aspectos, mejorar la postura, no esperar tanto y ser más protagonista cuando se juega en el parque, aumentar el volumen de juego y seguir con la buena idea de ser vertical con los dos nueves, que por momentos se complementaron muy bien.

En cuanto a las formas, quizás no se vio el mejor partido del Leproso pero lo único en esta noche de sábado, era el triunfo, como dijo su DT, cortar la racha negativa y volver a empezar.

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