Música, pasión y candombe en el ADN: Julieta Rada hoy en Rosario
La cantante nominada como artista revelación de los últimos Grammy Latino, e hija del reconocido Rubén, dialogó con Conclusión previo a lo que será esta noche su tercer regreso a la ciudad.
- Espectáculos
- May 4, 2016
Por Santiago Fraga
Aunque los papeles digan que nació en Buenos Aires un 25 de mayo de 1990 y luego haya vivido su temprana infancia en México, por las venas de Julieta Rada no corre más que pura sangre uruguaya. Así lo expresa también en su música, en la que de influencias como Stevie Wonder o Michael Jackson le agregó toques de Esperanza Spalding, Hugo Fattoruso, Fito Páez y, por supuesto, de su propio padre, Rubén Rada: un ADN con una carga y potencial musical ineludibles.
El resultado es difícil de catalogar. Cosas de funk, soul, algo de pop, candombe, guitarras de rock y canciones de amor; un amplio repertorio musical que ejecuta de manera extraordinaria a través de su prodigiosa voz y con el complemento ideal de su pareja profesional y sentimental, Nicolás Ibarburu, guitarrista de trayectoria que supo tocar con grandes como, entre otros, Jaime Roos, Luis y Dante Spinetta, los propios Páez, Fattoruso y Rada, Javier Malosetti y Canario Luna, y esta noche estará ante el público rosarino.
La cita es en el Distriro Siete a las 21, de cara a un show acústico en el que además de hacer un repaso por los dos discos de Julieta Rada (Afrozen y Corazón Diamante) y ‘Anfibio’ de Ibarburu presentarán nuevas canciones de un futuro disco que el músico grabará en mayo, algunos temas a dúo y versiones de artistas que a ellos los influyen y admiran.
Con sus producciones y trabajo, Julieta demuestra que no le pesa para nada ser conocida frecuentemente como «la hija de», y honra el apellido bajo sus propias armas al igual que sus hermanos, Matías y Lucila. Una familia de artistas, sobre la que entre risas aseguró en diálogo con Conclusión que son “medio Woody Allen” y que “habría que hacer un reality” de ellos. Sobre Rubén, sostiene que “es el mejor padre que uno podría desear” y su mayor influencia musical.
A su vez, destacó que la Argentina “tiene mucha pasión por el Uruguay y la música uruguaya”, que a los argentinos se les “enciende algo en el corazón y se emocionan”, y que lo mismo pasa a la inversa. “Los uruguayos se mueren cuando viene Fito (Páez), cuando viene Charly (García), llenan todo, y acá entre los uruguayos no llenamos ni un boliche, ni un cumpleaños, nada”, bromeó.
Finalmente, de cara a su futuro profesional contó por primera vez que ya tiene grabado desde enero un disco a dúo con Nicolás Ibarburu; que junto a su profesora de danza Pamela Pombo se encuentra en la construcción de un nuevo video del disco Corazón Diamante; y que en relación a su próximo disco no le dejan de volar las ideas: “Tengo muchos proyectos pero todavía no sé por donde me voy a inclinar. Me gustaría algo como más jazzero, como más de voces solas y cosas, o me gustaría algo mucho más rockero, o algo mucho más bailable, jaja”.
—¿Cuáles son tus sensaciones de esta nueva fecha en la Argentina y precisamente en Rosario?
—Va a ser la tercera vez que voy así que re contenta. Me re gusta Rosario, así que esta buenísimo volver ahí. Cada vez que vuelvo voy con un formato diferente. En este caso, a dúo, haremos un repaso de todos los discos, pasando por el Afrozen, por el Corazón Diamante, por el Anfibio de Nico (Ibarburu); también hacemos temas nuevos de él que está por grabar un disco, tiene fecha en mayo, y hacemos también versiones de artistas que nos gustan y que consideramos que tienen que ver con lo que hacemos nosotros.
—Algo que siempre dijiste es que te gustaría grabar un disco con él…
—Ya lo grabamos, en enero, pero todavía no lo sacamos. En realidad en el disco hay temas nuevos pero hay muchos que ya los venimos tocando, o están en otros discos pero hacemos la versión a dúo. Más que nada lo que quisimos hacer fue grabar el material de lo que teníamos hecho en vivo, o también porque mucha gente se copa con esto y nos pedía un disco de esta formación, y no teníamos nada. Entonces grabamos como para registrar esto que teníamos porque sino aparte se pierde, viste, después te pones a hacer otra cosa y te olvidas.
—¿Se nota a la hora de escribir los años de pareja entre ustedes? Esa carga emocional…
—Sí, obviamente. Cada canción tiene algo especial.
—Tu repertorio lo has catalogado en alguna oportunidad como un Soul Funk Candombe, y va desde temas movidos como Las Estrellas, hasta un pop como Encendida, o temas más tranquilos como Densa. ¿Hay algún estilo que te guste más?
—No, es que en realidad me gusta todo. No puedo elegir un estilo nada más. La música es amplia y es una sola, no importa que estilo sea, y me gusta cantar todo, porque sino directamente ni lo canto…
—¿Suele haber una búsqueda en los estilos?
—Cuando se compone uno no está buscando un estilo. Me parece que las veces que intentamos hacer eso con Nico no sé si salió tan bien. Como que está bueno hacer algo y de ahí llevarlo, pero ya pensar algo como ‘Ha esto quiero que suene así porque no se qué’, no, ya está mal, ya va a salir mal de una. Al contrario, cuando hicimos cosas así como, sin pensar en nada y más relajados, siempre estás mejor, y después sí la podes por ahí dirigir a un estilo más en particular o que te suene más a algo. Afectarla desde un principio no está bueno, o predisponerla. Después sí, las canciones son canciones, uno puede hacer versiones de lo que sea.
—¿Cómo fue tu infancia con tu padre y viajando de país en país? ¿Tantas culturas distintas es lo que se refleja en tu música?
—Sí, México me gustó mucho. Hasta el día de hoy lo extraño, nunca más volví, me gustaría volver aunque sea de vacaciones. Pero tampoco fue que viajé tanto. Nací en Argentina, de ahí al año me fui a vivir a México, ahí viví cuatro años, y desde los cinco que estoy acá en Uruguay. No es que mi padre nos llevaba a todas las giras, obviamente viajamos y todo, pero jamás. Crecí contagiada de música, y a pesar de que mi padre viajó mucho siempre fue un padre muy presente.
—¿Cómo ves la relación entre padre músico hijo/a músico? Teniendo como ejemplos cercanos los casos de Luis y Dante Spinetta, o Hugo y Francisco Fattoruso.
—No sé, la verdad que no conozco los casos ni de Hugo ni de Luis de cómo eran con sus hijos, pero mi padre fue y es tremendo padre. Siempre para mí es lo más, el mejor padre que uno puede desear. Pero con respecto a lo profesional no me da mucha pelota, es como que él está en la suya, yo estoy en la mía, él no se mete para nada; de hecho hay veces que le pido que ‘Che, que te parece’, ‘No no, yo no me quiero meter’, ‘Dale pá’, ‘No’ (risas). No me opina, y está bueno, que se yo, es como que él entiende que cada uno tiene que armar su camino y no tiene que estar tan pegado al otro. Él sabe que me van a comparar a mí con él y directamente ni se mete. Hay veces que ni me va a ver porque se pone mal de que la gente diga ‘Que cante Rada’, o no se qué, y se pone nervioso entonces ni va, o va y se esconde tipo en un rincón para que nadie lo vea.
—Y pese a no estar tan metido en lo profesional, indefectiblemente es una de tus influencias musicales.
—Sí obvio, mi padre es mi mayor influencia musical, no cabe duda de eso. Desde su música hasta capaz que la manera de componer. Obviamente ni me acerco, pero no estoy hablando del resultado sino del proceso, me parece que tengo como cosas similares a él.
—¿Y qué otras influencias tenés?
—Nico Ibarburu, y después tengo influencias de música que me gusta como Stevie Wonder, Michael Jackson, Mariah Carey, Beyoncé, Chaka Khan, Hugo Fatorusso, Urbano (Moraes), Fito (Páez); tanta música, depende del lugar.
—Prince seguro es otro de los que entra en ese grupo de influencias estilo ‘Pop funk’.
—Sí, un bajón (su muerte). Prince obviamente es un creador. Yo estaba en La Plata, estaba en una nota y me enteré ahí, y me quería matar, me re angustié. Me llamó mi hermano (Matías) y me contó, él es ultrafan, si no es el fan número uno es el dos, y no lo podíamos creer porque fue tan sorpresivo, tan joven el tipo, y bueno, a mi es de los tipos que más me gustan, yo me quería casar con él (risas), con él y con Michael, pero como se murió Michael me quedaba él nada más. Ahora ya no me quiero casar.
—¿Cómo es un día en la familia Rada? (NdR: su hermano Matías es guitarrista -estuvo en Illia Kuryaki- y su hermana Lucila cantante, además de actriz y comunicadora).
—Yo siempre digo que hay que hacer un reality con esta familia, es muy gracioso, pero de verdad nada que ver con la música. La música está, pero hay mucha televisión, discusiones, debates políticos. No se dan cosas tipo fogata con guitarras y eso, ni ahí. Somos como medio Woody Allen, como todo lo opuesto a lo que te imagines.
—No es mala idea la del reality…
—Estoy seguro que si los hacemos nos hacemos millonarios, pero también es exponerse mucho.
—Digamos que la influencia de Rubén en ustedes fue más en el sentido de lo que él era y no que los llevó por un camino, ¿o hay un poco de cada cosa?
—Él nunca nos llevó por ningún camino, él siempre nos dejó elegir. Siempre nos dijo que lo que elijamos, estudiemos.
—Generalmente muchos grupos y artistas uruguayos que tienen éxito allá luego realizan giras y son populares en Argentina. También sucede al revés. ¿Cómo sentis la relación en la música entre Uruguay y Argentina?
—Yo siento que la Argentina tiene mucha pasión por el Uruguay, y con la música uruguaya se les enciende algo en el corazón que se emocionan. Yo voy a todos lados y hay carteles de No Te Va Gustar, Agarrate Catalina, Ana Prada, Jorge Drexler, y digo ¡Pero somos todos uruguayos los que estamos acá!’. Increíble. No sé porqué se da ese fenómeno. Pero también lo mismo acá, los uruguayos se mueren cuando viene Fito (Páez), cuando viene Charly (García), llenan todo y acá entre los uruguayos no llenamos ni un boliche, nada, ni un cumpleaños llenamos.
—¿Hay una cultura musical fuerte en Uruguay?
—Sí, en Uruguay hay mucha movida. El candombe es medio como del under, salvo cuando es la llamada y en febrero el carnaval y ahí tipo que se enciende todo, pero sino el candombe como que forma parte del under me parece. Lo que más mueve en Uruguay es la cumbia y el rock.
—Como Marama, Rombai, estas últimas bandas de ese estilo.
—Increíble, no me sé todos los nombres, Mano Arriba, Toco Para Vos, no sé cómo se llaman, son un montón y están todos triunfando en Argentina y en todos lados. Además están las bandas de siempre como No Te Va Gustar, La Vela Puerca, Once tiros, toda esa onda que siempre triunfan.
—¿Que sentís cuando estas arriba del escenario, y qué considerás lo más importante a la hora de subir?
—Me siento muy bien. Es lo que me gusta hacer, y con Nico la paso genial. Es lo que más me gusta. De lo que considero: Primero, estar bien de la voz, haber descansado un poco. Estar prolijo, algo que me enseño mi padre, vestirse bien no importa que toques en un boliche o donde sea, ponerle onda con la ropa. Dejar todo, yo siempre canto como si cantara en el Madison Square Garden, por lo menos a nivel vocal, no sé si a nivel movimientos, justo en el toque a dúo canto sentada, así que corporalmente no dejo mucho, pero vocalmente sí.
—Si tuvieras que soñar por un momento y proyectar, ¿La carrera de qué artista te gustaría tener?
—Depende. Me gustan muchas carreras de muchos artistas. Me gustaría ser Stevie Wonder pero la verdad que estoy muy lejos (risas), es como demasiado. No sé, pasa que me gustan cosas re populares como Beyoncé, pero también me copo con Esperanza Spalding, que es como mucho más under y más jazz y también me gustaría tener una carrera así. No sé, me gusta todo. Me gustaría que me vaya bien a mí y no desear la carrera de otro, en todo caso que otro desee mi carrera.
—¿Cuáles son tus planes a futuro?
—Voy a hacer un video del disco corazón diamante, un video de candombe que voy a bailar mucho. Ya me estoy juntando con mi profesora de danza Pamela Palombo y estuvimos ensayando, pero me quedé dura de la espalda porque tengo una hernia de disco, entonces hasta que se me desinflame un poco ahí arranco con los ensayos de nuevo. Seguro que a fin de año tiene que estar listo este video, sino me mato.
—Algo que también siempre has contado son tus sueños de chica de ser bailarina, algo que se frustró por esa lesión pero que en cierta forma lo terminaste cumpliendo con la música.
—Sí, de a poquito porque tampoco puedo dedicarle mucho a la danza si me siento mal, pero es lo que me gusta y lo voy a hacer, aunque sea de a un video por año, de alguna forma sale.
—¿Y un futuro disco?
—Tengo muchos proyectos pero todavía no sé por donde me voy a inclinar. Me gustaría algo como más jazzero, como más de voces solas y cosas, o me gustaría algo mucho más rockero, o algo mucho más bailable.