Argentina estuvo a nada de recibir el golpe de nocaut, tuvo un segundo tiempo para el olvido pero como en Qatar volvió a aparecer el salvador: Dibu Martínez, que en el momento clave, la serie de penales, volvió a atajar dos disparos y le dio al combinado nacional una victoria muy festejada y donde Scaloni deberá trabajar para cambiar una imagen que terminó siendo alarmante.

La Scaloneta caminó por la cornisa, Ecuador desnudó todas las falencias en el retroceso, lo que venía exhibiendo en partidos anteriores pero no con tantas dificultades para detener la marcha del Tri, que por momentos lo desbordó por todos los sectores.

En el primer tiempo, la Albiceleste tuvo más la pelota e intentó profundizar, con un Messi ausente, se notaba que su fìsico no estaba en sus mejores condiciones y la zona media era de tránsito libre. El Tri esperaba y salía con mucha inteligencia y criterio de contrataque, antes del gol argentino, el rival tuvo varias oportunidades para abrir el marcador pero fallaba una y otra vez.

El gol de Lisandro Martínez traía tranquilidad y el combinado nacional terminó dejando una buena imagen antes del descanso, con Enzo Fernández desperdiciando varias chances de gol.

Pero el complemento del elenco Scaloni fue de lo peor de su ciclo, entre no querer jugar y en los últimos 20 minutos dedicándose a aguantar la mínima diferencia, el equipo se iba metiendo cada vez más cerca del Dibu y por inercia el empate se veía venir.

Una mano de De Paul, que el juez Matonte (de floja labor) cobró penal, que Enner Valencia falló con su disparo al palo derecho.

Pero la igualdad no tardó en llega y con un notable cabezazo de Rodríguez, el Tri en tiempo adicional, alcanzó el empate agónico. Los minutos anteriores al pitazo final fue de una confusión alarmante en el elenco argentino, a tal punto que casi llega el segundo del rival, un testazo de Jordy Caicedo que se fue junto al palo y el corazón de los argentinos volvió a latir.

En los penales, la historia se repitió, como en el Mundial el Dibu Martínez aseguró dos atajadas y le permitió a sus compañeros liquidar la serie con mayor tranquilidad, ya que Messi había errado el primer disparo, que dio en el travesaño.

Argentina fue una sombra, no tuvo tenencia, el talón de Aquiles de un conjunto que necesita del control del juego para imponerse en el área rival.

Hay problemas en la contención, el DT tendrá que buscar variantes para recuperar la bocha con rapidez, Ecuador ganó por los costados, estuvo cómodo con el pase rápido y preciso, de Caicedo y Sarmiento.

Queda claro que poco importa en esta clase de partidos cómo se gana, porque podés tener un juego atildado con superioridad pero si no tenés poder de fuego, te podés quedar afuera.

Argentina sufrió con razón, porque el rival lo superó en varios pasajes del juego y gracias a su héroe, Emiliano Martínez, se metió entre los cuatro mejores de América y busca el bicampeonato continental de selecciones.