VIERNES, 22 DE NOV

La zurda de Mario, tinta indeleble en la historia rojinegra

El Metropolitano del año 74 marcó para siempre la memoria leprosa y fue a partir de un zurdazo del genial 10 que era Zanabria. Algunos detalles de aquella consagración, que se edificó de menor a mayor y con detalles que no pueden pasar inadvertidos.

 

Pasaron 46 años ya del Metropolitano 1974, pero en la memoria leprosa se trata de un recuerdo imborrable, como aquella “palomita” de Aldo Poy que con tanta intensidad se mantiene en el inconsciente canalla. Si bien no se trató de una final, el empate contra Central en Arroyito, en la última fecha del cuadrangular final, posibilitó al elenco del Parque Independencia gritar campeón.

El modo en que esa consagración se materializó, fue gracias a un golazo de Mario Nicasio Zanabria, cuya zurda pasaría a la historia por ser el motivo de la felicidad de la mitad rojinegra de Rosario.

Para ese torneo, la AFA agrupó a los 18 equipos de Primera División en dos zonas de 9, en cada una de las cuales los enfrentamientos eran todos contra todos. Además, por fecha había un partido interzonal. Los dos primeros de cada grupo se adjudicaban el derecho a disputar el título en un cuadrangular, a jugarse cancha neutral.

El tema fue que este último punto se tornó muy peculiar: en la última fecha se midieron los dos conjuntos rosarinos y se tomó como escenario el estadio de Arroyito, pero Central no ofició como equipo anfritrión. Fue por sorteo.

Otro detalle que no debe permanecer inadvertido fue la decisión (¿por error u omisión?) por parte de la AFA de no suspender el torneo mientras se disputase ese año el Mundial de Alemania, por lo que en la mitad del certamen de Primera División muchos equipos perdieron valuartes, cedidos al combinado nacional comandado Vladislao Cap-José Varacka-Víctor Rodríguez.

Entre los cuatro que disputaron el cuadrangular, Central y Huracán fueron los que más bajas sufrieron. Por el lado de los rosarinos, debieron resignarse a jugar sin Poy ni Kempes, mientras que el Globo cedió a Carlos Babington, Miguel Angel Brindisi, Jorge Carrascosa y René Houseman. Newell´s y Boca no tenían jugadores en el representativo nacional.

El camino previo

El “Canalla” había sido el mejor durante la ronda inicial, con una cosecha de 26 unidades y sacándole 5 a su escolta en la zona A, Huracán. La recordada delantera de ese equipo tenía como estandartes a Ramón Bóveda, Roberto Cecilio Cabral y Mario Kempes y con Aldo Pedro Poy -el de la palomita- como estratega. Así golearon 5-1 al Globo de Parque Patricios y a Vélez, mientras fue 3-0 a All Boys. Fueron derrotados 4-0 por un River irregular.

Por el lado de Newell´s, lideró el grupo B con 24 unidades. Apenas un punto por detrás, Boca y Ferro alcanzaron los 23 y debieron jugar un desempate para definir la segunda plaza en el cuadrangular, que fue para los xeneizes.

A pesar de la potencia ofensiva de Alfredo Obberti, la habilidad para la gambeta de Santiago Santamaría y las determinantes sutilezas de Zanabria, la Lepra no habían tenido un andar tan contundente. Pero es lo que suele pasar con los campeones, que se van consolidándo en el andar.

Luego de un inicio con dudas, el equipo logró afianzarse en los puestos de arriba. Sin embargo, una derrota sobre el final del la ronda inicia, ante Argentinos Juniors en La Paternal generó intertidumbre en la parcialidad leprosa, pero en la última jornada ese miedo se disipó con una angustiosa victoria frente San Lorenzo, con un gol agónico de Rocha para sellar el 2-1y pase al la etapa definitoria.

Ya en el cuadrangular, Newell’s, dirigido por Juan Carlos Montes, consiguió su primer triunfo en el frente a Huracán (3-2) en el Gigante de Arroyito. Ese mismo día, por su parte, Central venció a Boca 3 a 1 en el Parque de la Independencia. En la segunda fecha el panorama, la balanza comenzaría a inclinarse a favor del rojinegro, que le ganaron a Boca por la mínima en Parque Patricios – noche para el cuadro de Carrasco- mientras Central caía derrotado ante Huracán, también 1 a 0, en la Bombonera.

Los leprosos acumulaban 4 puntos, sus vecinos de Rosario y los quemeros, 2 y los de la Ribera cerraban la tabla sin unidades. La definición estaba abierta, pero Newell´s tenía todo a favor: con el empate era campeón. Los de Arroyito debían ganar para llegar a un desempate y el equipo de Parque de los Patricios necesitaba un triunfo y un traspié de los leprosos para que se armara un triangular. La definición permanecía abierta.

Boca truncó el sueño quemero al vencerlo 3-2. De este modo, el campeonato se decidía en Rosario, específicamente en Arroyito.

Aún pesaban los hechos de tres años atrás, en el Monumental, cuando Aldo Pedro Poy y su palomita memorable habían coronado un día negro para su historia deportiva.

El desenlace

Rosario quedó suspendida en el tiempo; la divisoria de colores en la ciudad se agigantó en esas horas previas, como nunca, incluso para una ciudad ya muy dividida cuando de fútbol se trata. La tarde del 2 de junio de 1974 será para siempre un hito al cual volver para dibujar una sonrisa en el rostro de los hinchas leprosos. El eterno rival vencía cómodamente, 2 a 0 y ahogaba el sueño de gritar campeón, sacudiéndolos otra vez en la derrota, como en la semifinal del 71 en cancha de River. A poco de finalizar el primer tiempo, de penal, Arias había puesto el 1 a 0. Carlos Aimar amplió la diferencia a los 24 del segundo tiempo.

Montes mandó a la cancha a Manuel Rosendo Magán, un ex delantero de Independiente. Un minuto después del segundo tanto canalla, descontó Armando Capurro con un cabezazo. El final se acercaba y todos ya vislumbraban la finalísima. Con la desesperación inevitable de las circunstancias, Newell’s buscaba el embate a como de lugar. Finalmente, tras un centro del delantero recientemente ingresado, Zanabria hizo su aparición. El fino 10 sacó un zurdazo que se incrustó en la red de la valla de Carlos Biasutto: el gol del Newell´s campeón. El final fue abrupto, con invasión de cancha. El encuentro no pudo terminar con normalidad. Dos días después el partido fue dado ganado a Newell’s por la cercanía con el final. Ya se había desatado la fiesta leprosa en Arroyito.

Síntesis del partido final

Rosario Central 2-2 Newell»s

Newell»s: Carrasco; Rebottaro, Pavoni, Capurro, Barreiro; Picerni, Berta, Zanabria; Santamaría, Obberti (Ribecca) y Rocha (Magán). DT: Juan Carlos Montes.

Rosario Central: Biasutto; González, Arias, Cornero, Burgos; Aimar, Solari, Zavagno; Bóveda, Roberto Cabral y Carril. DT: Carlos Timoteo Griguol.

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