El recuerdo de “El Negro Fontanarrosa” pervive en la memoria popular

El célebre dibujante, humorista gráfico, escritor e historietista rosarino se despidió de este mundo terrenal un 19 de julio de 2007, curiosamente, en vísperas del “Día del amigo”, una fecha tan especial como él mismo quien hizo un culto de la amistad.

Por Juan Manuel Martellotto

Se cumplen 17 años del fallecimiento de “El negro Fontanarrosa”, un gran artista cuyo recuerdo pervive en la memoria popular.

El célebre dibujante, humorista gráfico, escritor e historietista es recordado no sólo por sus familiares, amigos e íntimos sino por millones de personas que no sólo disfrutaron de sus obras sino que lo admiraron por su sencilla y humilde personalidad.

En la ciudad se lo recuerda de distintas maneras: la ordenanza Nº 9226 que declaró con el nombre de «Esquina Roberto Fontanarrosa» en la intersección de Catamarca y Corrientes, donde se emplaza el edificio donde vivió «el negro» durante su infancia. La esquina del bar El Cairo, actualmente denominada Fontanarrosa Serrat. El Centro Cultural Bernardino Rivadavia cambió su nombre en 2012 por el de Centro Cultural Fontanarrosa que aún lleva actualmente. En el barrio La Florida hay una calle con su nombre y hasta existe un barrio que también lo rememora.

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El negro fue uno de los personajes que integraban la inolvidable «mesa de los galanes» del mítico Bar El Cairo, que fué una gran fuente de inspiración para muchas de sus creaciones. «Era un poco tímido, pero con una capacidad asombrosa. A veces estaban ahí en la mesa de los galanes y él veía entrar una persona, el negro lo anotaba y le hacía un dibujito», contó alguna vez a Conclusión, su gran amigo Aldo Pedro Poy (ídolo futbolístico canalla).

Otro gran amigo de Fontanarrosa, en este caso Ricardo Centurión (programación artística del Bar El Cairo), lo definió tal como fue: «Lo más grande de él era que sabía manejar esa cosa de ser un grande y que no le importaba. Sabía quién era, pero no le daba lugar en su persona a esa cosa que tiene privilegio, que tiene la admiración de los demás, y creen que vos tenés que ser diferente».

Entre sus gustos particulares fue un apasionado amante del fútbol y confeso hincha “canalla”, tenía su parte melómana y también hacía “un culto” de la amistad, a punto tal que eligió irse de este plano físico un 19 de julio de 2007, en vísperas del día del amigo. Su legado artístico lo sobrevive.

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