El Vaticano renovará esta semana su acuerdo con China por los obispos rechazados por EE.UU.
Con el impulso del Papa Francisco, la Santa Sede lo hará siempre con la modalidad «ad experimental» (a prueba) con un texto que permanece en secreto. El secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, advirtió que extender el vínculo significaría poner en riesgo la «autoridad moral» de la sede papal.