Un espectáculo distinto irrumpe en Rosario con la poesía como Paravalancha
Los artistas Maia Morosano, Leandro Gabilondo y Esteban Porronett traen esta propuesta con el fin de acercar la poesía a un público que desborde la tribuna. Este sábado, en la Biblioteca Argentina, con entrada libre y gratuita.
- Espectáculos
- Sep 12, 2019
Foto: Maximiliano Conforti
Un espectáculo interdisciplinario en el que dialogan poesía y música se presenta este sábado en Rosario, más puntualmente en la Biblioteca Argentina Dr. Juan Álvarez, desde las 19, con entrada libre y gratuita.
La disruptiva propuesta es encarnada por los artistas Maia Morosano, Leandro Gabilondo y Esteban Porronett, con el fin de acercar la poesía a un público que desborde la tribuna.
Según la reseña preliminar, sin develar más de lo necesario para guardar el detalle de la trama, «este partido se da entre dos jugadores: Maia y Leo, que poema a poema entablan una conversación gambeteando temas diversos como el amor, la música, el fútbol, el tiempo y la muerte. De esta forma la poesía es un paravalancha, una suerte de resistencia a la miseria, a la injusticia, al desamor, al destiempo y a la muerte que nos acechan a la vuelta de cada partido. Porronet es el árbitro que definirá los momentos y ritmos. La emoción que merece este juego es un in crescendo constante.»
Así, la primera parte comienza con un cielo estrellado y dos amigos que, mirando aquellos puntos separados por la distancia, intentan unir sus corazones recitando, a modo de cartas, poesías que contarán sus miedos, alegrías y estandartes de vida. Finalmente la cumbia termina sonando como himno de esta fiesta de la palabra.
La obra busca de este modo bajar al poema del claustro, poner en evidencia que la poesía también es una fiesta y también puede ser popular como el fútbol, como la cumbia, que puede abrazar como un paravalancha a su público y que, lleno de sentimiento, este puede quedar colgado de cada verso, de cada tema que como el amor, la música, el fútbol, el tiempo y la muerte hacen latir tantos corazones.