Los bañeros y cómo reciclar (mal) toda una saga de películas
Una más (¿y seguirá?) en la franquicia de la playa loca. Humor más que infantil que se repite una y otra vez, pero que es funcional en vacaciones.
La palabra «bañeros» me genera una nostalgia por la saga de películas que me divertía en mi infancia. Ya en ese momento las películas estaban construidas en base de «universos», cuando nadie hubiese pensado en ese término sino 30 años después.
En Bañeros 5 lo que se hace básicamente es una gran remake con varias escenas de todo ese universo que va desde Brigada Explosiva a Los pilotos más locos del mundo, e incluida Bañeros 2, para transformarse en éste sin sentido.
Gino (Renni) finalmente va adquirir un balneario pero dos primos bobos (Joaquín Berthold y Alex Caniggia) quieren estafarlo. Pichu (Straneo) trabaja en el balneario junto Jessi (Sol Pérez) y requieren la ayuda de Pablo (Granados), Pachu (Peña) y Nazareno (Mottola) para poder manejar y divertir a los visitantes de la playa.
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Lo que se hizo fue un rejunte de todas esas películas para formar algo que no se entiende. Posee un humor gastado que hace lo necesario por ser fresco al agregar personajes como los hermanos Caniggia o las chicas de turno como Sol Pérez y Micaela Viciconte, pero aún así falla.
Tampoco se espera que Sol Pérez y Micaela Viciconte sean Norma Aleandro y Rita Cortesse, cumplen el rol que se les encomendó, nada muy profundo.
Es una lástima que no se pueda aprovechar el talento de los comediantes y no se los vea unidos como lo hacían Disi y compañía.
Calificación: Mala.