No encuentra el rumbo

El Canalla repitió errores del torneo pasado y cayó merecidamente ante su rival, que sin hacer mucho lo lastimó cada vez que se lo propuso. Muy flojo nivel en el medio y en defensa. Agustín Módica, el punto más alto.

POR PAULO VIGLIERCHIO

Rosario Central cambió de foco en el rubro competencia para que nada cambie. Todo sigue igual de mal para el equipo de Miguel Ángel Russo, que no le encuentra la vuelta en este 2024 a un plantel del que supo sacar lo mejor de sus posiblidades el año pasado, logrando que varios jugadores tuvieran un rendimiento por encima de las propias capacidades, lo que llevó a que pudiera consagrarse campeón en el plano nacional.

Muchos de esos nombres que fueron claves en esa conquista hoy transitan un bajón sostenido, lo que explica la merma en rendimiento y resultados. El Canalla continúa con vuelo bajo y la imagen tampoco pudo ser cambiada en el estreno por Liga Profesional. Siempre un torneo nuevo renueva las ilusiones, con la esperanza de lo nuevo. Sin embargo, en Arroyito el semblante es el mismo. Nada se modificó para bien, todo lo contrario, se perfecciona lo malo.

En medio de esta crisis de identidad que transita salió a tratar de plantar cara en el estadio Diego Armando Maradona, ante un adversario complejo, que juega bien, con una idea clara, un plan elaborado por el técnico y ejecutado eficientemente por los protagonistas en el campo. Ni siquiera el hecho de haberse puesto en ventaja desde el vestuario le dio la inteligencia y el aplomo necesario para manejar los tiempos del partido.

Es que, tras el golazo de Agustín Módica, que incluyó una gran jugada individual y mejor asistencia de Maxi Lovera, Central nunca fue capaz de sostener la diferencia a su favor desde la tenencia, ya que el balón le duró poco y nada, se lo sacó de encima y dejó venir a un Argentinos que se agrandó, ya que sabía de la liviandad que el conjunto auriazul exhibía en la mitad de la cancha y en defensa. La línea de cinco no brindó seguridad en ningún momento y la zona media fue de paso, ya que ni Mauricio Martínez (de muy bajo nivel) y ni Kevin Ortíz impusieron presencia, dejándose ganar las espaldas con facilidad, muy vulnerables en la tarea de contención.

Así, no llamó la atención que en pocos minutos Argentinos empardara la historia, fruto de un buen cabezazo de Álvarez, que le ganó a todos en un córner y su testazo venció la resistencia de Fatura Broun, quien una vez más se erigió en héroe para evitar que el local convirtiera aún más goles. El Canalla sufría, hacía agua en el fondo y cada ataque de los de La Paternal daba la sensación de peligro. Nadie estuvo firme abajo, encontrando Lescano y Goundou libertades para desarrollar su mejor juego.

La suerte le volvió a hacer un guiño a los de Russo cuando Heredia quizo despejar tras una pelota parada y mandó la pelota contra su propio arco. Cuando parecía que había una nueva oportunidad para remendar las falencias y manejarse con calma, nuevamente Central hizo todo para que se lo empataran, y así sucedió efectivamente. En otro córner, Carlos Quintana puso la mano de manera infantil y Lescano lo cambió por gol desde el puntp penal. Todo como al comienzo, en una igualdad que era injusta dado la supremacía de uno sobre otro. El fútbol también consiste en ser pillo, vivo, en los momentos que lo ameritan, todo lo contrario a lo que transmite la formación auriazul, con una inocencia pasmosa.

En el complemento, la historia tuvo el mismo desempeño. Era Argentinos el que intentaba por todos lados, mientras el Canalla solo se aferraba al empate, aspirando a sacar alguna contra milagrosa que dejara a Módica para que se arreglara arriba, quien a decir verdad bastante se la rebuscó, siendo de lo poco rescatable en la noche porteña. El juvenil demostró que, aún con limitaciones, es el delantero que tiene que estar desde el arranque actualmente, ya que ni Luca Martínez Dupuy ni Tobías Cervera han demostrado poder actuar como únicos puntas en un equipo que de por si abastece poco a sus atacantes.

Cómo será este deporte que, en una jugada en la que Central se pudo poner 3 a 2, con una combinación entre Emmanuel Coronel (indiscutiblemente titular) e Ignacio Malcorra (otro con actuaciones decrecientes) que el 10 definió, siendo atorado por el Ruso Rodríguez en el mano a mano, de allí vino una contra que encontró a un Goundou que tuvo tiempo tiempo de recibir, acomodarse para su perfil sin que alguien lo molestara y sacudir de zurda al ángulo de Broun para sellar un golazo. Esa acción ejemplifica e ilustra los enormes problemas que tuvo el conjunto auriazul atrás.

Ya en desventaja, ingresaron Lautaro Giaccone, Jaminton Campaz y Tomás O’Connor para poder sumar algo de creatividad, pero poco pudieron hacer ante un Argentinos que cerró bien los espacios, plantado abajo para poder interceptar cualquier pérdida y salir con velocidad. Aún así, pudo haber llegado al empate con otro remate de Módica que se estrelló en el palo, o una que Malcorra definió débil tras una arremetida de Campaz que incluyó un centro rasante y el brazo salvador del Ruso para evitar la arremetida del lungo centrodelantero. Hubiera sido demasiado premio para un Canalla que defendió pésimo todo el encuentro.

Central volvió a sucumbir por segunda vez en la semana. Nuevamente vuelve a dejar una imagen preocupante en cuanto a lo futbolístico, con errores defensivos que se pagan caro. Anímicamente si tuvo un poco más de orgullo que en la caída ante Atlético Mineiro, pero con ganas simplemente no alcanza. A la voluntad hay que darle sustento desde el juego, con una planificación sólida de que es lo que se pretende y por que caminos llegar a eso. Hace tiempo que los cimientos construidos empezaron a flaquear, es urgente e imperativo rearmarse desde las bases y esbozar una solución, de lo contrario seguirá trastabillando.

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