Tres historias increíbles de Agropecuario, el club del momento
Con apenas seis años de vida, el Sojero de Bernardo Grobocopatel tuvo un meteórico crecimiento que coronó con su ascenso a la B Nacional. Algunas historias mínimas que describen la esencia de esta institución.
- Deportes
- May 29, 2017
El meteórico crecimiento de Agropecuario Argentino, que el domingo logró el ascenso a la Primera B Nacional en apenas seis años de vida, tiene un puñado de historias que reflejan la idiosincrasia del club de Carlos Casares: se entrenaba en una plaza, copió un modelo empresario en la institución y sueña con recibir a Racing de Avellaneda.
Es que para Bernardo Grobocopatel, presidente-fundador el 23 de agosto de 2011 del club de la familia dueña del pool de siembre más importante de Latinoamérica, Agropecuario es un estilo de vida.
Pero para hoy llegar a este presente de gloria deportiva, que revolucionó a Carlos Casares, un pequeño pueblo de unos 20 mil habitantes a 50 kilómetros al Oeste de Capital Federal, hubo que transitar un camino de dificultades.
El presidente Bernardo Grobocopatel, el goleador del equipo Gonzalo Urquijo y el actual entrenador José María «Chaucha» Bianco revelaron a la agencia NA su historia de identificación con el club y el arraigo que generó en la gente de Casares, donde tiene su estadio para tres mil personas.
«Como en la empresa, en el club arranqué de abajo»
Bernardo Grobocopatel, fundador y presidente de Agropecuario, sostuvo que uno de los secretos del club que él preside es haber llevado la experiencia personal en su empresa a la institución.
En ese sentido, relató un ejemplo que le ocurrió cuando este año se acercó en persona a la AFA para llevar los pases de los futbolistas de las seis divisiones que iban a competir por primera vez en el torneo de Inferiores.
«En Viamonte me preguntaron por qué traía yo los pases y se sorprendían. Tengo la autoridad de que cuando en el club a alguien le doy una orden sé de lo que hablo, porque hice ese trabajo antes», expresó quien en la empresa familiar comenzó «barriendo la balanza en la que se pesaban los camiones».
Grobocopatel, que recuerda que su padre le enseñó a «empezar de abajo», afirmó que el club que preside «deseaba este ascenso, pero no lo esperaba» y destacó como algo muy importante el apoyo de la gente: «Metimos tres mil personas en algunos partidos y en Carlos Casares somos 18 mil habitantes».
«No me olvido que entrenamos en un parque»
En el plantel, remozado en varios pasajes desde su fundación, hay un jugador que sobrevivió a cada uno de los procesos: se trata del delantero goleador Gonzalo Urquijo.
Nacido en Bellocq, uno de los pueblos más importantes del partido de Carlos Casares, Urquijo desembarcó de entrada en Agropecuario, en la temporada 2012.
«Me venía los fines de semana a jugar acá desde chico, pero a los 15 años ya me quedé acá a jugar y cuando Bernardo armó esto me llamó. Lo principal que pasó en todo esto fue haber armado un grupo bueno de personas que trabajaron día a día y se rompieron el lomo creyendo que podían dar más. Hay que sacarse el sombrero», contó Urquijo, todavía con la voz cortada de la emoción del ascenso.
Haber vivido todo el proceso de crecimiento de la institución, le da a Urquijo un conocimiento exagerado del profesionalismo que tuvieron que tener dentro de un contexto muchas veces amateur.
«Y… pasamos de todo. Desde no tener una cancha para entrenar, lo hacíamos en un parque del pueblo, después en un centro de educación física… No teníamos ni para bañarnos porque no estaban los vestuarios. Pero en poco tiempo fue cambiando todo y no entiendo cómo nos puede estar pasando esto», aseguró el autor de ocho goles en este camino corto en el Federal A.
Y agregó: «Para mí fue algo que no me lo imaginaba, porque al haber siempre jugado en la Liga, no me hubiera imaginado lograr todo esto. Venían técnicos que traían sus jugadores y era muy complicado ganarse un lugar. Traté de no bajar los brazos nunca, obviamente que me enojaba a veces, pero con el tiempo les fui demostrando que podía estar y hace casi dos años que entré en el equipo titular y no salí más».
«El sueño es jugar contra Racing en Casares»
José María «Chaucha» Bianco, que llegó a Agropecuario a principios de este año, opinó que el «objetivo cuando me contrataron era hacer un trabajo a largo plazo».
«Como se retrasó el inicio del torneo (por las deudas con los planteles del fútbol argentino), pudimos laburar más tiempo y eso nos llevó a un entendimiento con un grupo muy humilde. Los resultados se fueron dando solos y así llegamos al ascenso», cerró.
Consultado por cuál será el objetivo en la Primera B Nacional, Bianco afirmó que dependerá de lo que charle con el presidente: «Conociéndolo seguro va a querer seguir creciendo ya que tiene un sueño que es jugar con Racing, club del que es hincha, en nuestro estadio. Y Racing juega en Primera».
El Chaucha, que tiene 55 años y tres ascensos sobre el lomo, contó que vive enfrente de la plaza de Carlos Casares y luego de los partidos «varias personas se me empezaron a acercar para saludarme, algo que al principio no me sucedía».
Por último, elogió a Grobocopatel ya que «es el presidente más presente que tuve en mi carrera, porque está en todos los detalles, viene a las prácticas y a las concentraciones».