«Top Gun: Maverick» arrasa en Estados Unidos y se alza como la película más taquillera de Tom Cruise

En la secuela del popular filme dramático y de acción de los 80, «Top Gun: Maverick», el actor estadounidense Tom Cruise vuelve a ponerse en la piel del personaje que lo catapultó a la fama internacional. A pocos días del estreno, la película continúa dominando la taquilla estadounidense y prevé cosechar un total de 290 millones de dólares al término de su segundo fin de semana en cartel.

En ese sentido, se espera que la película venda otros 85 millones en entradas entre hoy y mañana, lo que la convertiría en el lanzamiento cinematográfico coincidente con el Día de los Caídos -que este año cayó el 30 de mayo, luego del estreno de «Top Gun» el 27- que sufrió el menor declive de taquilla de la historia, con una baja del 33 por ciento.

Además, la producción, que tuvo su premier mundial en el reciente Festival Internacional de Cine de Cannes, ya se transformó en la más rendidora de la carrera de Tom Cruise, al superar las cifras obtenidas por «La guerra de los mundos» (2005), con algo más de 243 millones, y la última entrega de «Misión: Imposible», que en 2018 se hizo con 220 millones.

El fin de semana pasado, y tras un absoluto reinado desde su estreno, «Doctor Strange en el multiverso de la locura» cedió su lugar frente a «Top Gun: Maverick» y se ubicó en el segundo puesto con un reembolso de 16,4 millones de dólares.

En el tercer lugar quedó el otro estreno de esa semana, el filme animado «Bob Burger’s: La película», que recaudó 12,6 millones; en tanto que la secuela de otro exitoso programa de televisión, «Downton Abbey: Una nueva era» cayó al cuarto lugar con 5,9 millones.

Mientras, en Argentina, el filme que también cuenta con la participación de Val Kilmer y Jennifer Connelly arrancó junio con un total de 236.911 espectadores reunidos durante los primeros cinco días de exhibición, concentrando el 51% de la venta de entradas en las salas locales.

En esta secuela, que llega 36 años después de la original, el capitán Pete «Maverick» Mitchell (Cruise) presta servicio como piloto de pruebas para la Marina estadounidense, puesto que sostuvo durante décadas para esquivar un ascenso que le cortaría la posibilidad de seguir volando.

Convertido en una leyenda tanto por sus proezas como por su rebeldía, Pete convive con el ascenso de sus compañeros de promoción que ahora ocupan los puestos más altos dentro de la estructura militar, como el recordado Tom «Iceman» Kazansky (Kilmer), ahora con cargo de almirante.

Todavía convencido de que los pilotos son el alma del combate, «Maverick» empuja los límites y la paciencia de sus superiores en tiempos marcados por el uso de drones y precisiones digitales, aunque continúa demostrando ser clave en el entrenamiento de una nueva generación de pilotos, entre la que se encuentra Bradley «Rooster» Bradshaw (Miles Teller), hijo de su fallecido amigo Nick «Goose» (Anthony Edwards).