Newell’s mostró un flojo rendimiento y no pasó del empate en casa

Por Santiago A. Fraga

En un partido que se dio calculado y físico, Newell’s no pudo ser superior a Independiente Rivadavia y empató sin goles, mostrando nuevamente una floja cara ante su gente.

Pese a tener algunos mejores pasajes que el rival en el primer tiempo, el rendimiento general fue regular para el equipo de Sebastián Méndez, que todavía no aceita su juego y, especialmente, sufre de grandes baches en donde no puede imponer presencia y controlar la pelota.

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Dentro de esos aspectos más notorios a trabajar, se encuentra lo despoblado que queda por momentos el mediocampo (sobre todo en las transiciones), con Juan Méndez y Julián Fernández abocados netamente a la contención, casi acoplados a la línea defensiva, y generando que Éver Banega tenga que hacer un mayor desgaste y recorrer más distancia para atacar y defender. Otro son los movimientos de la línea de ataque, con Fernando Cardozo padeciendo jugar a perfil cambiado (algo que pide constantemente el ‘Gallego’) y Juan Ramírez sin poder ganar su lugar dentro del área y sin sacar diferencias a sus marcadores.

Con Banega siendo el más claro en el armado y alguna leve pincelada de Francisco González o de Cardozo en ataque, el principal aspecto destacable de este Newell’s versión Méndez fue la entrega de algunos jugadores y la faceta defensiva, con un gran trabajo de jugadores como Víctor Velázquez, Julián Fernández y Saúl Salcedo para cortar con el dinamismo de Independiente Rivadavia. Asimismo, también quedó expuesto que otros futbolistas no estuvieron a la altura del desgaste de sus compañeros, ni demostraron desde lo actitudinal.

Pese a esto, y siendo Sebastián Villa el que más esfuerzo exigió a la defensa leprosa (llegando a marcarlo entre cuatro jugadores), la más clara del partido fue para el equipo mendocino, con una impresionante atajada de Ramiro Macagno tras un doble cabezazo en el área. Con ese peligro disuadido, en el primer tiempo el que más jugadas ocasionó fue Newell’s, aunque también sufrió a un Ezequiel Centurión afilado (sacó dos claras) y el mal momento de Ramírez, que no pudo aprovechar otras dos ocasiones.

En el complemento, el rojinegro volvió a sufrir estos baches y necesitó nuevamente de las intervenciones de Macagno, que le sacó dos oportunidades claras a Villa para convertirse en la figura junto a Velázquez.

Para mayor problema, el banco no da ninguna muestra de ser una garantía de confianza, habiendo aún una notoria diferencia física y técnica entre los que entran y los que salen. De los recambios, la única cara nueva fue la de Gabriel Carabajal, que aún no está al 100% físicamente y se mostró mucho más impreciso que ante Barracas, donde fue totalmente determinante para el gol del triunfo.