Rocambole: “La gente tomó el fenómeno de Los Redondos y lo produjo como suyo”

Por Santiago Fraga

Hablar de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota no significa hablar ya sólo de música, sino tratar sobre un fenómeno social y cultural que golpeó fuertemente a toda una generación de argentinos entre fines de los 80′, los 90′ y aún hoy en el nuevo milenio.

Dentro de un mes se cumplirán 30 años del lanzamiento de Oktubre, disco considerado como uno de los mejores del rock nacional y uno de los grandes responsables de la masa y el mito ricotero que se ha gestado popularmente a lo largo de los años.

Decir Oktubre es traer a la cabeza la imagen del esclavo con las cadenas, o de la turba con banderas rojas en alto. Aquel arte, como el de toda la carrera de Los Redondos, fue obra del gran Ricardo Cohen, más conocido como Rocambole. Homenajeando las tres décadas que se cumplen, el artista se dispone a lanzar “De Regreso a Oktubre: lo que quedó en el tintero”, un libro con letras ricoteras ilustradas por el propio artista.

Conclusión se contactó con el dibujante platense, quien contó un poco acerca de este proyecto, gestionado a través de la plataforma Panal de Ideas, que siguiendo el método ‘crowdfunding‘ (financiación colectiva) invita a la gente a comprarlo en pre venta, con la posibilidad de llevarse otras creaciones del artista ligadas a Patricio Rey como escapularios, serigrafías originales y su anterior libro, entre otras.

Rocambole además habló sobre el impacto cultural y social que ha tenido Oktubre con el correr de los años; sobre el ‘arte redondo’ y el arte en general; su forma de crear; las influencias que recibe de la vida cotidiana y que vuelca en sus trabajos, como por ejemplo, la tapa de “La Mosca y la Sopa”; y también sobre Los Redondos, con sus recuerdos y su relación hoy en día con los miembros de la banda. Allí además dio una grata sorpresa, al anunciar que próximamente se lanzará el nuevo disco de Skay Beilinson, que contará como siempre con su arte y se llamará “El engranaje de cristal”.

— ¿Qué es un poco lo que se va a poder ver en “De Regreso a Oktubre: lo que quedó en el tintero”?

— Va a ser un homenaje al segundo disco de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota porque se cumplen 30 años y va a contener letras ilustradas de algunos temas de Los Redondos.

— ¿Además de la presentación que van a realizar tenés pensado algunos otros puntos como Rosario?

— Seguramente cuando salga el libro tendremos que salir a difundirlo, porque como esto es una producción independiente y no a través de ninguna empresa editorial tenemos que llevarlo a todas partes nosotros mismos, presentarlo, contar cómo es el libro, y ahí ver la posibilidad de que alguna gente lo pueda adquirir. Casi siempre estoy por Rosario. Siempre por alguna u otra razón estoy, ya sea por muestras, por charlas. La última vez estuve en el ECU, estuve también presentando el libro en un espacio ahí que tiene Vorterix, y bueno, seguramente en la salida de este próximo libro estaré por Rosario también presentándolo.

— ¿Qué pensas de cómo se impulsa este proyecto a través de la plataforma Panal de Ideas y lo que es el crowdfunding?

— Yo como muchos realizadores, dibujantes o artistas plásticos siempre tuve ese sueño que tienen todos que es el de alguna vez publicar un libro con los trabajos que uno ha hecho. Pero eso siempre estaba en la categoría de los sueños por el hecho de que un emprendimiento de esa naturaleza requiere un apoyo o un caudal económico considerable. Lo mismo que cualquier artista que quiera hacer a lo mejor otro producto como una película o lo que fuere, todo requiere un apoyo económico. En este caso a través de esto del “crowdfunding” da la posibilidad de que uno pueda presentar un proyecto y si consigue una suerte de accionistas que previamente compren el producto es posible realizarlo.

«Yo creo que la imagen (del esclavo con cadenas) en el inconsciente debe representar algún ideal de libertad»

— ¿Porqué crees que la tapa de Oktubre y la imagen del esclavo con las cadenas terminó siendo la más representativa de la banda?

— Para mí eso entra dentro de lo simbólico misterioso, porque si yo supiera exactamente cómo hacer una imagen como el esclavo con la cadena hubiera hecho muchas más. Pero de repente alguna imagen se transforma en una especie de ícono y eso es una cosa que es

bastante inmanejable, porque incluso ni siquiera tiene que ser una imagen que reúna la suma de la perfección. Tiene componentes que más bien entran en el inconsciente de la gente. Son como las marcas. Muchos diseñadores han intentado priorizar acerca de los logotipos y las marcas, de cómo tiene que ser uno mejor que el otro, cómo puede llegar o anclar en la consciencia de la gente determinadas imágenes, pero en general nunca han dado con una fórmula. Yo creo que la imagen en el inconsciente debe representar algún ideal de libertad. De hecho, muchos compañeros míos docentes que trabajan en cárceles me han dicho que la imagen que más circula dentro de los pabellones de las cárceles argentinas es el tatuaje con la imagen del esclavo con cadenas. Y no sé si estará bien o estará mal, pero de todas maneras supongo que es porque al estar enclaustrada una persona mucho tiempo puede ser una imagen de la ansiada libertad.

— ¿Y qué te genera eso de ver tu obra reproducida en banderas, murales, tatuajes…? Ver que se convirtieron en íconos que casi hablan por sí solos

— Como digo siempre, yo no dejo de emocionarme con esas situaciones, porque lo que más puede querer un realizador plástico o gráfico es que mucha gente aprecie su producción y que incluso se la apropie. Así que sí, siempre es emocionante. Yo no me he acostumbrado a eso, sino que siempre me parece como un golpe al corazón. Una especie de caricia. Pero es así, uno no puede controlarlo. Yo ya dije muchas veces que esa imagen ya no es mía, terminó siendo de la gente que la quiere.

«Como paisajista de realidad apelo a ilustrar circunstancias que han sido siempre motivo de inspiración. El amor, la locura, la muerte…»

— Una de las frases destacadas de tu último libro dice: “Algunas imágenes que han ido adquiriendo un carácter emblematico para una generacion desangelada”. Quería quedarme con ese último concepto: ¿qué sería la “generación desangelada”?

— Yo me refiero a que en un momento el fenómeno de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, un fenómeno del cual nosotros aquellos que participamos no nos consideramos culpables sino que lo hizo la gente más bien, en un momento dado cambia el público de Los Redondos y fue precisamente a partir de la presentación del disco Oktubre. Empieza a venir gente que viene de los suburbios, de los cinturones más desangelados de las zonas a lo mejor donde viven una vida precaria por el hecho de estar más desprotegidos por las circunstancias sociales o gubernamentales. Entonces, de repente esa gente es la que toma el fenómeno de Los Redondos y lo produce. Por eso un poco digo que nosotros aquellos que participamos no estuvimos tanto en el diseño de todo ese fenómeno, sino más bien esa gente que irrumpió y lo tomó como suyo.

— ¿Qué te genera ver que ya se cumplen 30 años de lo que fue Oktubre, que hace algunos días se cumplieron 15 años de lo que fue el último recital de Los Redondos?

— Yo no dejo de agradecer el hecho de haberme encontrado con gente tan talentosa como Solari, Beilinson y muchos otros que trabajaron dentro de todo ese fenómeno que a lo mejor no son tan conocidos porque no eran justamente los músicos que estaban arriba del escenario, pero fue una gracia del destino el hecho de haberme encontrado con ellos y de haber participado de todo eso. No dejo de estar agradecido.

— ¿Sentís que hoy en día existe un “arte redondo”? ¿Se podría catalogar de esa forma lo que parte de tus influencias o mismo tus trabajos?

— En algún lugar de la poesía de Solari aparece la frase “el estilo siniestro”. Bueno, por ahí yo me encajaría dentro de esa definición, pero de todas maneras no me creo creador de ningún estilo. Para nada. Yo he recibido muchísimas influencias sobre todo de historietas. Yo he sido un amante de la historieta desde niño y noto perfectamente toda la influencia de ese tipo de imágen en toda mi obra.

«Con Oktubre empieza a llegar gente que viene de los suburbios, de los cinturones más desangelados, y esa gente es la que toma el fenómeno de Los Redondos y lo produce. Esa gente que irrumpió y lo tomó como suyo diseñó el fenómeno»

— Dentro de lo que es el estilo de tu obra, vos una vez habías dicho que tu gran fuente de inspiración siempre habían sido los diarios. ¿Porqué?

— Sí, es cierto. A veces para redondear ideas o incluso para empezar a dezgranar un concepto me he valido del diario del día o de la semana.

— ¿Más que nada por un contenido trágico o en qué te inspira?

— Porque en algún punto de mi trabajo, que más allá de ser ilustrador de tapas de discos yo me he definido mucho como dibujante, no como artista ni nada por el estilo, cuando me han preguntado acerca de qué estilo o qué dibujo, yo he contestado que la única definición que puedo encontrar es la de paisajista. O sea, así como algunos pintan un paisaje a lo mejor campestre, yo pinto un paisaje de la realidad que me bombardea. En este caso los medios son justamente los que te bombardean de realidades y de diversas realidades, desde trágicas hasta en algunos momentos circunstancias de progreso o de felicidad, pero la mayoría son noticias malas, porque son las noticias que se venden. Uno cuando vive en una ciudad está absolutamente bombardeado por noticias más que nada nefastas. Muy pocas son aquellas que uno puede rescatar. Entonces como paisajista de realidad apelo a ilustrar circunstancias que han sido siempre motivo de inspiración de casi todos, incluso los novelistas o dramaturgos. Así como Roberto Arlt, el amor, la locura y la muerte han sido casi siempre mis temas.

«En algún lugar de la poesía de Solari aparece la frase “el estilo siniestro”. Bueno, por ahí yo me encajaría dentro de esa definición»

— Hay algún diseño de Los Redondos que recuerdes que haya estado influenciado en algún hecho puntual que hayas visto del momento

— Sí, por supuesto. La tapa de La Mosca y la Sopa estaba inspirada en las luchas que en un tiempo protagonizaban los jubilados con la dirigente Norma Plá. Recuerdo que cuando hice la tapa del disco quise hacer un cuadro donde los protagonistas fueran esos jubilados que hacían sentadas y manifestaciones en la época del ministro Cavallo.

— ¿Y la realidad de hoy a qué te inspiraría?

— Y… hay muchísima tela para cortar al respecto, lógicamente. No estoy haciendo ahora ninguna tapa de un grupo como Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota donde la reunión de concepto se daba en tres vertientes, que eran lo poético, lo musical y lo visual. A lo mejor estoy en otros trabajos en estos tiempos, pero si me pusiera a trabajar en un grupo de las mismas características tendría que ponerme a hacer mi propio análisis junto con el grupo, viendo las situaciones y veríamos.

«Uno puede leer la historia de la humanidad paralelamente a la historia del arte»

— Los artistas de hoy día. Cómo ves la generación de ahora en cuanto al arte, que notas principalmente

— El arte siempre se renueva y tiene una trayectoria imparable. Uno puede leer la historia de la humanidad paralelamente a la historia del arte. En estos tiempos, como en todos los tiempos, creo que son las nuevas generaciones las que dan los golpes de timón necesarios. Yo lo veo todo esto a lo mejor en el arte más jóven, sobre todo en el arte contracultural, el arte que está bajo tierra, lo que llaman “underground”, y yo lo veo en el arte que anda en las calles. Por ejemplo, en el lado plástico lo veo mucho en muralistas callejeros que han florecido notablemente en estos tiempos. Aquellos que practican el arte del graffiti, que para mí son muralistas callejeros. Y por esos lados veo lo que mañana va a ser llamado “arte” con mayúsculas. Casi siempre pasa eso. En el arte emergente, el arte popular, las cosas que suceden a diario, luego más tarde son las que conforman las formas que van a ser consideradas arte.

«El Indio es inhallable. Es muy difícil de encontrar: cambia de teléfono constantemente, hay que hacer todo un protocolo para acercarte»

— Seguís teniendo relación con los muchachos de la banda?

— Me veo circunstancialmente porque nos cruzamos en algunas ocasiones con la mayoría de los músicos. Con Semilla (Bucciarelli), con Walter (Sidotti), con Sergio (Dawi); con ellos me suelo cruzar. A lo mejor están presentándose en algún lado donde yo también estoy a lo mejor dando alguna charla o algunas clases. Hace poco me los encontré en Montevideo por ejemplo, y con Skay me veo bastante frecuentemente porque somos amigos desde hace muchísimos años y compartimos cenas y charlas juntos, además de que acabo de terminarle la gráfica para su próximo disco.

— ¿O sea que seguirá siendo de tu autoría el arte de tapa de sus discos?

— Sí, yo vengo ilustrando todos los discos que ha hecho, y ahora está por salir, creo que faltan pocos días para que salga, el último, que se llama “El engranaje de cristal”.

— ¿Y cómo va a ser la tapa? Si es que se puede adelantar

— La tapa es una especie de menjunge. Un collage hecho de una manera gestual.

— ¿Y con el Indio Solari? ¿No tenés tanta relación hoy en día?

— Y… es muy difícil de encontrar el Indio. Yo a Skay me lo puedo cruzar a lo mejor trotando en un bosque de Palermo o me lo puedo encontrar en un bar a la noche en Buenos Aires u otra vez te viene a comer un asado a La Plata, pero el Indio es inhallable. Cambia de teléfono constantemente, hay que hacer todo un protocolo para acercarte. Así que bueno, yo directamente no tengo mucho tiempo para eso.

Para aportar con el proyecto y ayudar a que salga a la luz lo más rápido posible, que será cuando se alcance el objetivo de los 200.000 pesos, deben ingresar en la página en Panal de Ideas y seguir los pasos correspondientes, eligiendo la recompensa que desean obtener.