Coqeéin Montana: «Yo no estuve bendecido, lo mío fue bancar el parche y trabajar todos los días»
Así lo expresó el trapero rosarino que triunfa en la escena nacional, y que desde corta edad trabaja incansablemente por sus sueños. Luego de presenciar el show de su colega L-Gante, brindó una entrevista en donde habló de sus logros y sus comienzos, y dejó una mirada realista sobre la industria de este género urbano que, para los nuevos artistas y seguidores, parece soñado.
- Espectáculos
- Oct 13, 2021
Por Federico Morel
Coqeéin Montana es uno de los traperos con más luces de la escena nacional y, luego del hit «Tumbando el Club» junto a Neo Pistea, logró posicionarse como un artista de gran crecimiento y proyección internacional dentro de este género que no para de conquistar espacios y seguidores.
El trapero y productor estuvo en Rosario el pasado domingo en el show de L-Gante, invitado por el precursor de la Cumbia 420, para disfrutar de su primera presentación masiva en las instalaciones del estadio cubierto de Newell’s Old Boys.
Allí, junto a Cuban Bling, Alejo Park, G-Sony, entre otros músicos, presenciaron el recital de casi cuatros horas que brindó el artista del momento ante más de dos mil personas.
Fernando Eduardo José Torinillo, conocido como Coqeéin Montana o Coqee Flow -para los más íntimos-, comenzó su carrera en Rosario allá por el año 2010, cuando con su banda de amigos empezaron a realizar eventos de freestyle y a componer temas en la casa de Skore, amigo del trapero, productor y dueño de la marca 348 Studio, hoy conocida como Rosario Outfit.
Entrado el año 2016, y luego de vivir muchas situaciones en donde se vio expuesto al hambre y la pobreza, el músico decidió embarcarse hacia la capital del país y buscar la manera de seguir realizando su música y sus producciones de manera profesional.
En la actualidad, Coqeéin trabaja intensamente en sus canciones, comparte producciones con artistas del genero urbano y no deja de creer en un principio que lo mantuvo firme hasta el día de hoy: pelear por los sueños a pesar del que dirán y trabajar incasablemente para «jugar en las primeras ligas».
Conclusión entrevistó al trapero rosarino, en una cálida charla que deja a las claras que sin esfuerzo ni trabajo tenaz los sueños no se cumplen, pero sobre todo, reponerse ante la adversidad como factor imprescindible para el desarrollo humano y artístico.
– ¿Cuándo decidís ir a vivir a Buenos Aires?
– Fue a finales de 2015, principios de 2016 que tomé la decisión de irme porque concluí mi ciclo en Rosario, en la parte freestyle y quería avanzar a la parte artística y, como dice el dicho, Dios está en todas partes pero atiende en Capital. Fui a probar suerte allá, si acá estaba en la misma que allá, no tenía un techo. Así que fui, con la diferencia que allá no conocía ni tenía amigos, así que de a poco me fui armando un plantel, una base, fui metiéndole, fueron muchos años de sacrificio, no bajar los guantes, meterle con todo y hoy en día se me dio. Al principio hubo un proceso que me llegaba una moneda, me empecé a meter en el negocio, había buenos números pero había muchas cosas que yo no entendía en la cual estaba perdiendo mucho dinero. Tampoco había muchas fechas como ahora, no era tan masivo y no se podía exigir tanto billete.
– Se puede decir que Rosario sentó las bases de tu carrera.
– Rosario fue mi escuela. Como rapero me hice acá. Yo empecé solo, pero lo que es flow, hacer freestyle, aprender de cultura general, porque acá me crie con Bboys, con beatboxers, con graffiteros, más allá de que yo ahora esté en otro género como quien dice, yo soy full rapero, me crie en todo ese ambiente. Yo acá aprendí mucho de la cultura, a estudiarla, a observarla, no solo a hacer solo freestyle o rapear, si no a escucharla, a prestar atención, todo tiene una técnica, todo tiene un sentido, tiene una manera de escribirse. Fue un proceso y luego a buscar más afuera, que fue el otro proceso artístico en lo que respecta a la realización de videoclips, buenas producciones, conocer beatmakers, tratar de meterme en el negocio de los shows, ya que no tenía tanta experiencia, si bien he ido a tocar a eventos que nos invitaban acá y demás, no estaba muy metido en eso.
– ¿De que viviste tus primeros días en la Capital?
– Allá estuve casi dos años viviendo de esas realizaciones y sobreviviendo haciendo subtes todo el tiempo y con eso me manejaba. Después de eso comencé a conocer más gente, varios artistas. A Neo Pistea ya lo conocía. Lo habíamos invitado a Rosario a un evento y me metí a grabar con él. Hicimos Codeína MixTape, que fue uno de los primero mix de trap, y con eso comenzamos a hacer un par de cambios en la movida. Por mi parte, empecé a encontrarme a mí mismo, apuntando a lo que yo quería hacer, en donde yo me sentía cómodo.
– ¿Descubrís el trap en Buenos Aires?
– En 2013 estábamos con Genuinos haciendo crunk con el Apolo, investigando, nosotros siempre respetamos distintos tipos de rap de todos lados, pero también nos gustaba mucho el rap americano, nos gustaba el dirty soul, el crunk. Luego todo eso empezó a evolucionar en lo que es el trap y cuando me encuentro con todo eso nuevamente flasheé. Con el Neo nos sentimos muy identificados, porque nosotros investigábamos las letras. Más allá del ritmo que era re bolichero, las barras eran bien crudas, bien de sufrimiento, bien de lo que estábamos pasando nosotros en ese momento, de salir a buscarse la vida, de cagarse de hambre, de “jacelear” que no es salir a vender nada sino buscar el peso día a día literalmente. Ahí dije esto es lo que quiero hacer porque me encanta; amo el rap, amo el hip hop, amo el boombap, pero donde más cómodo me sentí es con el trap, un mundo nuevo que cambio la vida.
– Neo Pistea es una persona importante en tu carrera.
– Neo tiene un papel muy importante. Con él nos juntamos dos días en su casa con un micrófono USB y grabamos Codeína Mixtape, una computadora que él tenía, con los pluggin truchos, sacando pistas de internet y la gente lo acepto bien. Si bien hubo mucho heater, lo aceptaron más que lo que estábamos haciendo antes con Genuinos, en ese momento nos decían wachiturros por que no entendían el mambo porque era otra cosa. Nosotros hablábamos de cosas que capaz la gente en ese momento no entendía. Y con Neo encontramos esa afinidad. De pibe humilde, pero que apunta a hacer dinero, a estar bacano, a invertir en nuestras cosas, a estar bien empilchado, pero no perder esa humildad de pibito de barrio que sale todos los días a buscarse el peso. Con el comenzamos así, y después sacamos el primer videoclip de Barbie, que fue uno de los primeros hit de trap que empezó a sonar por Palermo. Después de eso con Neo nos encerramos en un estudio e hicimos Codeína II, a esa altura ya había conocido a Mike Southside, los presenté con Neo y se llevaron muy bien, hicieron After MixTape. Después ellos me presentan al Negro Santos y ahí armamos KMD y ahí explotamos de verdad. Salieron un montón de fechas, cuando nadie tocaba trap en los boliches, nosotros tuvimos muchas fechas, el primer tour de trap en Argentina junto a YsY y Scolari, que en ese momento eran la cofradía. Y ahí fue cuando empecé a vivir de esto de verdad. Antes no estaba viviendo bien pero porque yo no quería porque estaba en la boguera.
– Con él graban la canción Tumbando el club y se re pegó.
– Eso lo grabamos en 2016, salió en el 2017 e hicimos el remix en el 2018 creo y fue un hit, fue un boom mundial. Para mi es el himno del trap argentino. Y eso me cambio la vida a full, porque si bien yo venía viviendo de esto, podía pagar mi alquiler, empilcharme bien, esto me dio un nombre en lo que es la industria de esto. Yo estaba haciendo todo muy por debajo, y ahí fue que empezaron a llegar las distribuidoras digitales, las editoriales, y demás negocios. Comencé a armar un equipo de trabajo, estar bacano, armar tours, buenas fechas todo más estructurado. Como quien dice me puse prolijo, me puse serio.
A mi toda la gente que me veía como un pibito pobre de la calle y me discriminaba, ahora me ve y me piden fotos y me dicen que me admiran.
– Muchos piensan que los traperos o los músicos que están en la escena, tienen suerte o están tocado por la varita mágica…
– La gente puede verlo como que el pibe tuvo suerte, la pegó, o está bendecido. Yo no tuve suerte, ni estoy bendecido, es más yo estuve maldecido toda mi vida. Lo mío fue bancar el parche hasta último momento y trabajar todos los días. Mucho sacrificio. Te doy un ejemplo, el jugador de futbol, tiene que sacrificar toda su adolescencia si quiere llegar a las grandes ligas, tiene que privarse de salir de joda, de tener novia, escabiar, mientras todos los amigos están en el boliche, él se tiene que ir temprano porque al otro día tiene que ir a entrenar. La gente que persevera y que se enfoca lo logra. Si no te perdés en la boguera, lo lográs. Yo por suerte me pude encaminar y dejé todo por esto, me privé de un montón de cosas, de estar bien, de tener un techo, de tener una vida saludable, vivía de acá para allá, muchas veces no tenía donde dormir, muchas veces no tenía que comer, porque me la pasaba en el estudio, yo no quería ir a laburar, yo quería ir al estudio. Conseguía plata como sea, juntaba para la hora de estudio, me encerraba y grababa seis temas y al otro día pensaba como hacemos los videos. Y así remando, si no te gano por bueno, te gano por plaga, te gano por cansancio. Hay que pensar que en algún momento el universo te va a dar algo. Si es poco, tomarlo como incentivo y si es mucho tomarlo con seriedad.
– En Rosario también fue una lucha contra viento y marea, ¿no?
– Todos los días con Skore vivíamos a fideos, todos los días, fideos con queso, con crema, con lo que sea. Nunca carne. Full fideos. Pero ahí estábamos. Eso no nos dio lucro, pero nos dio experiencia. Todo lo que es horas de estudio, postura en el micrófono, variaciones de flow, encontrarse uno mismo, escucharse y más que nada saber que era lo que queríamos hacer. El día que Skore compró las cosas, nos metimos cien por ciento en eso. Teníamos 17 años y ya estábamos armando una movida acá en Rosario con 348 Studio, 348 Inc, videos, eventos y no estábamos haciendo plata porque éramos niños. Era una movida bacana y dejamos una huella en Rosario. Con KMD fue lo mismo, compramos un estudio y nos instalamos ahí. Uno llevaba el café, otro llevaba el azúcar y grabar, grabar, grabar, pum, material. Lo que si ya estábamos más pillos con las posibilidades de hacer plata, con las distribuidoras digitales.
– ¿Qué rol juegan las redes sociales y las plataformas digitales en tu carrera y en tu crecimiento como artista?
– Son fundamentales. No entendíamos nada, hasta que fui a Buenos Aires y conocí a XXL Irione, estuve laburando con él y me produjo un par de canciones y me enseñó lo que era la monetización de YouTube. Encontré un mundo nuevo. Luego aprendí a trabajar con Spotify y las distribuidoras digitales y eso me ayudó mucho porque me dio un incentivo, generaba una moneda y no es lo mismo ir a pagar el alquilar rompiéndote el lomo que ir al estudio, grabar un par de temas, lo subo y voy y pago el alquiler. Es otra satisfacción. Creo que me ayudo a crecer más rápido. En otra época tenía que estar un año preparando el disco, otro año para masterizarlo y otro año para que se escuche y te lo distribuyan. Hoy en día hay miles de posibilidades, inclusive no hace falta que firmes con una Network, hay miles de páginas con las que podés ingresar al negocio, ser tu propio administrador. Es cuestión de estudiarlo y meterse a full.
Te puede interesar: Para la gestión de oportunidades, crean un espacio de producción local de artistas urbanos
– ¿En que trabajas actualmente?
– Tengo dos álbumes que grabé en Uruguay mientras viví allá. Laburé dos discos y se vienen esos lanzamientos. Varios singles con productores del ambiente, como Yael Beatmaker, Santi Beatmaker. Fiché con el sello Dreams Music, así que voy a trabajar con Guillermo Alfaro como manager. Ahora me estoy sumando al proyecto de Rosario Outfit, colaborando con los pibes con todo lo que aprendí, más lo que ellos hicieron durante todos estos años y con toda la movida que tienen ahora. Y ahora somos grandes y tenemos ingresos. Ahora podemos invertir, colaborar con el proyecto de forma seria. Yo tengo la sabiduría en lo que es edición que fui aprendiendo y a ellos les viene bien. Ellos tienen el estudio súper instalado y podemos meter full jornada de grabación.
– ¿Qué le dirías a los artistas que se encuentran en proceso de búsqueda y proyección, obviamente, desde tu experiencia?
– Que no se frustren, que no bajen los brazos y cuando les llegue una mínima alegría, que no se pierdan en la película. Si a vos te pagan por tocar en un evento dos mil pesos cuando recién estás empezando, no bajes del escenario y te lo gastes en escabio. Mejor andá a tu casa, guárdatelo y juntá para tu próximo tema que después te va a dar más shows. Hay que pensar como un empresario, ser ambicioso pero con buena ambición, querer vivir de esto. Si te toca una mala hay que esquivarla, y en cualquier momento te llega. Yo soy ejemplo de eso, vivía en Rosario, en el Parque España, y ahora tengo mi departamento. Yo no soy millonario, pero tengo mi sueldo. A mi toda la gente que me veía como un pibito pobre de la calle y me discriminaba, ahora me ve y me piden fotos y me dicen que me admiran. Así mismo en mi familia, yo era la oveja negra y hoy en día soy el orgullo. Yo me animé a irme y ahora soy mi propio jefe y tengo mi equipo de trabajo. Soy el orgullo de mi familia, pero hoy en día me ven bien y no me bajé de mis sueños nunca. Hay que buscar, luchar y si te dicen que lo están haciendo mal es porque lo estás haciendo bien. Hay que encarar para adelante, invertir en la música. Hay que rodearse de buena gente y de buena energía. Si les ofrecen un contrato que parece bueno, no se embarquen de una, porque a mí me paso de perderlo todo y la verdad es mejor no tener mucho pero que te dure, a tener todo en un año y perderlo en dos meses.