Cosquín 2017: Una noche con grandes figuras y la visita de Hernán Lombardi

El inicio de la velada musical  a cargo de reconocido y prestigioso bandoneonista salteño Dino Saluzzi quien presentó un repertorio de temas tradicionales con fuertes reminiscencias jazzísticas, con poca historia en el festival Saluzzi dejó conforme a la platea y se llevó un cálido aplauso de parte de los presentes.

Mientras el salteño se lucia en el escenario mayor, en la sala de conferencias de prensa, el intendente de la ciudad de Cosquin Gabriel Musso dejaba inaugurado formalmente el festival frente a los medios presentes en compañía del Ministro de Medios Públicos Hernán Lombardi y el intendente de Carlos Paz Esteban Avilés.

El intendente de la ciudad serrana hizo hincapié en las 48 sedes que se generaron y donde participaron miles de artistas de todos los puntos cardinales del país. Además destacó la importancia no solo del festival sino de todo lo que se genera a su alrededor, entre estas cosas destacó los 60 talleres que se llevarán a cabo durante los 10 días de festival, las 16 muestras, los 8 escenarios callejeros y los 800 artistas convocados que se presentaran en estos espacios.

Por su parte Lombardi dijo que “Cosquin es de todos los argentinos” y parte de nuestras vidas. En este sentido el ministro resaltó la importancia de los medios públicos en la llegada del festival a cada rincón del país y resaltó la tarea del canal estatal que está trasmitiendo en esta ocasión 42 festivales nacionales de distintos puntos cardinales de la argentina. “El espectáculo es importante pero la cultura contiene y trasciende al espectáculo”, remarcó el funcionario macrista  con respecto al fin del festival.

También Lombardi echó culpas al gobierno anterior diciendo que antes “estuvimos muy divididos”  y habló de un federalismo “real” diciendo que el grueso del presupuesto antes era destinado a Capital y Gran Buenos Aires. Entre los casos favorables de cambio en políticas culturales  citó a Tecnopolis que “hoy es federal y está dando vueltas por las provincias”. Otro de los puntos donde fue crítico es en la creación del Centro Cultural Kirchner,  según el ministro se invirtieron 700 millones de pesos que podrían haber sido usados con otros fines como llevar cultura a otros lugares del país y no a “dos cuadras de la Casa Rosada”.

Después de Dino Saluzzi les llegó el momento a los santiagueños Orellana Lucca, consagrados en la edición anterior fueron muy bien recibidos por el público y desplegaron toda su juventud y sonido comprometido con chacareras y gatos. Uno de los momentos más bellos fue el agradecimiento a Cosquín de parte de estos músicos cuando dedicaron Zamba de un cantor enamorado de Hernán Figueroa Reyes, canción emblema y representativa de los duendes festivaleros.

La grilla dio continuidad con la cantante proveniente de Junín Luciana Jury quien con una personalidad avasalladora demostró grandes cualidades artísticas y vocales, la sobrina del desparecido cineasta y cantante Leonardo Favio se subió por primera vez al escenario Atahualpa Yupanqui y no defraudo, posteriormente en conferencia de prensa dijo que la experiencia de cantar en este lugar es comparable con el nacimiento de un hijo.

En un ínterin a lo musical hubo homenaje a los 50 años de la creación del poncho coscoíno y  la presentación  de Romina Cáceres y Mauro Gorosito de  Entre Ríos,  ganadores del Precosquín en la categoría: pareja de baile tradicional. Le sigio a los bailarines la delegación de san juan con una propuesta colorida encarnado a los poetas cuyanos.

Ya pasada la una de la mañana,  llegó el turno para Horacio Banegas quien demostró su profesionalismo y puso de pie a la plaza, los espectadores no se conformaron con un solo bis y fueron por más, el escenario ya estaba cerrado y debido a la insistencia de los presentes volvió a abrirse, Banegas agradeció el gesto y corono su actuación con Hermano Kakuy tema representativo del repertorio santiagueño.

Después,  hubo otro capítulo para la danza con la presentación del excelente Ballet Nacional, creación de Norma Viola y Santiago Ayala y dirigido en la actualidad por Omar Fiordelmondo. La puesta en escena representó un salón de baile clásico de 1900 con los bailarines vestidos de gala y las bailarinas de blanco.

Luego llegó al escenario, el poeta y cantor de traslasierra José Luis Aguirre,  quien interpreto junto a su banda canciones de su último disco “Amuchado”,  antes del cierre, el cordobés recitó un poema de su autoría en defensa de la vida, el medio ambiente y la niñez. Estos versos encendieron en la plaza,  que aplaudió de píe.

Antes del final, Los amigos del Chango, impregnaron de su “música clásica argentina” el Atahualpa Yupanqui que celebró la continuidad musical de Farías Gómez en este talentoso grupo de artistas.

En el cierre,  Rally Barrionuevo con sus canciones de ayer y de hoy, mantuvo el fervor de la plaza y ratificó su vigencia como artista popular.