Ignacio Copani presenta su show Juglarse la Vida: “Soy un facilitador de encuentros”
El cantautor vuelve a Rosario este sábado 10 de agosto desde las 21, donde brindará un recital en el bar cultural "El Aserradero". El músico dialogó con Conclusión sobre su espectáculo, su compromiso político y su extensa trayectoria.
- Espectáculos
- Ago 8, 2024
Por Juan Manuel Martellotto
Ignacio Copani vuelve a Rosario para presentar su show Juglarse la vida este sábado 10 de agosto desde las 21 en El Aserradero (Montevideo 1518).
El cantautor que ha sido galardonado con premios, distinciones y nominaciones, ha recorrido con su música y poesía no sólo la vasta extensión territorial de Argentina sino de gran parte del mundo desde países americanos como Uruguay, Chile, Colombia, México y Estados Unidos hasta Europa donde ha visitado, entre otros lugares, España e Italia.
“Presentar Juglarse la vida, es ir asociando con un hilo conductor que tenga un sentido, no que sea simplemente autorreferencial o de vanidad. Es asociar las canciones a nuestra historia, a nuestro presente y a nuestra expectativa, y eso lo puedo hacer con canciones nuevas, pero también con canciones viejas que parecen hechas en estos días, porque también en la realidad que nos toca transitar no hay grandes novedades. Hay grandes crueldades, pero cosas desconocidas, incluso recetas nuevas o desconocidas para combatir la crisis que nos toca atravesar, tampoco hay”, dice en diálogo con Conclusión, en relación a su show, Ignacio Copani quien agrega: “Entonces, no sólo que podés usar una canción de Copani para ilustrar esta situación, sino también alguna de Don Atahualpa hecha hace 80 años, o de Discépolo, o del Rock Nacional, o de lo que se te ocurra, porque no hay mucha novedad en el frente. No veo algo que sea verdaderamente disruptivo, salvo las características del presidente, en su manera violenta de expresarse, que a veces te puede llamar la atención decir que se olvida que es el presidente de todos los argentinos y se la pasa insultando a alguna franja todo el tiempo”.
No veo algo que sea verdaderamente disruptivo…
El músico argentino brinda más detalles de su espectáculo: “en la médula es el que hago desde siempre porque es lo que puede ofrecer un Trovador. No puedo cambiar la coreografía, no me interesan los efectos especiales. Es ir a un lugar como El Aserradero que está hecho para hacer música. No es un lugar que da lo mismo para comer hamburguesas o para hacer un karaoke de aficionados. Tiene todo el equipamiento. Yo creo que el tamaño ideal para un compromiso como este. Así que muy contento de ir una vez más. Es la tercera o la cuarta función que hago este año”.
“Además llevo un recorrido en Rosario, he tocado en el Patio de la madera, en la calle, en la costanera, en La Rural, en el Club Provincial, en el Teatro Astengo, en el Teatro el Círculo, en el bar El Cairo, he tocado en discotecas. Para mí Rosario no me produce ningún ejercicio ‘de extranjería’, así que es algo muy familiar. He estado en lugares muy serios y he estado en el casino también, así que creo que primero que no hay barrio que no haya recorrido, pero de veras que, en una carrera tan larga también he estado en actos políticos, en actos solidarios, en movidas con pibes, y con movidas futboleras por la filial de River”, cuenta la figura popular.
Rosario no me produce ningún ejercicio ‘de extranjería’, así que es algo muy familiar.
Al ser consultado acerca de su compromiso político y contestatario que siempre fue una de las características que lo distinguió, el artista expresa: “Y no le esquivo a hablar de lo que pasa en estos días. Tengo canciones para estos días bien explícitas, como es mi repertorio, que luego se completa con canciones de humor, con el intento de entretener a la gente. Pero finalmente, cuando te dedicas a esto, el juglar intenta entretener al pueblo, a los cortesanos, a los que se arrimen a su propuesta. Yo hago lo mismo que hacía un probador hace 500 años, en una taberna voy cantando las bodas, los bautismos, los entierros. Y uno se posiciona desde una expresión, que en este caso puede ser la del juglar, en otros casos, otros pueden elegir la del bufón. Que no lo invalido, es un nombre que parece agresivo, el del bufón, pero que para hacer la bufonería debes tener que tener ciertas cualidades, ciertas destrezas para hacer un sketch, para hacer una acrobacia, o lo que pueda entretener, creo yo, de una manera más superficial al público. Pero me parece válida también. Lo que necesitás para cualquiera de esas expresiones es estar capacitado para el oficio, porque algunos desprecian, por ejemplo, un repertorio como el mío, que saben que se entromete en la realidad y deja su opinión, y lo invalidan porque no lo conocen, porque algunos creen que subo al escenario y estoy dos horas diciendo Viva Perón, pero yo lo que hago es un trabajo de trovador que tiene su capacitación, y en el caso mío ya su recorrido, cuando te nombré, 20 lugares de Rosario, imagínate que Rosario siempre estuvo cerca, pero hay otros lugares que también están cerca y he actuado, entonces llevo mucho tiempo haciendo esto, y por eso creo que sobrevivo, porque conozco esta manera de expresarse, la he pulido, la he entendido, de cómo llevarla a cabo para precisamente entretener con fundamento al público. No salgo a pedirle palmas, pero tampoco quiero clavarle un puñal, ya saben que no están mintiendo con la inflación, no hace falta que se lo diga yo”.
Lo que hago es un trabajo de trovador que tiene su capacitación.
Con respecto a sobre como se autodefiniría artísticamente, el músico explicita: “Como un trovador, porque yo, el formato en que me presento con una guitarra y sin ningún artilugio, digamos que es como una especie medio en extinción. Porque no es simplemente que encuentres a alguien que se acompañe a una canción, sino que puede acompañar todo un relato y todo un espectáculo, que es lo que hago yo. Así que el trovador me gusta, pero me gusta además por el sentido de la palabra trova, que no solamente está relacionado a la música, trovar en italiano, en catalán, viene del latín que es encontrar. Soy un facilitador de encuentros, porque lo más lindo que pasa con mi trabajo no pasa en Youtube ni en Spotify. Pasa en vivo, por eso sigo resistiendo y en un mundo con tantas y tantas propuestas yo sigo haciendo mi trabajo, ahora voy de vuelta a Uruguay, vuelvo a España en octubre y sigo haciendo eso. Yo diría que en el formato es el de un trovador no hay duda. En el contenido, un artista que es diferente por ser tan igual a la gente común, me parece que eso es lo que me hace el distinto porque se busca tanto lo transgresor rutilante de ser distinto y yo siempre fui igual abajo y arriba del escenario y eso como que me ha distinguido, como que es un elogio que me hacen de decir ‘mira qué tipo sencillo’, es que soy así qué le voy a hacer. Pero lo tenés que poner en el contenido”.
“Uno puede tener una conducta en la vida y hay mucha gente que puede ser así. Yo lo que te cuento te lo canto, entonces eso es lo que me define. No vas a enterarte de nada en un show de Copani pero si va a pasar por un tamiz y una reflexión de buenas personas, de los que entienden la libertad muy lejos del carajo. El carajo es un lugar de castigo, un canasto arriba de un palo en el barco. ¿Que dice en el himno? ‘Ved el trono a la noble igualdad’, la igualdad de todos nosotros, la igualdad de chances, la solidaridad, el compañerismo y eso está reflejado en mis canciones”, concluye el prolífico trovador.