La obra teatral “Henry Woodgate” se presentará en el Teatro de Empleados de Comercio
En el contexto de la “primavera democrática” argentina, la obra aborda la lucha por la ley de divorcio, el compromiso político, la diversidad sexual, las costumbres locales, la familiaridad y cercanía, las tensiones entre deseos y el deber ser.
El próximo sábado 11 de marzo se presentará la obra Henry Woodgate en el teatro de Empleados de Comercio, a partir de las 21. La entrada será sin cargo para los afiliados a AEC y a Amecro, mientras que para el público en general tendrá un precio de 1.200 pesos.
La obra escrita y dirigida por Natalia Pautasso cuenta la historia de tres mujeres, María (Vanina Piccoli), Bety (María Laura Silva) y Ana (María Florencia Sanfilippo) que se enfrentan en un pueblo de la provincia de Santa Fe al fantasma de Henry Woodgate (Juan Pablo Biselli) quien en 1.800 había comprado las tierras del lugar.
En diálogo con Conclusión, la directora destacó la fecha de la función y subrayó que se hace en el marco del Día de la Mujer “y esta obra refleja la historia de tres mujeres trabajadoras y que luchan por la democracia, y que desde su lugar en el mundo hacen una gran obra”.
“Hay mucho de las cuestiones de género y diversidad porque esta historia ocurre en los 80s, antes de la Ley de Divorcio, en un pueblo chico”, continúa describiendo Pautasso, a su vez que enfatiza: “Tiene cosas muy lindas. Muy luminosas” y amplía diciendo que “hay como un sentimiento de familiaridad muy grande. Todos se conocen, por eso también hay mucho prejuicio, muchas dificultades”.
La obra
“Henry Woodgate” transcurre en 1986 cuando el fantasma sacude las vidas de María, Bety y Ana por no haberse ido nunca del lugar a pesar de estar muerto.
Woodgate, ofendido por diversas frustraciones y el hecho de que la población migrante local no supiera pronunciar su apellido al llamar a la localidad “Bogate”, generará una serie de situaciones atravesado por reclamos absurdos que obligarán a las mujeres a movilizarse para expulsarlo definitivamente del pueblo.
A pesar de cargar pesares o frustraciones, sus personajes nunca abandonan la humanidad y el humor donde lo sobrenatural dialoga con lo cotidiano y lo político, apuntando a una mirada crítica del pasado con continuidad en el presente.