Krichmar, el hijo pródigo que el público apapachó en El Cairo

El cineasta fue reconocido durante la proyección de “No son 30 pesos. (Son 30 años!) Genealogía de una insurrección”, un documental sobre las protestas en Chile durante la dictadura de Pinochet.

 

Nacido en Avellaneda, el director de cine y guionista Fernando Krichmar Porto fue criado a puro Nacional N° 1, estudió en la Escuela Provincial de Cine y Televisión de Alem y Gaboto y se graduó de psicólogo en la Universidad pública de Rosario, de la que también fue docente entre 1984 y 1992.

Muchos de sus colegas estuvieron este sábado por la noche en El Cairo al proyectarse el largometraje por él dirigido: “No son 30 pesos. (Son 30 años!) Genealogía de una insurrección”, una mirada de impecable factura sobre los hechos ocurridos en Chile con el Frente Patriótico Manuel Rodríguez durante la dictadura de Pinochet y los acaecidos en 2019 cuando cientos de estudiantes saltaron los molinetes a un tiempo, en apoteósica protesta social.

Con un enfoque holístico se amalgaman, en perfecta simbiosis, personajes y protagonistas reales, hechos y narraciones, tiempos y espacios, lográndose que el espectador se asome durante 147 minutos casi a un mito del eterno retorno.

La repetición de arquetipos y situaciones que, salvando las tres décadas de distancia temporal, se ocupan de interpelar y poner en tensión una y otra vez el argumento de la obra. Al decir del propio cineasta, el guion se convierte en dialéctica.

De dilatada y multipremiada trayectoria nacional e internacional, al instalarse en 1993 en Buenos Aires -donde reside actualmente-, se integra al taller del prestigioso director José Antonio Martínez Suárez, quien dirigió, entre otras producciones, Los muchachos de antes no usaban arsénico, musa inspiradora de El cuento de las comadrejas, de Juan José Campanella.

Fundador del Grupo de Cine Insurgente y de la asociación de Documentalistas de Argentina (DOCA), integró el Consejo Asesor, órgano de cogobierno del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), en representación de las asociaciones de directores cinematográficos.

Y como si todo esto fuera poco, Krichmar es bisnieto del genial Mario Gallo, pionero de la cinematografía argentina. Este italiano que arribó al país en 1905 como director de coros de un elenco de operetas, comenzó ganándose la vida en cafés de Buenos Aires.

Por su amistad con connacionales que se dedicaban al arte de las “vistas”, incursionó  en él realizando la primera película con argumento del país y, a partir de allí, empezó a desarrollar lo que con el tiempo sería un legado histórico valiosísimo: Güemes y sus gauchos, Plazas y Paseos de Buenos Aires, El fusilamiento de Dorrego, La revolución de Mayo, la creación del Himno, Camila O´Gorman, Muerte Civil, La batalla de San Lorenzo, La batalla de Maipú, Juan Moreyra, Tierra baja, En un día de gloria y En buena ley.

Sin dudas que, en buena ley fue el cálido aplauso del auditorio que coronó la obra con guion del propio Krichmar y Ximena González, fotografía de Álvaro de la Barra y música de Karen Higgs y Federico Pritsch, que volverá a la Sala de El Cairo el próximo viernes 27, a las 20.30. ¡A no perdérsela!

 

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