Kevin Johansen, un «desgenerado»

El músico Kevin Johansen está en Montevideo para el lanzamiento de su disco “Algo ritmos”, que publicó este año y que ya lleva algunos meses mostrando en conciertos en Estados Unidos, Francia, Alemania y España, mientras se define como “desgenerado” por lo inclasificable de sus composiciones.

Johansen, que tiene a la capital uruguaya como su segunda ciudad de adolescencia después de Buenos Aires, agradece tener «lo mejor de dos mundos».

«Escribí canciones gracias a eso; escribí ‘Vecino’, para que uno logre verse reflejado en el otro. La música es empatía y a eso me dedico», explicó el cantautor mientras recuerda su llegada a la Argetina tras vivir en Estados Unidos, cuando los demás niños le preguntaran por Disneylandia o le dijeran «Yankee, go home».

Añadió que cuando jugaba al fútbol con sus compañeros en el barrio de Malvín, en Montevideo, donde vivía con su madre, “como me daba vergüenza decir que había nacido en Alaska, dije que era de Buenos Aires y por eso siempre fui ‘el porteño'».

Johansen enarbola la bandera de las nuevas generaciones que, en su opinión, están dando «un cachetazo» a la sociedad para sacarla del «lado más fóbico, más cómodo» que mantiene a las personas aisladas unas de otras.

Fruto de ese signo de los tiempos, marcado por un contexto «oscuro, pesimista», es su último trabajo, «Algo ritmos», en el que colabora con músicos como los orientales Jorge y Daniel Drexler, la brasileña María Gadú o la española Leonor Watling, y en el que vuelve a jugar con las palabras, la ironía y los géneros.

En esa búsqueda por no etiquetarse, Johansen -que ya se atrevió en discos anteriores con la bachata y la cumbia- graba en su último trabajo un tema, «La gente más linda», un “trap” que engancha con la música que escuchan sus hijos.

Para este «arqueólogo de las palabras», como le gusta llamarse, el humor y la fina ironía siguen formando parte de su función como músico, ya que siempre trata de «conjugar sonoridad con sentido».