Llega Presta a Rosario con Bruto, un humor “zarpado” sobre la vida cotidiana
El protagonista de Préstico y ganador del Martín Fierro 2016 en mejor labor humorística debuta en la ciudad con un show donde trae sus más conocidos personajes y otros tantos más. Entrevista exclusiva con Conclusión.
- Espectáculos
- May 20, 2016
Por Santiago Fraga
Días después de ganar el Martín Fierro 2016 en mejor labor humorística, Sebastián Presta llega por primera vez a Rosario con Bruto, su show de sketchs de teatro con un humor “directo, popular y a su vez fino” sobre situaciones de la vida cotidiana y que “pega donde menos duele”.
El protagonista de Préstico, segmento televisivo que fue emitido en el programa Duro de Domar y tuvo la mezcla justa de comedia y viralidad como para alcanzar el éxito que logró, llega el sábado 29 de mayo a las 20 al Auditorio Fundación junto a Soledad García y Guido Losantos, con la presencia musical de Ranatronic y la dirección de Martín Salazar.
Conclusión dialogó con Sebastián Presta antes del show, en doned anunció un Bruto “zarpado”; con personajes de Préstico como el Doctor Prejuicio y la abuela cocainómana pero además con otros nuevos; y contó su transformación casi obligada desde el personaje que no hablaba en Kitsch TV al “loco que no para de hablar” en Préstico.
Además, hizo referencia a la gala de los Martín Fierro, con un premio que “no esperaba ganarlo” y que para él fue una de esas “cosas que no te van a pasar en tu puta vida” (nombre de uno de los más populares sketchs de Préstico). A su vez, anunció que volverá con videos y hasta tendrá una participación en el mundo del cine.
-Bruto se presenta como un show donde “Presta nos propone revivir escenas de la vida cotidiana retratadas con su mirada ácida y absolutamente incorrecta”. ¿Es más o menos un poco lo que haces en Préstico o veremos algo totalmente distinto?
-Si, va para el lado de Préstico. La verdad que tiene que ver mucho con los sketchs que hacíamos en Duro de Domar, con la diferencia de que duraban un minuto y medio y acá duran casi diez. Tiene cosas de lo cotidiano, como por ejemplo, hay una sesión de terapia de pareja que hago con Soledad García, que es compañera de Préstico, que es bastante ácido y zarpado. Este Bruto es zarpado. Por ahí viene la mano.
Otra que hay es por ejemplo uno en donde dos hombres se encuentran antes de entrar a hacer análisis de orina y de extracción de sangre, es decir en la recepción de la clínica, eso tiene que ver con lo cotidiano. Después son unos 10 o 12 sketchs de humor que algunos tienen que ver con los personajes de Préstico y otros son personajes nuevos.
-¿Cuáles son esos personajes que se verán?
-Está el Doctor Prejuicio con su farmacia. Se nos muere la abuela cocainómana y le hacemos un velorio. Después, en Préstico hacíamos “Decisiones de mierda”, y acá hacemos “Decisiones de mierda en la historia de la humanidad”, según las que consideramos en base a cosas que pasaron. Algo que es distinto, se me dio por hacer algo con Los Parchís, donde quise mostrar qué es de esos cinco participantes hoy, qué están haciendo, cómo les fue en la vida, y hacemos un pequeño show de Los Parchís con los chicos. Hacemos un poquito de Hamlet también, hacemos un musical donde me transformo en “Porción Castaña”, que es el cantante al que lo cagó el Ni Una Menos, entre varios otros.
-Digamos que la obra en sí no sigue un hilo, sino que son historias separadas.
-Claro, es separado. Te aburrió un sketch, al toque ya empieza otro. Igual por suerte se ríen en todos, pero eso lo que tiene; la obra dura una hora y veinte, por ahí, y pasa volando porque realmente uno se divierte mucho. Yo cuando estaba por estrenar, que no había hecho nada con el público, decía “¿Se reirán o no?”. El día del estreno cuando empezaron a aparecer las primeras risas fue una satisfacción hermosa. Ahora está mucho mejor la obra, después de cuatro meses, que lo que fue el estreno.
-Además a ustedes cuando les toca grabar en video no tienen una respuesta inmediata como sobre el escenario.
-Claro. Cuando grabamos un video puede haber alguna que otra risa del camarógrafo, pero no hay más, y después estamos esperando que salga al aire como para tener una devolución. Ahí en el teatro es instantáneo, eso es un lujo.
-¿Cuál crees vos que fue la fórmula del éxito de Préstico? ¿Porqué gustó tanto, y por qué ahora y no antes?
-Creo que es una conjunción de cosas. Yo siempre agradezco mucho a los guionistas de Préstico, realmente son muy buenos, y lo que hicimos en Préstico, que no hicimos en The Presta Show, son segmentos que duran un minuto y medio. Es algo muy cortito, y fuimos al hueso; muchos sketchs van al hueso. En el caso de tener una abuela cocainómana no vamos con mucha vuelta, nos zarpamos de una. Eso gustó mucho a la gente, y al ser tan cortitos y divertidos los videos se han viralizado por todos lados. A mí me sorprende. Me han llamado de todos lados. Lo que es hablahispana… España, Miami, México.
-¿De dónde fue lo más raro que te han llamado?
-Mi mamá está en Rusia y me está viendo. Es muy raro. Pero bueno, no es que los rusos me vieron, sino que la madre justo estaba en Rusia y le mandaron el video y lo vio, o la madre se lo mostró al hijo. Eso para mí fue raro, pero por ejemplo, me llamó Mónica Ayos desde México diciéndome “Sebastián, los videos tuyos se ven acá, estoy yendo en dos semanas, quiero grabar con vos”, y de hecho vino y grabó…
-El sketch de ‘Cosas que no te van a pasar…’, con el marido mexicano…
-Sí, divinos, dos divinos. Se súper viralizaron y eso. El otro día salí del teatro y había una pareja que habían venido desde Ecuador, y no sabían que yo estaba en el teatro pero vieron el cartel que estaba y se mandaron. Vinieron a verme, y los chicos me conocían porque miraban los videos. Así que genial, me vino bárbaro eso.
-Justamente parecido le pasó a Capusotto, que fue uno de los que les ganaste en la terna.
–Yo a Capusotto no le puedo ganar ni en pedo, ahí hubo tongo (risas). Capusotto es el más capo, se lo merecía él, pero yo también me siento merecedor del premio. Había laburado muchísimo, aunque nunca había laburado para el premio, o sea, yo ni esperaba que me nomine Aptra, ni sabía que estaba en las nominaciones y ni le presté atención. Me llamaron, me dijeron “Estás nominado con Capusotto y Migue Granados” -que tuvo un año bárbaro- y digo “No no, no puede ser”, hasta que después Luis Ventura lo contó. Después bueno, a los Martín Fierro fui a divertirme, a pasarla bien, no esperaba ganarlo. La verdad que era una terna muy difícil, y cuando me lo dieron fue una emoción terrible.
-¿O sea que no tenías nada preparado siquiera?
-No, sisi, sabía que le iba a agradecer a mis compañeros; realmente Préstico es un trabajo de equipo. Yo puedo ser gracioso, pero realmente me puedo lucir gracias a los guionistas, al equipo de realizadores, de productores, yo solo realmente no hubiese podido hacer nada; y fue fantástico. También había pensado en dedicárselo a mi madre, y había pensado en decir lo que estaba pasando un poquito, por lo menos lo que me estaba pasando a mí y a mis compañeros de la productora. Cuando llegué a la fiesta, que era todo muy glamoroso en el Hilton, dije “No, esto es una fiesta de la televisión, no sé si da para que yo venga a contar este problema”, pero me salió, y no me arrepentí, porque en todo ese glamour de la fiesta y lo bien que la pasamos era mi realidad, pero también estaba la otra realidad que eran los despidos de varios compañeros, y no sé, me dio una necesidad de decirlo, de compartirlo, y no me arrepiento.
-En ese sentido, también otro momento fueron las declaraciones de Jorge Lanata con tinte político.
–Yo lo vi a Lanata muy altanero, no me gustó. Sé que claro, hubo un chiflido que le hicieron cuando dijo que iba a hablar de política, pero fue un chiflido medio simpaticón. Sé que él se lo tomó muy mal y trató de imbéciles a varios. Se tornó muy feo, a mí no me gustó. No me gustó, y después se llevó el Martín Fierro de Oro que… que se yo… no sé. No sé… No sé… Pero bueno. No me puedo hacer el loco porque a mí también me dieron un Martín Fierro (risas).
-¿Cómo te transformaste de un personaje que no hablaba en Kitsch TV a tener tu protagónico?
-Y… no me quedó otra. Yo estaba muy cómodo en Kitsch, sin hablar. Yo decía mucho con mis caras. Yo hacía la producción de esa sección y estaba muy cómodo. Con Sebita (Sebastián Wainraich) lo hicimos 4 años, y cuando se fue a trabajar a otro canal decidimos no hacerlo más. Ahí el dueño de la productora me dijo “Sebastián, tenés que seguir con otra cosa, pero tenés que empezar a hablar”, y ahí empecé con The Presta Show, que empecé a hablar. No lo vio mucha gente al Presta Show, pero para mí fue un éxito, estuvo buenísimo. Y me sirvió muchísimo el entrenamiento para hacer Préstico. Así que del mudito de Kitsch, al muchacho que empezó a hablar en Presta Show, y al loco que no para de hablar en Préstico, fue todo un aprendizaje. Es más, antes hasta me costaba hablar en una radio, y ahora no paro de hablar. No me quedó otra que convertirme.
-Ya que no tenés el lugar ahora en PPT, ¿Seguirías haciendo Préstico de otra manera?
-Sí, voy a volver con videos. Me estoy reuniendo con gente y voy a volver. Tengo ganas de trabajar y de hecho por esto que me dio tanta gente me ofrecen laburo, así que tengo ganas de volver con los videos. Tengo ganas de hacer cine también, el mes que viene grabo con Nicolás Vázquez una escena en una peli. Están surgiendo cositas. Todo relacionado al humor.
-¿El regreso sería con Préstico o con otra cosa?
-Es muy probable que cambie de nombre. La gente me conoce mucho como Préstico, pero bueno, en su momento fue Kitsch, The Presta Show, y ahora Bruto en teatro. En todo está Seba Presta, que es mi nombre de verdad, pero sí, seguramente ponga otro nombre a estos nuevos sketchs. Pero voy a volver.
-Además del Martín Fierro, ¿Hay otra cosa que te haya pasado que sean de esas “que no te van a pasar en tu puta vida”?
-Como el Martín Fierro, no. Eso fue lo más. Me ha pasado pero algo muy chiquitito, amigos colectiveros y gente del subte que dicen “Vení Presta, pasa por acá, no pagués, estas son cosas que no te van a pasar en la puta vida”. Después cosas así como muy grandes, los otros días fui a ver a Paul McCartney. Yo no había llegado a sacar la entrada, me cuelgo muchísimo, y cuatro días antes un amigo me dijo: “Sebastián, me sobra una entrada porque mi novia no puede ir”; y ahí dije “Vamos, estas son cosas que no me van a pasar en la puta vida”. Lo había deseado. Pero así cosas tan grandes como recibir un premio como el Martín Fierro no, me hubiese gustado pero no.
-¿Y algún sketch que se haya hecho realidad?
-Bueno, me pasó que estaba saliendo con una chica que tenía una hermana gemela. 25 años las dos. Esto fue el año pasado. Y me puse de novio con ella y un día me dice: “Che, mi hermana quiere que hagamos algo los tres…”. Nah mentira, estoy jodiendo, son cosas que no me van a pasar en la puta vida. No me pasó, ojalá.
-¿Va a haber invitados en Bruto o serán los de siempre?
-Es el mismo show que hago acá en Buenos Aires, se lleva todo lo mismo para allá. Estoy con Soledad García, está Guido Losantos, está Ranatronic con las guitarras, porque además toca la banda en vivo entre sketch y sketch, y después si hay un par de sorpresitas pero ya van dentro de la pantalla de Bruto. Un par de participaciones que prefiero que se mantengan en secreto y se sorprendan. Pero es el mismo show y yo tengo ganas de ir a Rosario. Hace rato que no voy. Y nunca actué en Rosario. He ido porque tenía amigos.
-¿Es tu primera vez actuando acá?
-Sí, he ido a acompañar a Sebita Wainraich por ejemplo, hace muchos años, así que estoy muy contento. Con las mejores expectativas.